1er. Chute
Creo que ya lo dije, a mí el béisbol, o el baseball, no me gusta, a mí lo que me gusta es el fútbol.
No sé, creo que todo comenzó cuando vi a Goicoechea (no el de la U.C.V., sino el portero argentino), parar los penaltis en la semifinal del mundial Alemania 90, en casa lloramos, saltamos y reímos con la hazaña del portero suplente. Y luego, en la final, lloramos a moco suelto cuando vimos al mismo Goicoechea no poder parar el penalti que Klisman disparó en su contra y que le arrebató el mundial a Argentina. Desde ese momento, y hasta ahora, he sido seguidor del fútbol.
Por eso, el que la Copa América se vaya a realizar en mi país, es algo que me llena de alegría y regocijo (y por favor, perdonen el cursi lugar común). Ahora bien, lamentablemente el gobierno de Hugo Chávez ha utilizado la copa como mecanismo de hacerse propaganda y como promesa de evasión. Por un lado, tenemos las pancartas, afiches, anuncios de radio, cuñas de TV, y el ridículo álbum oficial que tiene como barajitas al Presidente, al ministro y a otros funcionarios políticos. Por el otro, no sé si recuerdan que durante la inauguración de TVes, vimos a un grupete de señores anunciando la copa, como el emperador romano que anuncia el pan y circo que han de servir para que la gente se olvide de los problemas reales del país.
Pudimos apreciar el lamentable show que hizo el gobierno durante el sorteo de grupos de la copa, con producción de Joaquín Riviera y conducción de Fernando Carrillo y Anarella Bono. Allí, en una muestra de hipocresía al más puro estilo de Francisco Arias Cárdenas, vimos al presidente de la Federación Nacional de Fútbol de Venezuela, decir que “gracias a Chávez un verdadero amigo del deporte en Venezuela, tenemos esta copa América”. Ja, Dios que descaro pana. Este señor, hacía algunos añitos atrás, había acusado a Richard Páez de “haber logrado algo ficticio en el fútbol y al igual que Chávez él también pasará”. ¿Lo recuerdan? ¡que va!, el venezolano tiene memoria frágil. Aunque me gustaría decir que respeto a Rafael Esquivel, ya que es innegable que él tiene mucho que ver con el surgimiento de la vinotinto como equipo emergente, pero ese gesto tan hipócrita no puede dejarse pasar. También cabe destacar la actitud valiente asumida por Juan Arango, José Manuel Rey y el propio Richard Páez quienes con aplomo han expresado su rechazo al cierre de RCTV y contra la utilización de la Copa América con fines propagandísticos, en palabras de Arango, “no puede ser que le den las entradas de la copa a una gente que ni siquiera le gusta el fútbol”.
Luego, fue la exhibición del alcalde de Maracaibo, con un despliegue sin precedentes de publicidad a su gobierno hecha a costa de la Copa América.
Llega la hora de comprar entradas y estas, mágicamente, desaparecen, nadie puede comprarlas porque, obviamente, el gobierno quiere evitar cualquier utilización de este evento como plataforma para que los que se le oponen manifiesten el descontento que tienen (tenemos) contra su gobierno.
Cerramos el recuento con las amenazas del gobierno que prohibió las manifestaciones de calle y las aglomeraciones durante la copa.
2do. Chute
No voy a hacer un largo y aburrido recuento sobre los eventos deportivos hechos en medio de momentos políticos críticos. Pero podría citar las olimpiadas del 36 hecha en la Alemania Nazi, con presencia del propio Hitler en el estadio olímpico, donde Jessie Owens, decidió dar una lección de dignidad al no entregarse por medio y competir con altura para terminar ganando, en las narices del Führer, la medalla de oro. O citar el vergonzoso caso de la selección italiana que, a base trampas, ganó el mundial del 38 para recibir la copa de manos de Mussolini. O las olimpiadas de Munich, con el secuestro de los deportistas Israelíes. O el mundial de Argentina 78, ganado por los locales en plena dictadura de Videla y transformado por el régimen en una forma de llenar de alegría al país que tiranizaba.
En fin, no estoy comparando a Chávez con Hitler o con Mussolini, solo estoy citando ejemplos.
Lo que quería decir es que los eventos deportivos se han hecho en condiciones peores y los gobierno, en especial los autoritarios, siempre han intentado utilizar esos eventos como forma de hacerse propaganda o de llenar a la gente de un ficticio optimismo.
La intención del gobierno es clara, utilizar la Copa América para que la gente se olvide de RCTV, de la reforma constitucional, y nos entreguemos todos a la pasión del fútbol que nos aislará de la realidad.
3er. Chute
De los sectores que han señalado que no podemos olvidaros del país mientras la Copa América se realiza, hay dos grupos.
El primero, son los pajúos de siempre, esos que se escudan en el anonimato de reconocelos.com o de ruedalo.org, para fanfarronear sobre un supuesto boicot que le harán a la Copa. Igualito a los cientos de llamados que han hecho a marchar hacia Miraflores, o los llamados a la Fuerza Armada para que subleven contra el gobierno. Estos payasos se la pasan haciendo circular estrambóticos comunicados en los que declaran sus intenciones de hacer esto o aquello, pero por supuesto, estos señores nunca dan la cara y nunca hacen lo que amenazan hacer. Cunaguaros de papel, los llama Teodoro, habladores de paja, fanfarrones sin oficios, pajúos cobardes y de poca monta, los llamo yo.
El segundo grupo, son los que promueven el respeto a la copa, a los deportistas que participarán en ella. Pero al mismo tiempo llaman a que, pacíficamente, usemos la resonancia mediática que tendrá el evento para expresarle al mundo nuestro descontento con el gobierno y con la arbitraria medida tomada contra RCTV. A ellos me uno, yo quiero ver la Copa América, a mí me alegraría ver a La Vinotinto ganando partidos, me gustaría gritar gol, sin que por ello no deje de pensar en el país, es decir, podremos gritar gol y libertad (y que me disculpen quienes creen que cuando hablo de democracia o libertad estoy exagerando o usando un lenguaje grandilocuente fuera de lugar en el momento que vivimos).
Otra cosa, de manera hipócrita el gobierno ha anunciado planes y más planes de golpistas que quieren boicotear la copa para mal poner el nombre del gobierno. Esos mismo señores que, en tiempos de la U.R.S.S., apostaban por la Unión Soviética durante los juegos olímpicos aduciendo que los adecos manejaban el deporte nacional. Ahora son ellos los que se indignan ante el llamados de los periodistas a marchar el 27 de junio (en Caracas, donde no habrá sino un solo partido y será en próximo mes) Y pensar que son los mismo que aplauden y se babean cada vez que el movimiento anti-globalización utiliza estas citas deportivas para hacer sus protestas. ¿se acuerdan del ambientalista que se lanzó a una pista de Fórmula 1 para protestar contra la caza de ballenas en Canadá?, ¿recuerdan a los ciudadanos norteamericanos que usaron las olimpiadas de invierno de Salt Lake City para gritar su descontento por la invasión de Afganistán? ¿Cómo olvidar a los señores de Green Peace que usaron el reciente mundial de Alemania para promover los autos no contaminantes y protestar contra el gobierno alemán por su contribución al calentamiento global? ¿Alguien salió a acusarlos de golpistas o terroristas por hacer eso? ¿alguien les impidió hacerlo?
Concluyo diciendo que apoyaré a mi vinotinto, que seguiré la Copa América pero que a la vez, el mundo debe saber lo que pasa en Venezuela y si la tribuna mediática que generará la cobertura a la copa sirve para que elevemos nuestra voz de protesta, pues entonces debemos hacerlo.
¿Ustedes que piensan?, déjenme sus comentarios si quieren.
Otra vez, señor editor, gracias por el apoyo gráfico.