Estimados clientes y amigos,
El 30 de noviembre de 1993 abrió sus puertas la Librería Monte Ávila
Editores a los lectores de esta ciudad. Con los años y con mucho esfuerzo,
la librería no sólo se convirtió en el lugar de encuentro de escritores,
artistas, profesores, estudiantes y lectores en general sino que irradió su
encanto más allá de las fronteras de la ciudad y del país. La librería del
Teresa fue desde sus inicios, una clara referencia de librería cultural,
donde tuvimos la suerte y la dicha de ofrecer todo el catálogo de la casa,
nuestra querida Monte Avila, además de todos los fondos editoriales que
pudimos adquirir para nutrir una buena oferta bibliográfica, creyendo
siempre en la bibliodiversidad.
El martes 8 de mayo del presente, a las 7:20 p.m., la librería cerró sus
puertas. Nos embarga la tristeza lógica de dejar atrás el esfuerzo de casi
catorce años pero nos sentimos contentos y complacidos de haber entregado lo
mejor de nosotros y haber logrado hacernos presente en el mapa personal de
librerías de cada uno de ustedes y en la memoria de esta ciudad.
Vivimos momentos de esplendor y también tiempos de incertidumbre. Junto a un
nutrido grupo de compañeros y amigos que formaron parte del personal de la
librería en sus diferentes momentos, tuve la suerte de estar antes y después
del cierre de sus puertas. Junto a Katyna y el equipo inicial, vivimos
emocionantes tiempos de apresuramientos para la apertura. Hoy, junto a mis
compañeros, Katiuska, Amelis, Iraida, Yudely, Carolina, Alexander, Rita,
Fabiola y Yanelys, hemos vivido momentos de profunda tristeza pero nos
sentimos orgullosos por el trabajo realizado.
Son muchos los nombres que deberíamos mencionar y más las historias que se
tejieron dentro y alrededor de la librería, sin embargo, no es tiempo de
contar historias, ya tendremos ocasión para hacerlo. Por lo pronto, deseo
hacerles llegar nuestro más profundo agradecimiento por habernos apoyado
todos estos años y haber sido ustedes los más importantes actores de esta
obra.
Hasta pronto.
Ángel R. García – Librero
¿Por qué?
politicas «culturales» del gobierno de asnos que sufre Venezuela.
Qué tristeza. Primero fue la tienda del cine, ahora la librería. Pronto ser analfabeta será obligatorio.
comenterario de http://cuestiondemetodo.blogspot.com/
Una amputación cultural: cierra sus puertas la librería Monte Ávila del Complejo Teresa Carreño
Tal vez como un preludio a cuando quieran estos revolucionarios de sexto grado apuradito cumplir sus amenazas y ponerle al complejo Teresa Carreño el nombre de Alí Primera (o Carlos Marx que acentuaría nuestra obsesión habanera), la librería Monte Ávila del Teatro Teresa Carreño cerró sus puertas el pasado 8 de mayo, según leemos en un mail del responsable de dicho local, Ángel García…
Todavía no hay explicaciones, pero de antemano se reviste de la materia con la que estan hechas muchas de las cosas que hace la gente de cultura del gobierno revolucionario.
Hagamos repaso de dos de las principales excusas de amenazas a instituciuones culturales:
¿Será que no daba los niveles de ganancia adecuados? Nos extrañaría este razonamiento en un gobierno socialista, el gobierno revolucionario debería apoyar los poderes creativos del pueblo soberan subvencionando hasta en la quiebra a este tipo de entes.
¿Será que era elistesca? Realmente falso, sobre todo si se considera que era una referencia fija para quienes buscaban textos habitualmente incluidos en los programas de lengua y literatura de colegios y liceos o en los programas universitarios y que como Piedra de mar -Francisco Massiani-, Cubagua -Enrique Bernardo Núñez-, El mago de la cara de vidrio -Eduardo Liendo-, Comunicación y cultura de masas -Antonio Pasquali-, Ifigenia y Memorias de Mamá Blanca -Teresa de la Parra- pertenecen al magnífico catálogo que ha amalgamado por años Monte Ávila.
Incluso, el agradable segundo nivel de literatura infantil, hacía que muchas veces los fines de semana, los niños, que habitualmente apenas si encuentran refugio libresco en el Banco del libro, se acercaran a adueñarse de este espacio.
Aunque no sea más que una hipótesis, nos aventuramos a pensar que puede ser un capricho más de Francisco -que insiste, con pueril terquedad, en que le digamos Farruco- Sesto Novás, nuestro ministro del poder popular para la cultura.
Para esto debemos comentar que el ministro Sesto se ha publicado par de libros mientras ha ocupado el cargo y que con entusiasmo, a través del semanario Todos adentro, nos comenta que esta revolución es tan democrática que hasta los ministros pueden publicar (¡Vaya giro al tráfico de influencias!).
También que en las llamadas librerías del Sur, en lugar de los libros de nuestros grandes poetas, como Cadenas y Montejo, los mesones y anaqueles de este género los encabeza… ¡Correcto! Francisco Sesto Novás. Podría alguien pensar que de repente esto no es producto de una orden directa sino de adulones que desean congraciarse con su jefe máximo. Nosotros acotamos: la adulonería es cultivada siempre, directa o indirectamente, por pensamiento, palabra, obra u omisión, por el receptos de los halagos.
Pues, sírvanos la última línea para enfocar nuestro punto de vista: por negligencia o participación directa, Francisco Sesto Novás ha oficiado como amputador de ese maravilloso reducto que era la librería Monte Ávila.
¿Qué va a montar ahora, ministro popular? ¿Un mercal de libros?
Mucho dolor se siente al ir al TTC y ver que ya no está el sobre el famoso local el nombre de LIBRERIA MONTEAVILA. Al analizar la situación, no es dolor es nostalgia por el cambio.
Investiagando el por qué el cambio pude averiguar que ahora funcionará allí Librerias del sur, antes kuaimare, que según los nuevos lineamientos editoriales propuestos por el gobierno, ellos se encargarán de la comercialización de todos los libros producto de las editoriales del Estado, digase Monteavila, Ayacucho, El Perro y la Rana, Casa de las Letras Andrés Bellos, etc., por ello Monteavila tendría prohibida la venta de libros.
Todo esto suena bien, hasta que te das cuenta que la cultura editorial se hasta viendo afectada pues se publica y se vende sólo lo que al gobierno le conviene, obviamente prohibido terminantemente hablar mal del gobierno, ni dar opinión sobre alguna disyuntiva con éste, aunque lo hagas muy bien ya no tienes oportunidad por esos lares. Ah! si no eres progobierno OLVIDATE de editar con ayuda del estado.
Huma
De verdad me da mucha triateza me inicie en esa libreria y trabaje por años alli y es un vacio que nos deja