La Guerra invade los hogares del medio oriente, la violencia invade los hogares del mundo a través de una caja de oscuras intenciones; los jóvenes son destinados por Hades a morir antes de los veinte años. Somos victimas de los flagelos imperialistas, es más costoso una pieza de pan que la dignidad de un hombre, y en la actualidad la virginidad de una mujer es su principal enemigo.
La paz ha abandonado al hombre; predicciones, revelaciones, mierda enfrascada para idiotas. Fronteras insolubles de odio y rencor, que carcomen las barreras de lo humano y se convierten en racismo, en vil envidia de la existencia, en cochino dinero, en puro capitalismo. Compra y venta de armas, bolsillos llenos de sangre Árabe y Judía. Soldados sin madre, hijos de un juego electrónico que enseña a matar a los niños desde los cinco años.
Estamos hartos de tanta ruina, nadie escucha la verdad de cristo, la de Marx o la de Lennin. Hablamos de igualdad entre los hombres y nos repelen con algarabía estúpida. Hablamos del futuro de la humanidad y nos mientan a Cuba y sus barrios pobres. Intentamos hacer socialismo y de inmediato CNN realiza una cobertura espacial de mil quinientas horas para demostrar con papel higiénico del pentágono que el socialismo es malo. Estamos hartos de las fronteras y de USA, hasta cuando, a los desertores de Cuba les pagan por nadar y a los mexicanos le cobran por pasar. Mejor hagamos un Reality Show, pongamos cámaras, soltemos lobos y tigres, si es posible, después revolquémonos de la risa, mientras los perros le mastican la cabeza al cadáver de un mexicano de tres años.
Dejemos el teatro y las mentiras del espacio a los directores de cine que se drogan en Los Ángeles y llenando sonrisas al pueblo diciéndoles que La Vida es Bella y que los Marcianos Atacan. Digamos al pueblo la verdad; es decir, mientras los empresarios cuentan dólares, nuestra función trabajar para que nunca paren su faena. La paz se fue, el mismo día que se invento la guerra, a la misma hora que el imperio se hizo acreedor del destino de las naciones “pobres”; en el mismo instante en que recibimos el primer regalo gringo, que les da derecho a pretender nuestro petróleo y llevarse el hierro. Se fue la paz, sin que me diera cuenta, nací muy tarde para advertirlo, ahora, Pancho Villa es un maleante, Bolívar un rebelde buscador de fama y BUSH es premio novel de la paz.
Luis Perozo