He allí… abandonada
tras años de felicidad
alimentada.
Varios velos de tristeza
humildes tejedoras derreman,
tejedoras viviendo del polvo,
moscas desorientadas.
La brisa destruye los velos,
enciende la luz de la luciérnaga
llamada una vez… Esperanza,
pasado el tiempo
retornó después de emigrar al olvido.
En tu casa estuve sola,
cuarto por cuarto,
pacientemente
esperé por tí allí
como una piedra,
sola,
así mismo morí
esperando tu regreso… a casa.