En la temporada 1999-2000, Cannes y el Oscar beatificaron en conjunto al cineasta por Todo Sobre Mi Madre. En el 2006, el certamen Francés insiste en la jugada con el film de Penélope, idéntico al estelarizado por Cecilia. En el 2007, los pronósticos no son reservados. Según los especuladores de Nevada, las chicas de Hábitos Oscuros desfilarán por la alfombra roja del Teatro Kodak de Los Ángeles, de la mano del director. Por lo visto,Sony Pictures Classics hará hasta lo imposible porque así sea. Suerte y gaceta Hípica para el caballo de Troya de la Coca Cola, bebida oficial de la cinta,al extremo de condicionar el desarrollo de varias secuencias,donde Raymunda carga gaveras de refresco a la manera de Servando Primera en Muchacho Solitario, cuña de Golden Cup de larga duración.
Curiosamente ,el producto emplazado en Volver combina con su estética de Santa Sangre, “el color de la pasión”, agregaría la siempre oportuna María Laura García. A ella, y al vitalicio ganador del Concurso Mont Blanc(Max Rohmer), les debe encantar “lo nuevo” con olor a viejo de Pedro Almodóvar, al igual que a la crítica benevolente y publicitaria de Tu País Está Feliz, amordazada por interés y conveniencia. Afortunadamente, en Argentina todavía priva el juicio por encima del compromiso, el consenso y la calificación escolar por estrellitas.
A propósito, cabe traer a colación el comentario publicado por Gustavo Castagna para la revista porteña, El Amante Cine: “la sensación que provoca la carrera de Pedro Almodóvar es de agotamiento, alternando entre los excesos pretenciosos y esta conservadora vuelta a lo seguro”.
Así, el ejercicio de restauración impone el aire recalentado de la obra .A sazón de tapa añeja, Carmen Maura retorna como espectro recuperado de Qué He Hecho Yo Para Merecer Esto,en un cliché de Todo Sobre Mi Madre, inspirado a su vez en el neorrealismo de Visconti.En una secuencia de la peli, la actriz de La Comunidad se refleja en el espejo de Anna Magnanni para Bellisima.Las referencias siguen con obvios homenajes al Quijote y al humor negro de Cervantes, a golpe de molinos de viento impulsados por la corriente del melodrama noir, cortesía del propio Matador manchego.
La operación de rescate posmoderno se salda con la condena, escuela de Frankfurt, a la telebasura hispánica ,en la tradición de Kika,sin descartar el guiño porrero a la estupefaciente Dark Habits. Lo otro sería reparar en el horrendo play back de Penélope,fuera de sincro,pero eso ya fue consumido por Caetano Veloso en Hable con Ella.
Al son de “volver con la frente marchita”, Pedro encarna el sueño americano de la generación Zapatero,nacida en la depresión,crecida en la marginalidad y finalmente consolidada como orden establecido,dentro de los linderos morales de la España retroprogre de nuestros días.
Por consiguiente, Volver representa el underground devenido blokbuster desenfadado, a favor de las buenas causas en boga:la independencia de la mujer, el entierro del machismo,la muerte de la violencia doméstica, la tolerancia con el tercer mundo,el derecho a una muerte feliz, la reivindicación de la familia disfuncional y la reconciliación con los fantasmas del pasado.Un paraíso de cosas bellas,en oposición a la cruel verdad, capaz de reconciliarnos con el estado hipócrita y esquizofrénico del paladín del PSOE,reñido con la guerra del partido republicano pero casado con la agresiva política inmigratoria de la Casa Blanca.Como dice Gustavo Bueno, es el pensamiento Alicia en El País de las Maravillas de José Luis.