Inmersa en el sufrimiento
de tenerte y perderte.
Atada al recuerdo,
destinada al confinamiento.
De aquel maldito amor
que me llevo a la locura.
Sumiéndome en la tortura
de recordarte perpetuamente
De incredulidad se lleno mi mente.
Mi corazón se creía fuerte
pero sucumbió ante aquel amor,
llenándolo tan solo de dolor.
Fugaz fue tu paso,
innombrable los estragos.
Marcada dejaste mi vida
hoy doy gracias por tu partida.
Bendito sea mi llanto,
por lo menos tendré redención.
Mi alma será salvada
y mis pecados serán exonerados.
Por que fue mucho el dolor
y el dolor purifica el alma.
El rencor te denigra
y el amor te nubla la razon.
Maldito sea tu amor
Y bendito sea tu adiós.
Por fin podré vivir
sin tener temor a sufrir.
Alondra del Mar Feliciano Oms