Al andar
una extraña voz
desde el extremo de la tiniebla
dijo
no siga
me hice de la piedra
crucé por un atajo
hasta el confín de la vista sin palabras.
Dormí placeres de sangres domeñadas
otra señal susurraba
continúe
me hice de la luz
partí el mundo en miles de pedazos
los lancé al aire de los tiempos
hasta el principio de tu mirada.
Viajé a lo largo de una muralla de odio
extendida como canto al desvarío
entre espejos de alquimia.
A la salida del laberinto
estabas tú
te invoqué
ora y mantén en alto tu magia.
Alejan dragones centinelas de fuego.
Abre una balada de espera
arroyo desprendido entre aromas
escribe y duerme
salta y llora
siguiendo los pasos del desamor.
Desde entonces
fueron siglos de voces
que decían sigue…sigue…
Del poemario inédito Cantos para Oraima
Con la lectura de este poema se me antoja un viaje hasta los confines del silencio creador; me extasió ir de sus manos… maravilloso. Estoy lejos, en un pueblo de Argentina, y pienso que Reinaldo me transporta en medio de un canto al desvarío entre espejos de alquimia….! un abrazo..! Sandra.
CUANDO TU TE VAYAS
Cuando tu te vayas
quizá en el verano
allá en la distancia
morirá el ocaso.
Si te vas me matas
el invierno es largo,
desde la ventana
te alzaré los brazos.
SALOMÓN BORRASCA
Comments are closed.