Para empezar, la mayoría de los cuentos de hadas se desarrollan en un mundo fantástico o están marcados por fuertes elementos de este género. Deben tener una moraleja, sobre todo para que los padres que se los leen a los niños en la hora de dormir sientan que es educativo, porque si no sería una gran “pérdida de tiempo”. Por último, para su target (los niños) siempre serán reales o por lo menos serán tan emocionantes que pueden llegar a serlo.
Al igual que los chiquillos que oyen su historia, para la caperucita (una vez superado el trauma de estar al borde de la muerte) no hubo nada de extraño en que un lobo se vistiera como su abuela para engañarla. Mucho menos en que un par de periquitos le desearan buena suerte en su camino de regreso a casa. Estas son cosas usuales en su mundo. Ella vive en un cuento para dormir a pesar de que no lo sepa.
En todos los films del director M. Night Shyamalan llega un punto en que los protagonistas deberán enfrentarse con la posibilidad de que hay cosas extraordinarias sucediendo a su alrededor, improbables en su mundo y que generalmente se reservarían para esas historias de cama. Pero siempre suceden de un modo tan inminente que no hay tiempo para preguntarse si creer en ellas o no. Es lo que ven y deben actuar con rapidez.
Entra La Dama en El Agua, la última película de este controversial director. En el tráiler se nos presenta como un thriller al puro estilo Hollywood, lleno de flashes, gritos, persecuciones y desesperación para luego confundirnos al indicar que se trata de “Un cuento para dormir”. Sí, como Hanzel y Gretel. Sin embargo, ninguna de las dos definiciones estaría totalmente en lo correcto.
El filme es la historia de cómo una criatura, una hermosa mujer por el nombre de Story (Bryce Dallas Howard) que llega de otro mundo al nuestro a través de la piscina de una residencia llamada The Cove es ayudada por los inquilinos a regresar a su misterioso hogar, en especial por el conserje del edificio, Cleveland (Paul Giamatti).
Uno de los problemas más importantes tanto para la audiencia como los personajes de las cintas de Shyamalan está en “creer o no” lo que sucede, la existencia de algo maravilloso. Es la clave de la ideología que pretende transmitirnos, no dar por sentado todo lo que ocurre y creer en ese algo más.
Lo maravilloso de La Dama en el Agua es que representa la cúspide de esta misión, al igual que la caperucita y los demás personajes de las otras películas de Shyamalan, la llegada de Story es para los inquilinos ese suceso extraordinario que nadie esperaba. Pero al contrario de todos los demás, ellos están más conscientes de que están viviendo un antiguo cuento de hadas y harán lo posible para recrearlo regresando a la dama al lugar de donde proviene.
Los protagonistas se preguntaran si lo que viven de verdad se trata de aquella vieja leyenda y por distintas razones decidirán creer en ella. Sin embargo, lo harán casi instintivamente, como si fueran niños los que estuviesen en pantalla. La concepción del director con respecto al tema está mucho más explicita en esta película que en las anteriores.
En este proceso el género es desarmado con audacia aunque la película no sea una historia de hadas per se. Los inquilinos deben buscar entre ellos quienes se asemejan más con los roles de aquel cuento y hasta enfrentarse a un particular enemigo similar a un lobo que acecha los alrededores de la piscina.
Las actuaciones son en su mayoría impecables, Paul Giamiatti es brillante y muy convincente en el papel de Cleveland, un triste conserje con una peculiaridad vocal que tuvo un gran pasado y ahora lo oculta. Su sensibilidad y deseos de ayudar a Story crearan las escenas más conmovedoras en todo el rollo.
Por otro lado Bryce Howard, quien otra vez protagoniza un film bajo la dirección de M. Night Shyamalan, es perfecta para el papel de la misteriosa Narf. Su mirada perdida, su fragilidad y presencia etérea serán los puntos más grandes a su favor y por los que la audiencia (en particular este servidor) simpatiza más con el personaje.
Es muy difícil hablar de la película e ignorar el punto que ha generado más polémica entre los críticos de todos lados. El director, quien ha tenido cameos en sus films anteriormente, tiene un papel protagónico en este. Ahora, el asunto es que el personaje que interpreta es un inquilino llamado Vick que es como el actor un escritor, solo que como un pequeñísimo plus es revelado mas adelante en la historia que está destinado a convertirse en uno de los autores más grandes del mundo y que su libro inspiraría al niño que luego sería el presidente de los Estados Unidos y….bueno, preferiría no continuar.
La verdad es que tanto nivel de auto-indulgencia me parece insólito y mucha bulla considerando que a excepción de Sexto Sentido las últimas películas de Shyamalan no han sido demasiado bien recibidas, incluyendo esta última. Pero creo que no debe convertirse en una razón para dejar de disfrutar La Dama en el Agua, que me mantuvo intrigado hasta el final y me atrevo a decir que es el trabajo más emocional y enternecedor a manos de este director hasta ahora.
Si estas esperando una película de suspenso, tal vez grandes efectos especiales o incluso lo que te ofrece el mismo tráiler del film, te recomiendo no perder tu tiempo y saltar esta. Es más un viaje introspectivo a los sentimientos de personajes a bordo de un género estupendo que sin duda vale la pena el pasaje.