“Que el mundo es horrible, es una verdad que no necesita demostración”
Ernesto Sábato
¿Por qué insisten en sancionarme, encarcerlarme, enajenarme, simplemente porque tengo criterios diferentes? ¿Quién dicta los valores modísticos, me dice cómo me tengo que vestir, cómo debo actuar? Empecemos por dejar algo en claro: nuestra sociedad es un total y absoluto fracaso. ¿A dónde hemos llegado con los valores modernos propugnados por nuestras generaciones pasadas: Progreso, igualdad, fraternidad y ‘sentido de patria’? Lo único que hemos logrado es acentuar la debilidad, la envidia, la mediocridad y la hipocresía. Así que no me pidan que me integre a esta inmunda sociedad. No me pidan que reproduzca los patrones culturales anteriores, que termine embutido en un flux comiendo arepas y discutiendo el béisbol con el jefe de la empresa. No me pidan que tenga lástima ni que conceda segundas oportunidades. Eso sólo nos ha legado una sociedad de decadentes. Los criterios de igualdad y democracia pretenden compararnos con una ‘muestra’, una ‘población’, un ‘grupo’; ¿a cuenta de qué? No soy igual a nadie, esa es mi ventaja. Dichos valores de una generación fracasada pretenden infundir lástima en mi corazón, que me horrorice por los que no se desempeñan en la media, que aplauda los logros de los que vinieron de abajo. Que tenga ‘sentimiento de patria’, que me detenga para esperar a que los más lentos aprendan. Esos no son logros. Esos son criterios mediocres, que solamente nos llevan a sacrificarnos por los demás. Bien dijera Borges que la democracia era una exageración de la estadística. Así que no me comparen utilizando sus valores decadentes, no me cuestionen porque quiera pintarme el pelo de verde o me de la gana de hacer el amor en una plaza. Con los tiempos deben venir los cambios. Lo fundamental es que se den cuenta de que sus criterios ético-morales eran errados, que el proyecto social de progreso sobre el cual se apoyaban fracasó por la base. Abran paso a lecturas alternativas, a nuevas formas de organizar la sociedad. Pues si no se han dado cuenta, mi generación, la dizque ‘generación boba’, arde de amargura ante las promesas que nos hicieron y nunca cumplieron. Nos prometieron ‘libertad’, capacidad de ‘elegir’, un dominio absoluto del mundo. Pero poco a poco nos dimos cuenta de que eran simples discursos de poder, textos enhebrados para sostener esta sociedad decadente y vacua. Así que despejen el camino para mi generación, la cual busca alternativas ante la opresión de un sistema caduco.
Que fina se ha vuelto esta página desde que asumió el barranco de lo que tiene que ser! Viva panfletonegro anárquico y nihilista!
Estoy con Krisis!!
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