Oye pana: yo nunca he dicho que estoy en contra del anonimato en Internet, tampoco estoy pidiendo regulaciones a Internet. De hecho, hace unos meses, con motivo de los supuestos videos pornográficos que andaban circulando en el centro de caracas, escribí este artículo, titulado «Hay que proteger a los niños de Internet«. Yo lo que quise decir es que me parece despreciable usar un anonimato para agredir a alguien; lo dije como texto persuasivo, nunca punitivo. Nunca abogué por regulaciones como la Ley resorte, o dije que necesitaba que me «protegieran«. ¡Al diablo la protección!, ¡Al carajo con las regulaciones y con las mentes ilustradas que pretenden decirnos lo que es bueno y malo para nosotros!
Era una crítica simple: Si queremos un medio de comunicación absolutamente libre y sin controles de ningún tipo, deberíamos comenzar por usarlo responsablemente. Es decir, yo no he dicho que quiero que cesen los anonimatos, tampoco que espero que algún día designen a Carlos Ocariz como «Responsable oficial de la moral en la utilización de computadoras«, o que soñaba con ver la imagen de William Lara, en una presentación de P.P.S. que aparezca bloqueándome una página por su contenido impropio. Yo nunca plantee un sistema de control en la onda de 1984.
Por otra parte, The Internet Fuckwad Theory, es un texto purista y demagógico (yo lo recibí en mi mail hace como siete años, cuando estaba aprendiendo a usar computadoras), que pretende decir que Internet, como en un momento dijeron los cristianos fundamentalistas sobre la televisión, ejerce un «poder» sobre las personas comunes sacando a relucir sus más bajos deseos. Yo JAMÁS dije tal cosa. Yo, de hecho, estaba interpretando un texto que leí hace un tiempo, firmado por Sergio Monsalve A.K.A. Sr. Cobranza, acerca de http://www.reconocelos.com que decía textualmente, refiriéndose a los creadores de la inquisidora Web: “los administradores y redactores de estos portales tienden a no identificarse, a permanecer en la más estricta clandestinidad«. ¿Es eso un llamado a eliminar el anonimato en Internet? Yo no creo que Cobranza sea un fascista que no sabe que es fascista y por eso aboga por la cybercensura. Yo tampoco lo soy. Era solo una crítica a los anónimos, nunca un llamado a reprimirlos o acabar con ellos.
En fin, no sé si fue que no me di a entender, si fue un problema de redacción…
Bien. He aquí el texto de Monsalve, para quien quiera consultarlo.
«Caracas, martes 11 de febrero de 2003
Territorio liberado del pensamiento reaccionario y de los extremismos sin censura, ágora virtual de los fascismos arcaicos, receptáculo del neonazismo, desagüe de la cloaca xenófoba, medio de la pornografía intelectual y el razonamiento obsceno, Internet representa el réquiem del subconsciente posmoderno, la distopía de lo reprimido y recodificado en todas partes, del sexo, la violencia, el terrorismo, la transpolítica, la corrupción de las mentalidades y los cuerpos, la intolerancia y el odio.
Si bien las condiciones tecnológicas y normativas de la red democratizan el ejercicio de la libertad de expresión, no es menos cierto que legitiman y refrendan el poder de la dictadura comunicacional, en todas sus variantes ideológicas y teológicas.
En Venezuela la Web es el ecosistema natural de las sectas y congregaciones más oscurantistas, con páginas tan belicistas como amarillistas. Sin duda, una de las más visitadas por la derecha divina, por el hombre civil en público y genocida brutal en privado o en sueños, es reconocelos.com , la fantasía de la lista negra, de la cacería de brujas, hecha realidad virtual.
En ella figuran civiles, periodistas, militares, diputados, magistrados y gerentes. El objetivo de la publicación es fichar a los «cómplices de la robolución», en una suerte de árbol genealógico a la manera del cartel de Cali o al estilo de la Cosa Nostra. No faltan los retratos de frente y de lado, la estética expresionista de la fotografía policial, y los prontuarios delictivos.
Por «coser capuchas a los tirapiedras de la central y provocar (ella solita) los motines del 27 de febrero», Vanessa Davies encabeza el índice de los reporteros condenados. Porque escribe contra «los militares de la Plaza Altamira», Miguel Salazar secunda a la comentarista de Venezolana de Televisión. Y así sucesivamente hasta llegar a Premios Nacionales como Earle Herrera y Manuel Espinoza.
Revisando la página de principio a fin, descubrimos algunas constantes del fascismo digital. Primero, como afirma Carlos Esté, los administradores y redactores de estos portales tienden a no identificarse, a permanecer en la más estricta clandestinidad. Segundo, el diseño reproduce la estructura de las primeras planas de los tabloides sensacionalistas. Tercero, los contenidos manifiestos parten del prejuicio maniqueo, generalmente sin argumentos de peso, para culminar en la sentencia lapidaria, en la típica frase contrahecha de los titulares de la mañana. Cuarto, los contenidos latentes van de lo típicamente subliminal a lo soterradamente persuasivo. Por ejemplo, en reconocelos.com el mensaje oculto es el llamado indirecto a procesar con todo el peso de la ley, amenazar en el presente y sancionar en el futuro, a los fichados.
Internet se convierte así en una proyección de los deseos de venganza y escarmiento, revancha y castigo, de la corte obsesionada por la justicia infinita contra las representaciones de la otredad o la alteridad étnica, cultural y social. Es la inquisición mediática coordinada por el integrismo unidimensional.» Original de http://www.analitica.com
En fin, tú me dirás si te parece un texto fascita.
Saludos brother, y sigamos discutiendo.
John Manuel Silva.