Texto para ser usado

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Les pongo a lectura un relato corto.

Si alguno quiere y tiene ganas de decir algo después de leerlo, agradecido.

Saludos y mucho sol para todos, desde este futuro texto que pienso y escribo transfomándolo en presente que será inevitablemente pasado cuando la tecla enter haga lo suyo

 

Almas

 

Ella, ojos de asombro, labios pensados para otros labios tibios, el pelo remolineándole por la cara oval. El, anteojos de lector, sonrisa de contagio seguro, el pelo raleándole por arriba.
Saltaron juntos por sobre la vida. Unidos por un solo corazón de fuego, recorrieron esquinas de dolor y desconcierto, playas para estacionar las ganas, cortos pasos de convivencia. Fueron horas de vino blanco y quesos, ventanas recortadas en la noche, miradas sin fin hasta que el sol.

Pudieron matear entre palabras que finalizaban sobre las espaldas de cada uno.
Las pisadas de ella recorrieron las pisadas de él y lo llevaron de paseo. Las manos de él volaron por las de ella y la llevaron entre perfume a tierra mojada.
Fue contra el vidrio de una mañana que ella lo vio desdibujarse.
Fue contra el sol de un atardecer que él la dejó volverse puro silencio.
Los cines donde estaban sus películas, las mesas donde esperaban sus café, los lugares del amor a ratos y sin control, comenzaron a teñirse de sepia.
Ella empezó a ser reflexiva y él a pagar impuestos. Cuando él se perdía en  libros de aventuras con piratas ella resbalaba hacia la música sin melodía. Así conocieron el desierto.
Una fecha cualquiera ella dejó de estar. Un día de tantos él bajó los párpados.
Comenzaron a escribir solos el nuevo tramo de la historia que cada cual se elige, ella con sus vestidos raros y sus juegos de palabras y él con sus andares sin horizonte, su trabajo de horario fijo, su comodidad.
Dicen que ella tuvo un eclipse detrás de las espaldas de un compañero que se asomó sin saber por qué. Cuentan que él sumergió la existencia en una dama con tres hijos que miraba los colores de cada voz mientras dibujaba casas para otros.
Ella fue madre y él padre de las criaturas que juntos habían soñado. Los viejos proyectos quisieron convertirse en verdades pero terminaron como departamentos impersonales.
Ambos se separaron y los dos empezaron otra vez. Para ella fue duro porque los chicos y para él fue áspero sin los chicos.
La vida los volvió a juntar sin aviso: cruzaron sus correos electrónicos, se enteraron de las respectivas direcciones, intercambiaron frases a modo de jugadas al azar y al fin se vieron.
Ella, ojos sin asombro, labios hartos de mentiras, el pelo color olvido sobre la cara oval. El, lentes de contacto, sonrisa de compromiso, casi calvo.
Cayeron sobre la vida. Unidos por la desilusión, se quedaron quietos. Fueron horas de caricias y consuelos, comida sin picante, cortos tragos de vino tinto, una casa alquilada en la noche, conversaciones hasta que el sol.

Seis meses después se casaron, se mudaron a un lugar no tan grande pero propio, pagaron impuestos, trabajaron mucho y se quejaron porque no les alcanzaba. Los chicos de ella terminaron el secundario y se fueron. Los hijos de él nunca más lo vieron.

Hoy los vi, cerca de los sesenta y cinco, andaban mirando paisajes urbanos a paso lento.

Tal vez son felices.

 

4 Comentarios

  1. Me gusta tu forma de decir narrando narrandito, pero chico, me hice bolas con los hijos de ella que eran de él, y al final salieron otros hijos que eran solamente de él, y no está muy claro si era la primera mujer dos veces, y una vez la segunda mujer, una sola vez, esa mujer donde él sumerge sus miradas nuevas, al principio y miradas viejas bastante usadas al final. El eclipse de ella fue total, está bien, las mujeres somos más discretas con eso de eclipses, ya sean totales o parciales.

    Felicidades, escribes muy bien.

  2. Isis -vaya nombre- te diré que la vida suele ser así: un bollo de hijos y relaciones que nunca terminan de entenderse. Lo que importa es el resultado final: tal vez sean felices.
    Muchas gracias por tu opinión, por recuperar el placer de la lectura.
    Ah, un pequeño secreto entre nosotros: el relato tiene doble autoría. Es de Armando y osvaldO, socios literarios, hermanos del alma o locos de atar según dicen sus respectivas mujeres. Tiralíneas es pues un alma de cuatro manos, aunque para simplificar escribe y habla como uno solo.
    Un beso grandote para tí. Espero que continuemos en contacto. De nuevo gracias a ti y a todos los que leen.

  3. Pues, anda, menos mal que este comentario comentario mio te hizo retomar el placer de la lectura. Yo ando aquí en este mundo a la caza de un buen foro literario, pero no lo hay, la gente no participa, parecería que come rebanadas de aire, no tiene fuerza para escribir y manifestar su pensamiento. En el único foro que me gustaba, se armó una bronca de amo y señor mio, y lo peor del caso es que yo andaba metida en el rollo. Ahora voy a dejarlos descansar por algún tiempo y como dijo McArthur, regresaré ¿qué se esperaban, pues, que no regresaría?…

    Eso de los bollos, tienes razón Tiralineas, así son las relaciones de ciertas personas, se les va la vida en enredar y desenredar la madeja, lo malo es que en ese teje y maneje no se daban cuenta que era la felicidad la que tejian con agujas de ganchillos, dos reversas y un izquierdo, dos reversos y un derecho, mas la puntada larga… Uf!, qué digo.. y bueno tratemos que los bollos lleven mantequilla por lo menos.

    Eso de Armando y Osvaldo como autores, además de ti, me da explicación a lo inexplicable del relato. Bien hecho. Saludamelos a ambos, por fa. Y cuelgate otro ¿no? que yo me colgaré también un cuentecín, o algún poema cualquier día de estos.

    Salud y que la suerte te sea favorable

  4. Oye, cuando envié el comentario se regresó porque había olvidado que había que sumar. Suerte que en este foro te enseñan matemáticas, y todo por el precio de uno… Pero la suma es para saber si no es un spam ¿entonces los spam no saben sumar? mira pues, quien lo diría

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