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Maroa marea

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Llena de estereotipos, sofismas y prejuicios, el sexto largo de la directora de Macu desarrolla una tesis paralela al planteamiento de Tocar y Luchar, bajo la batuta del melodrama social,paternalista y aleccionador, tipo La Vendedora de Rosas.
En teoría, la cinta sostiene que sólo la música clásica puede rescatar a nuestra infancia alienada por Shakira, el hip hop, la explotación, la droga y la prostitución.
Por el contrario y en la práctica, documentales como Venezuela Subterránea han demostrado que el rap también ha logrado salvar vidas, al margen de sus líricas explícitas. Paradójicamente, la banda sonora de Maroa incluye dos temas de Vagos Maleantes, para reafirmar su sesgado punto de vista, al exponerlos como ejemplos artísticos negativos y degradantes(en una visión Frankfurtiana y trasnochada de la cultura).

Ironicamente y aunque la directora no lo reconozca, los dos integrantes de dicho grupo, El Budú y el Nigga, renacieron del fango más oscuro y violento de Cotiza, gracias al género demonizado por el personaje de Tristán Ulloa,el único actor medianamente convincente dentro del inverosímil reparto, donde Luke Grande se empequeñece en un disfraz de policía corrupto(que recita pasajes de la Biblia cual Samuel L. Jackson en Pulp Fiction), al tiempo que Elba Escobar pierde el aliento y el rumbo en una sucesión de viñetas folletinescas, coronadas por una intensa agonía teatral.
Aparte, la artificiosa dirección de arte, las fallas de sincro, los planos estáticos, la dramaturgia forzada, la cronología lineal, la superficialidad antropológica, el enfoque etnocéntrico, la imaginería amarillista de Alerta,el populismo iconográfico a lo Ciudad Bendita y el ritmo moroso, nos terminan de retrotaer a una era del cine nacional que se creía superada.
De cualquier modo, quizás lo más interesante de Maroa sea su pederasta subtrama entre profesor y alumna, aunque al final se salde en el exterior,fuera de campo y cuando ella cumple la mayoría de edad, como para no escandalizar a nadie. Macu , en este sentido,era más atrevida que Maroa, pero igual de reaccionaria, puritana y moralizadora frente al tema de la pobreza.
En resumen, todo muy Lopna, muy kistch, muy happy ending, muy demode y muy europeísta. Si me preguntan, prefiero Azotes de Barrio en Petare y el video cilp de Zapata 666.

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