Mujer…
Vos sabrás, que el otro día
escape de un silencio que duerme
en el aposento de los vientos.
Fue ahí sí:
donde desperté encontrando la ruta
esa, que abre la puerta de los sueños.
Asi empese,
como una sola campanada
a llenar de ecos mis secretos.
Unos secretos,
donde cultivo mis esperanzas
de a vos arribar amada,
allí en esos campos donde florece tu alma.
Florece lo sé,
como una sola amapola
de polen embriagantes,
que en los besos que de vos nacen,
emergen:
como pétalos enamorados de un sendero
que se transforma en miel,
de acerolas y jocotes encantados.
Un sendero como huella en el camino,
que marca en señales diciendo asi:
camina asía allí,
que es donde vos encontraras
el mesón donde se hospeda el amor recostado,
esperando tu llegada,
donde encontraras el cariño
que reside en los brazos de una alma solitaria.
Negor Len
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