Por Yadelcy Hamber Machado
Primera entrega
I
Cierro el periódico con un suspiro. Lo dejo en la cama obligándolo a formar parte del ovillo de sabanas y almohadas. Me dirijo al ventanal. Observo la hora en el Edificio de La Previsora y deslizo la mirada por la Torre Polar, mientras disfruto del sol cosquilleando mi cara. Como siempre la mirada se desliza por el grupo de casas de ladrillo que emergen, como lava encendida de volcán, del conglomerado de edificios que lo rodean. Desde hace días una idea recorre mi mente sin parar. Trato de esquivarla: persistente se detiene ante mí con actitud desafiante; buscando respuestas. Supuestamente el tema político no me apasiona y esto no es por indiferencia, Venezuela me sigue doliendo; es más porque la política, hasta ahora, ha significado juegos de poder y control económico que alguna otra cosa significativa, incluso hoy día cuando se alzan supuestas banderas ideológicas. Por otro lado, la insistente pregunta no se aleja ni por un momento y exige respuesta. De nuevo en la habitación y con el control de la televisión en mano busco algo que valga la pena ver. Nada. Fastidiada la vuelvo a apagar. Miro hacia la izquierda donde, sin miramientos, la pregunta se cuela en el espejo y me cuestiona: ¿Qué piensas de la actuación política del venezolano? Asombrada, y más allá de lo posible, comprendo que nada detendrá el fluir de cuestionamientos. A escribir. Lo demanda el momento: me dirijo al escritorio y frente a la hoja en blanco de la computadora intento canalizar preguntas con respuestas. Este bullicio de los nuevos tiempos, pintado de patria bonita y socialismo del siglo XXI ¿es una actuación de la venezolanidad concreta, actual y creíble?:
II
De inicio no podría (aunque quisiera) dejar de lado el análisis del culto a la heroicidad como la médula de algo muy actual. Recuerdo que asimilé a Bolívar hasta mi último año de bachillerato. Después de eso, mi vida y estudios tomaron rumbo ajeno a esta tendencia: nada relacionado con la lectura o doctrina bolivariana. Y en ese sentido se perdió la necesidad del culto al héroe y menos hacer loas de una leyenda. Esto explica la sorpresa de ver un gran porcentaje de la población anclada en lo que considero un misterio pero que lo vive, con una intensidad que deja perplejos a los que no sienten ese arrebato bolivariano y patriótico. Jamás podría negar las virtudes de la gesta emancipadora de Bolívar. Su encomiable labor sólo reconocible en un hombre fuerte y capaz. Ilustrado y brillante. Tenaz y valiente estratega. Muy versado, fuerte y audaz Libertador que entregó su vida por la patria. Pero hasta allí. No lo considero mi padre ni mi héroe personal. Menos lo distingo como único detentador de las respuestas a las inquietudes, que el amor a la patria, generan actualmente. Muchos filósofos y científicos políticos contemporáneos poseen el mismo valor o más para ser admirados y tomadas en cuenta sus propuestas.
De seguro esto ubica mi opinión en un sitial peligroso y profano ante el actual historicismo político casi fanático. Esto es un atavismo disfrazado de ideario político para crear la patria grande de Bolívar. El Historicismo es una filosofía que pone la ¢predicción histórica¢ como su fin único y que es alcanzable por medio del descubrimiento de los ¢modelos leyes¢ o tendencias que yacen bajo la evolución histórica. Esta ideología ha concebido que el ideario bolivariano es la condición necesaria para la interpretación, predicción o la realización de nuestra historia política y moral. Sus bases son: 1) Que lo que dijo Bolívar es lo que tiene y debe hacerse; 2) Que todo lo que hay que hacer y debe hacerse (política y moralmente) está dentro del ideario de Bolívar y 3) Que tenemos que ser fieles y responder por él y ante él[1]. Esta obligación represada en el historicismo patriótico bolivariano ¿no parece más una carga que una invitación? Retomar siempre el ideario de Bolívar como las soluciones propuestas a los problemas actuales ¿no expresa, más bien, pereza intelectual en la búsqueda de innovaciones y disfraza ese fastidio con un patriotismo que se aferra a una historia inequívoca? Por ejemplo el valor libertad de la época de Bolívar, ni remotamente se asemeja a la necesidad de franqueza que este valor muestra en la actualidad. Avanzar significa asumir el riesgo de hacer lo verdaderamente nuevo. No se asemeja a la idea de repetir consignas pasadas respaldadas en una doctrina que no ofrece nada nuevo a la actual venezolanidad. Dejar atrás el pasado y hacerlo de veras obliga a innovar respuestas; crear objetivos nuevos para las recientes inquietudes o problemas sociales, y si esto es un ansia no se nota presente en buena parte de la actuación política del venezolano actual. Se observa una dificultad exagerada para crear propuestas que no tengan ninguna base en el pasado.
Continuará…
Reflexiones sobre el actuar político del venezolano en el 2006
[1] CASTRO LEIVA, Luis (1987) De la patria boba a la teología política bolivariana. Monte Ávila Editores. Caracas. P.: 122 y siguientes.
pos de todas las cosas que veo en su página la que mas me parece padre es la de esta arriesgada eres muchacha(asumo que es una chava por su nombre), aquí en la cápital tenemos varias gueis así, analizan politicamente hasta el sol que te cosquillea en la cara, cuantos años tendrá esta? seguro es una de esas taras que creen que porque se saben dos o tres palabras piensan padrisimo… Pero lo mejor es su final…»Se observa una dificultad exagerada para crear propuestas que no tengan ninguna base en el pasado.» definitivamente una genio, no manches
!!! lo que si se nota es que no sabe resumir lo que siente en dos parrafosy lo que piensa no le sale fluido…chava, cuan aburrido tu analisis de barbie intelectual.. pos su página dentro de todo me pareció tierna… suerte!!!
Esta claro que el pasado no pasa, se disfraza de presente y de futuro para convivir con nosotros. Esta claro que Bolívar no es el padre de nada, es tan sólo una ilusión vana, un mito deconstruido por Carrera Damas, Castro Leiva , Caballero y ahora por Pino Iturrieta con su Divino Bolívar. Esta claro que entre el rojo y el azul, uno le apuesta al voto blanco. Lástima que ni con votos nulos se arregla esto. Lo que necesitamos es que regrese Blanca Ibañez, para anotarnos en una de partida secreta. Es que con Lusinchi se vivía mejor. No me lo puedes negar, Yade. Acuérdate de Ciliberto, Recadi y la música de Sentimiento. Como diría Chalbaud, en esa época nadie pensaba en política. Pero hoy en día, mi querida, todo es distinto. Fíjate que hasta tu y yo pontificamos sobre el asunto, sin tener conocimiento de causa. Es lo bueno de tener un blog. A esto le llaman democracia virtual. Vota Yade.
Pepe, pos te digo Yadelcy en su versión poeta tiene baja tolerancia a la testosterona, la crítica y los comentarios negativos. En su versión barbie intelectual no sé, pero no te extrañes si desaparece tu comentario…hace maravillas con su varita mágica, es su versión Bitch barbie, perdón, witch barbie…
Y lo peor es que es una primera entrega de ese ladrillo, como quien dice, viene más…que nos agarre confesaos!
Nota: Yadelcy, sabías que Harry Potter besa a una chama en su nueva película?
A mi me gusto el articulo de Yade. Por obviamente tengo distorsion puesto que estoy locamente enamorado de mi negrita.
Pero el articulo tiene puntos fuerte y solo quiero recordar una frase de Bolivar que por razones obvias es olvidada por los llamados «bolivarianos»: No hay nada mas peligroso que un gobernante que pretenda gobernar de manera perpetua…
Como dice El Cobra, el pasado no pasa, cierto, pero crea un vacío cuando se desconoce o se ignora, y esos vacíos dice Ortega y Gasset son ocupados por la violencia.
Venezuela ha sufrido de amnesia colectiva desde su fundación como republica, siempre ha ignorado su historia y los que la conocen la han negado o la han vendido.
El culto en torno a Bolívar no busca mas que la creación instantánea de un sentido de identidad que el país carece, el desdibujado Bolívar representa para bien o para mal, el héroe ausente e inexistente, nuestro “súper hombre que nos libero y vengo de la opresión imperial europea”, suena depinga, cuando se habla en pasado y se da por sentado, pero eso sucedió?
Negar el pasado es ignorar el presente, como dice el lugar común, es no entendernos, no saber quienes somos, en eso estamos todos en un país minero acostumbrado a comprar soluciones por catalogo.
Buena esa, X. Estoy contigo.
Pepe… el sol cosquillea mi cara, en un análisis político, porque sencillamente reflexiono mientras camino… es extraño pero suelo escribir en andanzas; así que invariablemente el sol cosquillea mi cara o el viento mueve mi cabello. Cuando vago por la ciudad se escriben las líneas que después redactaré. Por otro lado, toda literatura es ficción y para mi la opinión política implica también esa ficción lúdica. ¿Barbie intelectual significa qué cosa en tu jerga? ¿Tienes inconvenientes con alguna mujer que además de lucir bien tenga un pensamiento reflexivo y profundo sobre temas trascendentes y al mismo tiempo baile y goce la vida y cumpla con sus obligaciones como cualquiera? Esa es la mujer de este tiempo por otro lado no soy una tara y espero que no estés preguntando mi edad porque además de feo, es grosero y poco elegante. Y mira que sorpresas creo que hasta puedo pronunciar palabras de seis sílabas… ¿Qué padre no? Los profesores del kinder están muy contentos conmigo…
Sr. Cobranza opinar en política, cine, teatro y sobre libros o telenovelas es una condición de la libertad de expresión que ejerzo a diestra y siniestra porque sencillamente me interesa hacerlo; me cuido de no ser panfletaria en el sentido de cuestionar lo que no conozco y trato de investigar y buscar bases a mis planteamiento personales. Ejerzo mis derechos con independencia, de quien gobierne mi Estado, estoy segura de que el pleno ejercicio de los mismos le dificultará, a cualquiera, robarlo de forma legítima.
Rigor_Mortis: me gusta la testosterona que estimula, excita, no es grosera ni ofensiva y la critica literaria cuando enriquece los textos y no insulta a sus autores. La magia del confesionario que hace desaparecer comentarios es estrictamente para los insultos, groserías y las faltas de respeto al ser humano que está detrás de las líneas. Me siento a dialogar (o a tomar un café o unas birras) con quien disiente de mis palabras desde el respeto más simple: no porque sea buena o mala, le guste o no lo que escriba sino porque soy un ser humano que respira, palpita y además soy una dama. No sé en que grado estarás en la Universidad de la Caballerosidad pero te paso el dato de que eso sigue siendo importante para una mujer. Y de veras que viene más, así que puedes optar desde ya por no leer nuestros ladrillos. No he visto la última película de Harry Potter así que no sé a quien besa y a quién no.
Pepe Trueno: ¿Quién eres? Estas enamorado de otra Yade. Yo soy de tez blanca, de ojos azul-verdosos y cabello muy pero muy rubio. Y tienes razón, lo que está detrás de toda esa parafernalia del culto a Bolívar es esconder (de muy mala manera) una intención de perpetuidad con la excusa de convencer, a la masa que se deja persuadir siempre, de que es la historia quien exige o proclama esa continuidad.
X: Creo que no hablo de ignorar el pasado. Se que debemos conocerlo pero es imposible creer que las soluciones que fueron efectivas hace doscientos años lo sean en la actualidad. Mis problemas de hace cinco años los resolví siendo una Yadelcy totalmente distinta a la que soy ahora. ¿Voy a resolver mis problemas actuales con las ideas que tenía en el pasado? Imposible lo he intentado y no da resultado. Si llevamos esto a la macro referencia tendríamos connotaciones similares y mucho más tajantes.
Gracias a todos por participar en el foro del Confesionario…
SoyYade
Leí cuidadosamente tu texto y me pareció excelente. Además de esto tu respuesta a pepe fue muy parecida a mi opinion personal, no comprendo cual es el terror que sienten algunos por una mujer fuerte y bella al tiempo. Acoto que no soy feminista pero tampoco machista, ambas tendencias son un culto al exceso. Me despido.
**Sakura**