Uno pensaría que se trata de otro mal chiste del día de los inocentes. Pero no. Es verdad. El presidente acaba de anunciar el fin de la concesión a RCTV, bajo los mismos argumentos maniqueos, demagógicos y manipuladores de siempre: es un canal golpista, terrorista y fascista al servicio del imperialismo. Por tanto, hay que sacarlo fuera del aire.
Para justificar semejante desatino, el presidente y su camarilla de incompetentes echan mano de la vieja teoría Frankurtiana. Porque la revolución bonita es mediáticamente frankurtiana. Y por tanto, trasnochada.
Yo conozco a los genios Frankurtianos del gobierno. Yo ví clases con ellos. Yo padecí sus lecciones binarias. Y hasta les creí. Yo me comí sus cuentos. Yo llegue a pensar como ellos. Yo pensaba como Juan Barreto. Yo pensaba como Earle Herrera. Yo pensaba como Asalia Venegas. Los tres deben andar brincando de una pata por la noticia bomba del momento. Por fin, sus sueños frankturnianos se han hecho realidad. El canal dañino, alienante, desnacionalizado, degradante, inmoral y pitiyanqui sale fuera del aire, sale fuera del aire, como diría el demócrata de Enrique Mendoza.
A propósito, la doctrina comunicacional del gobierno no pasa de ser un mala fotocopia de las teorías esgrimidas por Adorno, Marcuse y Horkheimer. Asimismo, la doctrina comunicacional del gobierno se reduce a una moralista y puritana reinterpretación del dilema, apocalípticos versus integrados. De tal modo, los jinetes del apocalipsis de empresas 1BC deben salir del aire, en nombre de la patria y de bolívar, para ceder su espectro radioeléctrico a los integrados del gobierno, cuya principal ambición es el poder y la sed de lucro.
Por consiguiente, los integrados del gobierno se han erigido en los nuevos Cisneros de la televisión Venezolana, compitiendo en tamaño, alcance y envergadura con los monopolios del Tigre Azcarraga, Berlusconi y Rupert Murdoch. Así es, mi pana, Hugo Chavez es el nuevo Berlusconi de Venezuela, de Latinoamérica y del mundo.
No en balde, tiene bajo su puño el siguiente imperio catódico: Canal 1(antiguo Puma TV a ser transformado en un canal de noticias 24 por 7 a la manera de CNN, bajo la tutela del padrino Wilmer Ruperti, el que salvo a Chavez en el paro a través de su emporio bucanero), Avila Tv(la MTV de Juan Barreto), Canal 8, El canal de la Asamblea Nacional(ASNTV), Vive Tv, Telesur( que acaba de comprar y absorber a la CMT de Petricca, eliminado a otra señal de la competencia), y ahora RCTV, a lo cual hay que sumar Venevisión y Televen, pues están ideológicamente arrodilladas ante Miraflores.
En total, son 7 canales de televisión en manos de la misma gente. A esto le llaman competencia desleal en las leyes ecónomicas de mercado. En dos platos, se trata de un vulgar multimedio ultranacionalista, el que ha creado Chavez con estos 7 canales monocolores. Un vulgar multimedio corporativo que no sería admitido ni por la legislación de un país africano. En Francia se abren procesos judiciales por menos que esto.
En lo personal, no comulgo del todo con la programación de RCTV. Me parece realmente chabacana y alarmante,desde mi óptica ortodoxa académico universitaria. Sin embargo, estoy lejos de apoyar esta medida absurda y arbitraria, porque entiendo que la mal llamada televisión populista y alienante también tiene su espacio y su razón de ser dentro de un sistema democrático.
No por casualidad, la gente sigue aferrada a la programación del canal 2, a pesar de la irrupción de la supuesta oferta dignificante y humanista de los canales del estado. De hecho, el rating de todos los canales del estado no llega a sumar ni la mitad del share del RCTV.Las razones son más que obvias, pero vale pena reparar en algunas de ellas.
Primero, el gran público busca la evasión, el escapismo y la fantasía compensatoria que le brinda la televisión comercial. Es una lástima pero es así. Al público le gustan las ficciones y las realidades en forma de show. Y la televisión demagógica ha aprendido como industria a satisfacer todas estas necesidades, explotando el morbo, el sensacionalismo y el apetito de consumo.
Segundo, la televisión de estado ha tenido serios inconvenientes para comunicarse con las audiencias nacionales acostumbradas a la dieta de RCTV y Venevisión.
Tercero, todos los intentos que se han hecho en el mundo para revertir los males de la televisión comercial han fracasado estrepitosamente. Estos intentos fracasaron en Cuba, el modelo Venezolano. Y fracasaron porque los cubanos ven la televisión cubana porque no tienen más nada que ver. Por lo demás, he estado en Cuba y he podido corroborar que los Cubanos detestan la televisión cubana, porque siempre transmite los mismos enlatados, las mismas comiquitas, las mismas películas y las mismas noticias, en un país donde informativamente no pasa nada. Todo está bien en Cuba. Fidel está bien. Lo dice su médico de cabecera, así que a dormir tranquilos y a seguir soñado con el futuro.
Cuarto, la programación de canal 8, Telesur, Vive y ASNTV es no sólo fastidiosa, cursi,boba y anacrónica, sino peor aún, idéntica y análoga, carente de diversidad. Y por eso, los canales del estado se anulan entre sí. Es un mismo mensaje que se repite con variantes por siete canales distintos.Comunicacionalmente no tiene sentido. Físicamente,menos. En consecuencia, la gente no termina de entender cúal es la diferencia entre uno y otro, si todos pasan lo mismo, y algunas veces hasta en cadena. En efecto, y usando los términos de Ramonet, estamos ante un sistema encadenado, como el de las agencias informativas, los periódicos y los noticieros,sincronizados por el factor de la actualidad internacional.
Quinto y último, el entretenimiento moralista, censurado, políticamente correcto, antiséptico y monocorde que se filtra por medio de la programación gobiernera, está absolutamente reñido con el hemisferio izquierdo del alma humana. No puede ser de izquierda, no puede ser progresista, una televisión tan conservadora y de derecha, tan de derecha nacionalista y militarista. La condición humana es contradictoria y ambivalente por naturaleza. De manera que una programación que niega la parte del maldita y mezquina del alma humana, está condenada al fracaso.
Por eso, en esta batalla, estoy con RCTV, en agradecimiento a todas las horas de sana decadencia que me ha regalado. Yo sí voy a extrañar a la Rochela, yo sí voy a extrañar a la Cocanaza, yo sí voy a extrañar al Loco Video Loco(que cada vez está méjor en toda su esquizofrenia parasurrealista), yo sí voy a extrañar a Pepeto, yo sí voy a extrañar a Te Tengo en Salsa, yo sí voy a extrañar a mi querida Mirella Mendoza y yo sí voy a extrañar a Miguel Rodríguez, con todo su cinismo oportunista dirigido por el maquiavelo caligarista de Marcel. Llámenme golpista, lamebotas, o como quieran, pero conmigo no cuenten para sacar del aire a RCTV.