De Villa mentira a la Villa del Señor

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De los creadores de la bancarrota El Caracazo y del somnífero 1888, llega a la cartelera de la opinión pública la película socialista más esperada por Carlos Azpurua,Alberto Arvelo,Alfredo Anzola, el tarado de Joel Novoa, su mama y Román Chalbuad, La Villa del Cine,una suerte de Cineccitta, pero sin el talento de Fellini y recién fundada por el Mussollinni de la cultura bonita, Farruco Sesto Navas, quien a falta de un heredero de su trono como Vittorio, ha impuesto en la presidencia de la institución a una funcionaria que es como su hija, Lorena Almarza, la ex directora del despacho de Medios Audiovisuales del Conac, la famosa chica que silenció a Nuestro Petróleo y Otros Cuentos. Ni Jack Valenti lo habría hecho mejor.

Tan anunciado estreno de verano ha sido, injustamente, comparado con un documental de la UFA, marca Goebbels, con una comedia escapista del ICAIC, a cargo de Tabio, con un largometraje de Stalin, dirigido por Eisenstein, y hasta con una apología militarista de la meca supervisada por el temible Phillip Straub, el director de la oficina de enlace del Pentágono con Hollywood.
Pero en realidad, se trata de la nueva superproducción bolivariana de alto presupuesto a la gloria tanto del efectismo especial(preelectoral)como de la historia oficial, entendida a la manera binaria de Amores de Barrio Adentro. Esto es, a la forma de una telenovela cultural sobre Miranda en cinco capítulos, bajo la realización del último clon de Félix B. Caignet con complejo de Cabrujas, Luis Alberto Lamata, otro camaleón del gremio mutado al rojo de la quinta tras haber ostentado la guanabana de la cuarta.

Por ello mesmo, el lanzamiento de la cinta ha contado con el respaldo entusiasta de la eterna rosquita del CNAC, encabezada por viejas figuras adecas y algunos jóvenes abstencionistas de relevo, autoexcluidos estratégicamente de la lista Tascón.¡Todos somos carroñeros y queremos mamar de la teta, todos hacemos un cine horrendo y vendido porque tenemos que comer!
Por su parte, el ala copeyana y conservadora de la macolla(liderizada por Carlos Oteyza), ha expresado su más inocua reserva ante el desarrollo del proyecto,como para no quedar por fuera a la hora del reparto anual de la codiciada torta audiovisual, cuya única condición para usufructuar consiste en diseñarle guindas de color vinotinto con sabor a pasado heroico o a presente de Tocar y Luchar.

Verbigracia, las próximas secuelas de la Villa por venir: Zamora y Maisanta, dos cimientos del culto a la personalidad del presidente. Ficciones escapistas y regresivas, como las soviéticas de los años cuarenta, en contraposición a las duras realidades de Secuestro Express y Azotes de Barrio en Petare. Good bye Zapata 666, welcome Lenin 2006. Es el triunfo de la voluntad de Telesur.

4 Comentarios

  1. bueno, yo siempre espero a que la comida se me enfrie un rato porque si comienzo a darle con la boca me puedo quemar y despues no voy a poder hablar bien con la gente porque quedo como un gafo. hay que dejarle como unos 2 añitos de gracia a esa produccion (la villa…) para poder criticarla bien, por lo menos hicieron algo para el desarrollo del cine venezolano o prefieres que no haya nada? se agradece

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