Un día vendrán a castigarme
todas las cajeras de la luz, el agua y el gas
y a media noche me esperarán en la sala
fumandose un cigarro y moviendo el pie .
llegaré esperando que me insulten por el chorro de la batea,
la cocina electrica y la luz del cuarto siempre insomne, siempre sospechosa y en algo,
pero sé que solo me verán de arriba a abajo
como quien castiga pero no no dice, no escucha,
como quien lee poema ajenos en Internet
y piensa si quien escribió quiso enviar un mensaje cifrado
piensa algo como «este carajo no sabe como arreglar una tuberia
y cree que resolverá algo con un poema»
pero ellas conocen de lo intangible
sienten cuanto vale una palabra y serán más fuertes que mi ardid poécitario para evadirlas como brujas cajeras de la sala y no se iran fácil, esperaran disfrazadas
hasta que apague la luz del cuarto, cierre la llave y deje de calentar el té.