Mahmoud Ahmadinejad, una joyita quizás únicamente superado por Bush, y definitivamente el máximo exponente de la derecha religiosa, visita a sus socios de América y se coloca durante unas horas la -para él- asquerosa máscara de la izquierda.
En su visita (y hasta ahora), el presidente nos ha regalado dos episodios para los anales del ridículo:
1. Por esa mezcla satánica de una constitución con cabos sueltos y unos medios en constante búsqueda de circo, Estados Unidos es probablemente el único país del mundo en el que puedes invitar a un dictador para llamarlo dictador en su cara… sin que te ejecuten. Este video, en el que niega que haya homosexuales en Irán, es una delicia (Sí, en verdad no hay, porque a.los ejecutan y b.que te den por el culo es cosa de machos en Irán).
2. Evo Morales está tan asustado de su propia gente, que no fue a recibir a Ahmadinejad en Santa Cruz (el único aeropuerto de Bolivia donde puede aterrizar un 747), y lo hizo volar hasta La Paz. Para ello, usó un Airbus del gobierno de Venezuela (!??!?!?!?!?) (link, segundo párrafo), si, ese que es tuyo y mío. Ahora parece que todo el mundo en América Latina, menos nosotros, puede usar los aviones venezolanos para lo que le plazca. Incluyendo ir de shopping a Argentina.
Mientras tanto, en la guarida de los malos, la OPEP modifica sus cuotas de producción para reflejar la realidad venezolana (un millón de barriles menos de lo que dice el gobierno). Rafael Ramirez (quien por cierto sería ejecutado en Irán) chilla y dice que la OPEP, la organización que reune a todos los estados forajidos del planeta, es imperialista.