Cappy Donzella, amigo y colega de la Radio Nacional me recomendó que mejor que tirar piedras es estar dentro de la caravana. Pero como nunca he logrado estar en esa caravana-mascarada de falsos talentos, pedestres narradores y poetas ictiológicos que forman la extensa avifauna literaria de este país, como no creo en grupúsculos de alegres beodos enamorados de sí mismos, ni me parece fabuloso copiar a Valera Mora para hacerme acreedora al título de poeta o tomar el estilo imprecatorio de Denzil Romero para escribir una novela que seguramente será olvidada, tiro piedras. Tiro piedras a ese amiguismo, a ese compadrismo literario que tanto daño ha hecho a nuestras letras y que como la carcoma corroía los cascos de los antiguos galeones, corroe las bases de nuestra actividad literaria. Ya está bien de colocar como directores de editoriales a escritores fatuos, que publican a sus amigos sin lecturas y que postergan hasta el infinito las verdaderas obras literarias, ganadoras de premios y reconocimientos, sólo porque la autora en cuestión no es su amiga. Tienes razón. No soy tu amiga. Nunca seré amiga de la mediocridad, del facilismo ni del compadrazgo literario..
Buen comentario,directo, águdo y en el blanco.