Diario de Alejandría
Autor: José Jesús Villa Pelayo
por MAGDALENA MATTAR Almazábal
Magdalena Mattar Almazábal ha sido profesora de Español, Lenguaje y Comunicación, en la Universidad de Concepción-Chile, en la Universidad de las Comunicaciones, en Institutos de Preparación Prueba de Aptitud Académica y Enseñanza de español a extranjeros, y Preparación material audiovisual, lenguaje y comunicación. Editora revistas de poesía Fuego Negro y Envés. Departamento de Lenguas, Universidad de Concepción. Propietaria Centro de Atención Psicológica y Talleres de Arte, Luis Pasteur, y correctora de textos Min. de Educación, Santiago. Costa Rica: Editora y correctora de textos Editorial Caribe. San José. Venezuela: Periodista, crítica literaria y redactora Diario VEA y Galería dominical. |
1.- Resumen
El Diario de Alejandría se inicia, en aras de su nombre, en dos escenarios, el público y el privado. El “diario” se supone un relato íntimo y Alejandría es el símbolo de la máxima expresión cultural del mundo antiguo El acto literario surge como magia inseparable de la polarización que opone una zona sagrada: privada, pura, perfecta, a un espacio profano, el exterior donde se ha desencadenado la guerra, el estruendo, el caos. Del mismo modo es inseparable de los intercambios que se establecen entre los dos campos. Su polarización en dos zonas distintas permite la realización de esta síntesis creadora. El papel de los lectores consistiría en prolongar o ejecutar las sugerencias formuladas. Holderlin invoca al corazón popular y a la patria: “¡Oh! Sagrado corazón del pueblo. ¡Oh! Patria.”
La catarsis programada habría que interpretarla como el resultado de esa polarización en dos zonas diferentes, resultado de dos universos opuestos pero complementarios. La polarización del espacio en sagrado y profano constituye un elemento importante en la vida, y esto no en función del carácter estático de esa división, sino en virtud de la prolongación e intercambios a los que da lugar en distintas épocas y sociedades.
La guerra invade una ciudad, Necrópolis, y estremece el espacio celeste. Se evidencian, claramente diferenciados los dos ambientes: el exterior, signado por la guerra y el caos;
y el segundo, por la belleza, la armonía, los recuerdos de una vida familiar un tanto idílica, el hallazgo de una mujer “pura” y, sobre todo por la cultura en todas sus expresiones: religiosa,, literaria, musical, espiritual, y, esencialmente, poética. Asimismo se produce la oposición entre los dos tiempos, el de la violencia y el de la poesía, que muere. Pero, ni el estruendo exterior, ni las bombas, ni el caos desatado impiden la creación poética, la lectura y análisis de textos con su correspondiente interpretación y clasificación.
La interpretación de Fausto, de Goethe, nos introduce en el gran tema del relato: el titanismo prometeico que ha invadido el mundo con su “hibryis”, su exceso, su desmesura, su violencia sin límites, su orgullo y soberbia, opuesto al mundo hermético cuyo emblema literario es Don Quijote, o Hamlet, que representan la ausencia de ambición de poder, conocimiento o eternidad. Cronos, un titán es inteligente sólo en apariencia. Una mentalidad titánica implica la astucia, la mentira y las más hábiles invenciones, que presupone alguna deficiencia, todo lo cual ha arraigado en la realidad humana.
Autores titánicos, Wells, Orwell, Huxley, Goethe, Blake, fueron exaltados y glorificados; no ocurrió lo mismo con los simbolistas como Baudelaire, Mallarmé, Rimbaud…el poeta es un hombre más en un mundo con problemas.
El narrador personaje posee un conocimiento literario muy amplio, universal, y aplica un análisis a las obras y autores más importantes de todos los tiempos y culturas, así como a la realidad política actual. Su visión es extremadamente pesimista respecto del futuro de la humanidad, por la explosión del caos, donde la poesía y el amor cortés se disipan en la transmodernidad que adviene sobre la tierra. La élite fáustica y toda su secuela posterior de autores literarios, que con sus obras prefiguran la realidad, han contribuido a crear un mundo prometeico que viola la ley natural: universo nietzcheano dominado por superhombres, quienes en busca de la inmortalidad y la supresión del dolor intentan imitar a Dios. Estos autores anuncian en forma cifrada, y a veces no tanto, el advenimiento de la tranmodernidad: un futuro ciertamente aterrador.
El tema prometeico se enlaza con otro tema, la función de lo imaginario en la sociedad. Así el libro de Fukuyama es profecía autocumplida. Aparenta ser una invectiva contra el modelo de sociedad posthumana que propone la revolución biotecnológica, que sucedería a la postindustrial, pero resulta ser todo lo contrario. Como el de Huxley es todo un manual de instrucciones para el diseño de la sociedad posthumana, modelo ofrecido al público mundial, masa y élites, a través de esta técnica literaria inversa, ingeniosa operación de guerra cultural. (¿ El fin de la historia y del hombre?) Dentro del esquema de las ideas postmodernas prefiguran la muerte de la industrialización, capitalismo, instituciones, Estado-Nación, familia, pareja Dios, litertura, poesía, autoridad,ideologías…en general de los grandes meta-relatos: la idea del fin de la historia que Hegel había formulado.
La conciencia de la perfección, el lenguaje de los imperativos, el lado inverso de la humanidad, la daga de Exéter, la voz de Fingal…el narrador discierne un lenguaje cifrado que le pertenece y que lo angustia: sospecha el devenir de la circularidad, del infinito.
Borges profetiza la cauterización de las masas mundiales ante el cinismo político y el tiempo de una casta nazi, guerrera, amante de las artes, pero también de la tortura y del genocidio: lo importante es que rija la violencia, no las serviles timideces cristianas.
Esa época implacable se revela en el enfrentamiento entre oriente y occidente, la gran conflagración mundial que Blake previera.
Una casta prometeica, ultraconservadora, anhela la violencia y aspira a la imposición de un Nuevo Orden Mundial transmoderno y poshumano.
Persiste la idea de la perfección, pensamiento eleusino de un mundo siempre inacabado. La idea del infinito “que merodea, labra y destroza lo que escribo”.Labor extendida sobre un tiempo inacabado, fragmentado, por realizarse. La obra de arte, dice Jean Duvignaud, parece continuamente inacabada. Las generaciones sucesivas la completan. Esta matriz de significados en búsqueda permanente se significación, sostenida por esta elaboración compleja puede llegar a universos mentales diferentes, porque cada vez la pirámide de elaboraciones múltiples sostiene y proporciona nuevamente informaciones a las cuales atribuimos el sentido que ellas esperan. Construye un aspecto de al existencia que, de esta forma, se hace transmisible.Todo es manifestado, analizado, dramatizado. Lo dramático reside en que cada generación al sugerir un sentido, que no puede ser logrado implica un tormento porque la realización plena está eternamente diferida. Es Orfeo o aspira a serlo “”una suerte de Orfeo transmoderno anclado en medio del naciente estado de caos del siglo XXI. Rilke lo sabía. “no quiero ser visto ni escuchado. Apenas deseo pronunciarme en la escritura”. “…continuar habitando la pureza de un mundo ignoto”, dice el narrador refiriéndose al Diario. Sus blancas páginas, plenas de signos y caracteres en otros idiomas y bellos dibujos, surgen como expresiones de angélica belleza en que vuelan rosas ( “A rose is a rose is a rose is a rose”) pájaros, caballos, versos, naves que surcan mares, música, tormentas, hojas, cielos…la belleza primigenia del mundo que se opone al otro mundo, el de la desolación, poseído por la locura y al violencia, en el cual actúa Prometeo desencadenado, provocando la tragedia sin remedio.
Pero persiste la poesía y su omnipresencia en el mundo con su lenguaje indecible, alterado, punto de fractura y equilibrio entre lo humano y lo divino.
El texto finaliza estableciendo una relación entre el momento actual que vive la humanidad con la teoría de Platón. Éste vislumbra el futuro apocalíptico del mundo y de la Atlántida.Prefigura el Armagedón. La Atlántida es finalmente hundida después de intentar esclavizar el mundo.
Las últimas páginas entrelazan notas de música, poesía, canciones, pensamientos, con las bombas que caen sobre Beirut, evocando la matanza de los niños de Caná.
2.- observaciones sobre el tratamiento del tema
El tema del titanismo se refiere a la energía desproporcionada y desenfrenada que se manifiesta en diversas formas de vivir: religión política, negocios, tecnología, comunicaciones, arte, en el mundo actual, cuyo antecedente lo encontramos en la mitología griega, en la lucha de los titanes contra Zeus, que representa el orden, el control, la mesura.
El acto de destrucción constituye el foco del relato y alrededor de él se organiza el campo literario de los sentimientos, emociones, reflexiones, pasiones, ideas…El tema titánico es introducido a través del análisis e interpretación de Fausto. Dionisos y los titanes son los protagonistas de la concepción órfica del mito: dos fuerzas personificadas y en oposición dentro de las sociedades. Que se pueden percibir en los niveles internos y externos. Creo que el tema es tratado en forma unilateral, ya que el titanismo está en la naturaleza humana. Encadenar al titán equivale a reflexionar sobre nuestra propia naturaleza. Sólo un trabajo constante y el ejercicio permanente de las virtudes cardinales permitiría doblegar esa parte titánica de nuestra naturaleza, la cual es casi imposible traer a la reflexión. Esquilo retrata en forma extraordinariamente vívida cuán imposible resulta comunicarse con esa parte titánica de la naturaleza humana.
El texto mismo es titánico porque está gobernado por el impulso futurista : Texto escrito el año 2004 se identifica como “una exploración literaria del futuro, una hipótesis fantástica sobre el futuro de la humanidad, elaborada como realidad alterna…Ingeniería mágica, porque la creación literaria es ejercicio de “magia simbólica”. “Su enorme poder de transformación y representación de la realidad, es acto alquímico, cuyo material fundamental es la palabra”. No puedo evitar considera este párrafo prometeico y titánico. Prometeo se jacta: “En sus corazones, yo planté firmemente la ciega esperanza”. La expectativa futurista, en el texto la visión apocalíptica y la alternativa de un orden mundial que el autor ofrece, son fundamentalmente titánicas. Nos arrancan del aquí y el ahora.
Según la imaginería de los evolucionistas el hombre se hizo humano al obedecer a impulsos biológicos y no como consecuencia de un proyecto de creación bien organizado. La evolución del hombre ha tenido un sentido oportunista. Sin esos impulsos la humanidad se habría visto atrapada en la especialización; pero el oportunismo le permitió evolucionar y sobrevivir. Es el oportunista, semejante al titán a quien podemos atribuir nuestro desarrollo como humanos.
La teoría de la evolución no se diferencia mucho de la órfica, sobre un hombre creado de las cenizas de los titanes. Los órficos se consideraban superiores al resto de al humanidad. Ellos eran los iniciados, los puros, los perfectos.
Los griegos de la época clásica hicieron manifiesta esta conducta excéntrica de titanes y héroes, que a la luz de estudios psicológicos junguianos es percibida como psicopatía.
Otro tema es el mito fáustico. Fausto es imagen de Prometeo con su anhelo de inmortalidad, poder y gloria, asimismo en su anhelo futurista: “Perezca yo al instante si digo al momento fugaz, detente, eres tan bello”.
En la Polis aparece un hombre dotado de un nuevo prestigio: el hombre de la palabra, de la retórica. A partir de entonces la palabra deja de ser una ensoñación para convertirse en actividad política. Al descubrir que la palabra es un instrumento de acción sobre los hombres, y la persuasión un medio de modificar las conciencias, más eficaz que la fuerza. Tratándose de pueblos esclavistas no debe ignorarse esta costumbre de hacer de la existencia un objeto de debate, conversación y dialéctica. Este triunfo del “hablador”, anuncia la victoria de la política, pero prepara también el de la tragedia.
Antonín Artaud trata profundamente el tema de la prefijación a través del arte de los males que aquejan a la humanidad. También lo hace en forma magistral, el antropólogo y sociólogo francés, Jean Duvignaud, quien en su libro Sociedad y espectáculo, expone la tesis de que lo imaginario prefigura e “informa” las fuerzas creadoras que se enfrentan en la sociedad.
El Diario devela las sórdidas relaciones que se establecen entre las estructuras sociales y la creación artística, y relaciona esta teoría con la actualidad política y social de la humanidad.
3.-Extensión del manuscrito. Posibles supresiones
La extensión me parece adecuada.
4.-Observaciones sobre el estilo y la sintaxis
El estilo “diario” se define como reflejo de la realidad cotidiana transformada en ficción y posee características que le son propias: registro de sucesos, pensamientos e ideas. El texto, además, se inscribe dentro de al literatura moderna al romper con el tratamiento cronológico de hechos concatenados. Tiene una estructura fragmentaria, donde cada fragmento posee autonomía, Prescinde del clímax. La distribución de las partes no obedece a un tiempo lineal, sino elíptico o circular. Narrativa del pensamiento que expresa el cenit intelectual del ser humano a través de su vivencia íntima y de un proceso conceptual y afectivo que define el vivir y el acontecer con una dimensión espiritual que excede la inteligencia. Narración al mismo tiempo realista, done aparecen personajes que han existido o que existen en la realidad.
5.- Se advierten algunos errores de sintaxis y ortografía puntual
La publicación de esta obra, creo, sería un suceso dentro de las letras latinoamericanas. Las obras que han tratado los temas aquí desarrollados: Hesiodo, Kérenyi, Junger,Esquilo, Tudge, López Pedraza, Duvignaud, sólo llegan a un público especializado. Este texto está dirigido a un público culto, pero no especializado. Además posee la característica de relacionar esta temática con la realidad actual, lo cual la hace más comprensible para el común de los lectores. Ésta creo es al razón de más peso para su publicación.
En cuanto a su comercialización, habría que hacer énfasis en su valor como texto de denuncia y develamiento de la arquitectura oculta que subyace en toda creación intelectual.