He visto morir un hada, y vi también mariposas danzando a su alrededor, teniendo como único ritmo, la marcha fúnebre del aire.
ella resplandecía aun, con un brillo segador y triste.
Notaba sus alas heridas y sus pálidos labios, que encarnaban el amor de una vida; Notaba también su cuerpo inerte, que yacía sobre el pétalo de una roja rosa, que ascendía, seducida por el viento, hacia el hermoso resplandor de la luna, en una noche de eclipse.