una vez

1
994

 

La niña reposa
mientras él respira en su cuello;
le gusta sentirse sumergido
en la humedad de su respiración.
 

Para ella
el dolor fue la afirmación de su feminidad;
para él
la prueba que reflejó su pureza.
 

Ahora disfrutan del placer
fragmentado por sus sentidos,
mientras se diluye la paz
y todo se tensa de nuevo.

1 Comentario

Comments are closed.