Preludio
Hola Su Majestad. Primero quiero hacer la salvedad de que usted no me agrada mucho, no tanto por quien es usted en particular, aunque podríamos decir unas cuantas cosas; a raíz de lo que ha ocurrido muchos han recordado sus deslices, sus errores, la reciente pita que le echaron en el desfile militar del 12 de octubre, y sobre todo, el que usted fue designado por el dictador fascista Francisco Franco, pero no son esas cosas las que me alejan de usted, entre otras razones porque se qué hay mucho de manipulación histórica y medias verdades en esas críticas; la razón por la que usted no me agrada es su título nobiliario, la idea de un Rey me parece despreciable. ¿Si me entiende, Su Alteza?
Le explico: si me parecen terribles dictadores como Fidel Castro, Augusto Pinochet, Rafael Leonidas Trujillo, o Marcos Pérez Jiménez, también me debe parecer terrible un gobernante que no es elegido por nadie, que dice que su poder viene de Dios, que es jefe del estado español desde hace más de dos décadas y no permite que nadie, surgido del voto popular, lo suceda en el cargo, un gobernante que tiene como rasgo definitorio la imposición de su voluntad personal a los demás; en definitiva, mi estimado Juan Carlos, esas son ideas que combato en mi país, son pensamientos que repugnan a mi ética personal y sería yo un doblemoralista si admito que eso está bien por allá y mal por acá. Esa actitud suelen ejercerla ciertos izquierdistas europeos a quienes la democracia parece grandiosa en sus países y terrible en “estos paisitos subdesarrollados del 3er mundo que no entienden la democracia”.
No es nada personal sé que su poder en España es limitado, que usted, a pesar de ser el Rey, tiene menos poder que un Alcalde en Venezuela, sé también de su papel determinante en el proceso de transición de la dictadura de Franco a la democracia, imperfecta pero admirable, que vive hoy España. Pero precisamente por eso es que usted no me agrada: si me voy con consideraciones particulares sobre su comportamiento estoy cayendo en el chantaje del buen dictador, o en su caso, del buen Rey. Me refiero a esa idea de que un dictador puede ser antidemocrático en sus métodos pero positivo en su gestión, esa, es la excusa de los patéticos y lastimosos defensores de Pinochet y Castro, y sobra decir que es una excusa vergonzosa. Dicen estos cretinos que Fidel mata gente porque hace justicia matando a esos conspiradores de la CIA, que Fidel no convoca a elecciones porque el pueblo ya decidió, que lo que pasa en Cuba es que hay un criminal bloqueo que ahoga la economía cubana (muy cierto) y que si no fuera por eso Cuba sería el primer país del mundo y un ejemplo de que el socialismo funciona. Dicen los otros cretinos que Pinochet mató a esa gente porque eran una amenaza roja, unos enviados del comunismo cuyo fin era colonizar de soviéticos a este Continente y que Chile era solo el comienzo de la invasión rusa, dicen también que más allá de eso Allende era un Presidente de tendencias antidemocráticas (muy cierto también), y que Pinochet dejó un país con una economía boyante y a Chile en la senda del progreso.
En fin, como verá usted Su Majestad, la idea del buen dictador, o de las razones de la dictadura me dan ganas de vomitar y por eso es que yo no simpatizo, ni una ñinguita con usted, o mejor dicho no con usted, sino con lo que usted representa.
Otra cosa, desde el punto de vista histórico Chávez y quienes lo apoyan tienen razón al señalar el pasado brutal y colonial de su país y los estragos que la colonización nos causó y; en países como Bolivia, Ecuador y Perú; nos sigue causando. Verá Don Juan Carlos, es verdad que el mundo ha cambiado, pero también es verdad que muchos de los conflictos étnicos y culturales que han estallado en Latinoamérica en los últimos años vienen de una larga herencia de abusos y atropellos a los que fueron sometidos los pueblo indígenas en este Continente, más allá de que pensemos que Evo Morales y Hugo Chávez han manipulado la rabia de esos pueblo y la han manejado a conveniencia con el objetivo de generar violencia, no podemos negar, sin embargo, que esos conflictos son reales, que existieron y nos legaron una sociedad de exclusión y casi de apartheid contra los indios como pasa en Bolivia o incluso en Venezuela donde nuestro indígenas viven en condiciones infrahumanas, bien sea en las selvas donde la pobreza más abyecta los aqueja o en las ciudades donde están vagando en plazas o en las riberas del Guaire, pidiendo una moneda para comer. Eso, Su Alteza, es herencia de la colonia y no puede negarse, tampoco manipularse con fines politiqueros, pero negarlo es negar nuestra historia y nuestra idiosincrasia. Y QUE CONSTE QUE LE ESCRIBE UN HIJO DE ESPAÑOL, DE ALLÍ MI APELLIDO: SILVA
Volteando la tortilla y como descargo a su imagen, podemos agregar que ni siquiera usted, el Rey de España, tiene tanto poder como el que pretende darse nuestro Presidente con la reforma constitucional, es increíble pero Chávez, si la reforma se aprueba el 2 de diciembre, se convertirá, sin exageraciones de ningún tipo, en el primer Monarca de la República Bolivariana de Venezuela, ni más ni menos que Hugo Primero Rey de Venezuela y Rey encargado de Cuba, así de simple, con la diferencia de que nosotros, los ciudadanos venezolanos, le habremos conferido el título con nuestra pusilánime actitud.
Pero bueno más allá de eso, le informo que quiero responder a su pregunta y quiero hacerlo quitándole el estúpido título nobiliario que me repugna y todas las formalidades tan cuidadosas hasta este punto de la carta, así que permítame tutearlo Su Excelencia.
¿Por qué Chávez no se calla?
Sencillo Juan Carlos, Chávez no se calla porque su gran plus como Presidente de Venezuela ha sido la habladera, la fanfarronería, la gritadera, los clamores, la vocinglería, el ultimátum, la intimidación, el chantaje, la coacción, la paja, la boconería, la amenaza, la jactancia, la vanidad, la afectación, la blofería, la bravuconada, la pedantería, las cadenas, los chistes malos, los insultos, la burla, y un largísimo etcétera brother…
Y todas esas cosas Juan, no pueden hacerse si no es verbalmente.
Chávez, por si no lo habías notado, es igualito a Paris Hilton, un verdadero genio de la estrategia del escándalo, esa estrategia consiste en hacer un escándalo cada semana para mantenerse en boga.
Es decir, esa ha sido la gran política de gobierno de Hugo, hoy está en televisión diciendo que Teodoro es un bastardo, luego le ofrece a Condolezza Rice que le mandara a Juan Barreto para que le haga el favorcito, hoy es por más que te tongonees siempre se te ve el bojote, mañana con la oposición voy a jugar rojo y piragua, piragua es lo mismo que rojo pero bajo el agua, Chávez el bueno nos dice voy a aumentar el salario de los médicos en un 60%, es justo y necesario, Chávez el malo nos espeta tú médico que te fuiste a la medicina privada, no eres un médico, eres un mercenario.
A lo mejor te parecerá burda de raro, pero el gran debate político en Venezuela se basa en una sola cosa: El estado de ánimo de Hugo Rafael Chávez Frías, así es panita. Si el comandante amanece simpático, lo veremos como coplero el que va p´alante mira y el que va atrás voltea, si amanece antipático, entonces nos sale con ¿Dónde está CONATEL, vamos a permitir esto?, si amanece libidinoso ofrece darle lo suyo a la primera dama, y si amanece escatológico ofrece revisarle hasta… la cédula a la oposición.
Claro que la culpa no es solo de la vaca; muchos opositores no pueden vivir sin la verborrea de Chávez, fíjate, cuando Ch no hace Aló Presidente los domingos, los lunes, tu ves a tipos como Ledezma que no hayan que hacer sin Chávez, ese es el problema, por eso es que los opositores nunca han podido imponerle una agenda al gobierno, siempre dependen de que Chávez haga o diga algo que les de la gasolina para seguir vivos políticamente, porque no hay nada más sabroso que convocar a rueditas de prensa los lunes para responderle al Chávez de los domingos, y si no, que te lo diga gente como William Ojeda, Delsa Solórzano (bemba de silicón), María Corina Machado y tantos mediocres insustanciales que no encuentran que decir cuando no tienen algún insulto que responder.
Pero quiero imaginar eso que has preguntado Imaginemos que Chávez se calla, digamos durante un mes (lo más que ha estado callado es una semana, aquel lapso en que hasta se rumoró que le habían metido un tiro). Si Chávez se callara un mes, unos simples treinta diítas, pues los que lo apoyan empezarían a mirar a su alrededor y a preguntarse ¿qué ha pasado con las 180.000 viviendas que Chávez prometió el año pasado que construiría en 2007?, ¿qué pasó con el plan Reviba y el plan Avispa?, ¿qué ha pasado con la Misión Barrio Adentro?, ¿qué habrá pasado con todos los acuerdos que el Presidente firmó en sus múltiples viajes a China, que si el plan de exportación de maíz, que si el plan de las bicicletas, que si el pacto para el intercambio tecnológico que daría al traste con el imperio Microsoft™ y le daría a cada compatriota una laptop de 200.000 bolívares débiles?
¿Qué será de la vida del plan de empleo masivo?, ¿Qué habrá pasado con la alharaca que se armó a raíz de la muerte de los Faddoul y del excelente actor Yanis Chimaras y con los anuncios posteriores de planes tales y cuales de seguridad ciudadana? ¿Qué ocurrió con el plan de reacondicionamiento de las cárceles que se anunció el año pasado como respuesta del gobierno ante los espantosos motines carcelarios que se registraron en varios penales de Venezuela? ¿Y cuál fue el destino de los gallineros verticales?, ¿y de los cultivos órganoponicos? ¿Dónde está la piscina de La Carlota?, ¿y la universidad de Miraflores?
¿Alguno de ustedes sabe donde está el superrequetecontra arrechísimo centro comercial para buhoneros que Bernal lleva siete años construyendo? Y bueno, esas son las promesas más recientes, de las que me acuerdo ahorita Juan, porque seguro que si hiciéramos una investigación cronológica desde el 2 de febrero de 1999 hasta ahora, nos quedaríamos pasmados con la cantidad de vainas qué, quienes apoyan al gobierno, deberían preguntarse si tan solo Chávez se callara y los dejara pensar un rato.
Pero ese es el detalle del asunto, Chávez no se callará, porque si lo hace, si deja el espectáculo, su imagen dejaría de ser importante y lo importante sería su gobierno, sus pésimas ejecutorias, la corrupción (¿si Chávez se callara, los chavistas se habría preguntado de donde salió el maletín del señor Wilson?). Así que Chávez, se ha convertido en un gran Maestro de Ceremonias, en un entertainent, en una especie de Daniel Sarcos, solo que un poquito más chaborro.
Incluso, Chávez me recuerda a NSYNC, ese grupo se presentó por allá por España, seguro lo conoces Juan, bien, una vez oí el disco completo de esos panas y descubrí que todas sus canciones eran igualitas; eran remezclas mal hechas de los éxitos de Michael Jackson, adornadas con algún efectito de DJ y con letritas pavosas sobre el amor y demás bolserías, a excepción de Justin, los demás no importaban, eran como los extras del asunto, un relleno, el gordito medio barbudo, el de los ojos verdes, el que parecía salido del set de Baywatch; pero los tipos tenían un éxito gigantesco, todas mis amigas estaban locas por comprar sus álbumes. ¿Por qué? Bueno, ellos ocultaban sus carencias y mediocridades con un empaque de lujo, se tiraban unas coreografías peluísimas, que ni Michael Jackson en sus años mozos podría hacer y unos videoclips excepcionales. Chávez es igualito, tapa sus carencias y desmanes con sus palabras y esa, es la respuesta a su pregunta.
–¿Pero por qué no te callas? –,preguntó el Rey.
Y Chávez debió responder: –¡Porque si me callo, mi carrera política se acaba y la de muchos de mis opositores también! –.
John Manuel Silva.