Una vez que dejo el país en el que vives, pienso en como encaja esta historia, como combinar vidas disímiles, como repetir esa sensación de estar en casa, con los amigos de siempre, con la familia de siempre que acabo de conocer. Imagino que me haces falta, bastaron dos noches y medio día para que me hicieras falta. ¿Será que siempre soy así? en busca de situaciones, vidas románticas trágicas, imposibles de llevar. ¿Será que esta sensación de vacío perdurará? Somos tan distintos en todos los aspectos posibles y quizás en lo único en que nos parecemos es en que nos gusta estar uno con el otro y esto lo asumo, no lo aseguro, no vaya a ser que después parezca un creído. Quisiera hablarte también de la intranquilidad que a veces sentía estando contigo y como de alguna forma yo sentí que tu estabas también intranquila, "con nervios" como tú dices y quiero decirte también como sentía que a ratos esa incomodidad desaparecía para transmutarse en un bienestar general, en una sensación de que todo esta "ok", de que en realidad todo lo que estaba pasando era "meant to be".A treinta mil pies, sesenta días para la fecha, ya poco tiene sentido, a mitad del caribe, a dos días de nuestras palabras, sólo queda esa sensación de inconformidad, de deseo incumplido, de asunto sin resolver. Quiero volver a pasar una temporada en ciudades simuladas, deambular mi destierro contigo por las calles de plástico.
-Daniel Pratt
