The Lost City.
Dir: Andy García.
Intérpretes: Andy García, Elizabeth Peña, Tomás Milian, Bill Murray, Inés Sastre y Dustin Hoffman.
La Caída del King Kong de la Habana, Fulgencio Batista, según el actor anticastrista Andy García, cuyo habitual desempeño actoral se desluce ante su limitada imaginación detrás de cámara, reducida al denominador común del plano-contraplano.
La presencia demiúrgica y autoindulgente del galán en horas bajas también se hace evidente en la composición musical y en los créditos de la plana mayor. La fotografía impresionista, a cargo de Emmanuel Kadosh, resulta uno de los pocos hallazgos a rescatar dentro de la estructura manida de The Lost City.
Atención con la brillante iluminación noir de la última secuencia en el bar Trópico, una suerte de restauración Sábado Gigante del famoso Tropicana,siguiendo con la regla impuesta por latinadas cubanas como Mambo Kings.
No en balde, aquí no se habla casi español. El idioma oficial de la movie es el inglés. Paradójicamente, el guión fue escrito por el genio de la lengua castellana,Guillermo Cabrera Infante, quien reencarna satisfactoriamente en la figura del secundario de oro de la pieza, un divertido y escéptico filósofo sin nombre incorporado por el semidios Bill Murray, alter ego del fallecido novelista. Por desgracia, la adaptación de García acabará por convertir el libreto en un folletín tipo HBO, lleno de sentencias lapidarias, estereotipos y chantajes sentimentaloides de carácter maniqueo. Lo contrario a un entendimiento profundo de la historia. Lo mismo que pasa con la binaria y superficial, La Fiesta del Chivo.
En síntesis, el alcance de la propuesta se puede ilustrar con tres imágenes. Uno, la barba postiza de cierto incondicional del Che(de comiquita mayamera). Dos, el exotismo for export de la mirada del autor. Tres, la imposible resurrección de Benny Moré y Bola de Nieve, por un par de imitadores dignos del precipio de la estrellas.Las imposturas de un telefilm perdido, importado como propopaganda política en el marco de la campaña de oposición.
Su derrota conceptual representa el colorario del discurso reduccionista de la política internacional, anclada en el mapa de la guerra fría. En suma, igual de manipuladora que La Hojilla pero al revés. Es decir, otra con el enfoque de Aló Ciudadano.Así que llévatela!!