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Apocalypto

Esta, no es una cinta sobre el imperio Maya. Tampoco es una cinta sobre una civilización que Mel Gibson no conoce pero de la que pretende hablar. Mucho menos es una cinta histórica que indague en un hecho particular de la historia que se presta a muchas interpretaciones de las cuales Gibson toma una y se genera una polémica en quienes defienden alguna de las otras teorías sobre ese hecho en particular. Apocalipto es, ni más ni menos, una película de acción sobre un tipo que busca venganza.

La cinta nos descubre a una exageradamente armónica tribu, que vive de la cacería, también vive en paz hasta que son invadidos por otra tribu que los secuestra y vende como esclavos. Uña de Jaguar el líder de la tribu víctima, logra esconder a su familia en un pozo, luego escapa de sus captores aprovechando un eclipse de sol e inicia una espectacular venganza contra quienes lo deshonraron primero. Después rescata a su familia y terminan contemplando la llegada de los conquistadores Españoles a América.

Podríamos decir que los conquistadores españoles llegaron casi cinco siglos después de que la civilización Maya desapareciera, qué los Mayas eran excelentes astrónomos y por tanto podían prever un eclipse de sol, qué las tribus Maya estaban en guerra entre ellas y por tanto no podían llegar a secuestrar y fastidiar a una tribu que estaba en paz y en calma cazando. En todo caso, alguna razón de fondo debía existir para que llegaran a atacarlos, además, la tribu de Uña de Jaguar debía estar en conflicto con alguna otra porque esa era la naturaleza de los Mayas. Podría alegarse también que la tribu pacífica y bonita que vemos al principio vivía de la agricultura y que colocarlos como cazadores solo es un recurso para que Gibson nos regale algunas brillantes secuencias donde los indios cazan sus presas.

Pero, ¿para qué decir esas cosas? Aquí lo importante es el como y no el qué. Lo que vamos a ver en este film son secuencias de acción, trampas, emboscadas, peleas hombre a hombre, peleas hombre a hombres, peleas a cuchillo, peleas a piedra, peleas a mordiscos, peleas, peleas, peleas, persecuciones, peleas, grititos que en vez de decir “I  gonna kill you motherfucker” dicen “jakumaya, mayuyayei, mayeiyuoa, mayasheleyama”; como para que los más idiotas de la sala digan: “Guao, Mel Gibson siempre investiga bien antes de hacer sus películas, igual fue con La Pasión de Cristo que está hablada en el idioma original de Jesús. Este tipo es tremendo artista, ojalá haga una próxima película hablada en español.”. Lo demás es una rutina: pelea, sangre, gritos, persecución, pelea, sangre, gritos, persecución, momento forzadamente reflexivo, diálogo pseudointenso, pelea, persecución, sangre, sangre, pelea…

La civilización Maya, el que los actores sean casi desconocidos, y la mediocre, etnocéntrica, absurda y hasta irrespetuosa visión que posa el señor Mel sobre los Mayas, son solo el contexto, el jugo, el aire fresco que Gibson debe inyectarle a una historia carente de sustancia y rebosante de lugares comunes. Apocalipto es: Arma Mortal en la jungla.

Así que les doy un consejo, vayan a verla sin esperar una lección de historia, cómprense una buena cantidad de cotufas y seguro la disfrutarán, porque dentro de todo, hay que decir, que es adrenalítica, emocionante, trepidante, está muy bien dirigida y hasta bien actuada. Lo que me molestó es la pretenciosa intención del señor del Corazón Valiente al decirnos que esta cinta era una suerte de revisión histórica profunda sobre una de las civilizaciones más grandes y avanzadas que hayan existido jamás, cuando en realidad es solo una cinta dominguera muy bien empaquetada.

9.5/10 Como película de acción

3/10 Como cinta histórica sobre la civilización Maya.

John Manuel Silva

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