La niña se encuentra sentada
a la orilla de crepúsculo,
desea la inevitable aparición
de la luz que cegará sus ojos.
Su cristalina alma emergerá
del amor que le dará su gloria.
La niña vivirá el dolor mas agudo,
ella lo sabe y aún así no desea renunciar
a quien tanto teme; conoce
que es sabio dejar guiar al corazón.
Sabe que él volverá a su pasado,
eso es algo inevitable…
no importa -le dice susurrando a mi corazón-,
el dolor te tocará por causa del amor
pero gracias a el creceré.
La niña no lo entiende
y sin pensarlo se deja guiar por él.
M gustó mucho tu poema, tiene esa sensación de soledad que a veces nos invade, sin embargo tu personaje no abandona la esperanza de que algún día regrese su amado, t felicito tienes mucho talento, espero que publiques más poemas y que podamos darnos opiniones mutuas sobre nuestros trabajos, ¡Sigue así!
Tienes razón, me sentía muy sola durante ese momento. Muchas, muchas gracias por tu comentario.