En vano se nos intenta sensibilizar con imágenes horrendas de fetos en camino. Y al final, uno sencillamente prefiere que las cinco madres no traigan al mundo a esos baby chuckys, dándole la razón a la tesis del Doctor Carlos Cámara.
Ni hablar de Emma Rabbe, Luis Así lo Veo Chaiteing, Lourdes Ciudad Bendita Valera, Norkys Calendario Batista y Ana Maria Hago Cameos Estupidos En Todas Las Peliculas Simon, quien llega de la nada a cargar el niño de Danielita Alvarado.
Por cierto, Danielita Alvarado establece un nuevo record guinnes en 13 Segundos: pasar todo el metraje de la película sentada en una poceta,intentando echar por el excusado a su criatura. Criatura lynchesca que nace chucuta, para que el director le haga unos planos amarillistas espantosos de Archivo Criminal que pretenden conmovernos.
Mención especial para el pana que hace de loco, pegando gritos y describiendo la película en voz en off, con el tonito maniqueo del presidente en las Cadenas. Resulta que el pana es como un fanático republicano antiabortista, de esos que llegan a las clínicas cargados con bombas y demás a amenazar a las madres que se quieren practicar un aborto. Y pues nada, que la película defiende de frente y sin complejos la tesis bushista de este engendro paranoide de la posmodernidad, que sueña con un futuro de sobrepoblación, hambre y miseria, donde los niños puedan vivir en paz. Para salir corriendo, vale. Y lo peor es que la gente la disfruta con total pasividad y resignación en el cine. Supongo que debe ser la misma pasividad y resignación con que terminarán de aceptar y admitir lo de RCTV, a cuenta de que es un canal golpista, embrutecedor y malo. Aprovecho, de nuevo, para decirles que estoy con el 2, y que lo prefiero a cualquier proyecto supervisado y controlado por el estado. Ya es suficiente con ocho canales gobierneros, para que tengamos que calarnos uno más.
En resumen,y volviendo con 13 Segundos, no entiendo en realidad como puede haber gente que le guste este tipo de anticine literal y grueso, que subestima a su público con explicaciones redundantes y finales de opereta. Poco faltó para escuchar a Andrea Boccelli en la banda sonora. Eso no es cine, hermano.Eso es como un episodio de Alerta, narrado por un David Perez Hansen esquizofrénico, engolado y sobreactuado. Y lo peor es que no da risa.
La película agota nuestra paciencia en menos de 13 segundos. A diferencia de Mary Pilli Hernández, yo no me quito el sombrero con este telefilm ratzingeriano de orientación contrarreformista.Yo pienso que Freedy Fadel, el director, es un pana de ultraderecha light y no lo sabe. Es un conservador inconsciente y políticamente correcto que cree estar haciendo el bien con su segunda película, después del barranco creativo de la chabacana Mi Mujer es la Que Manda. Yo prefiero creer que todavía hay chance para producir un cine diferente a 13 Segundos, sin estrellas de farándula y mensajes paternalistas de por medio.Yo le apuesto a la nueva generación. Yo estoy en contra del cine aborto que representa 13 segundos.Mientras tanto, la despenalización del aborto sigue cobrando fuerza en el mundo. Por desgracia, la vieja ola del cine nacional ni se ha enterado. Y cuidado, porque la Villa del Cine ha prometido para este año más reacción en masa. Definitivamente, este país se fue para atrás. Aquí no hay ninguna revolución. Aquí lo que hay es dinero, militares y poderosos con ideas trasnochadas. Aquí lo que hay es una regresión para proteger intereses económicos.