Soy imagen y semejanza, sí,
cómo contradecirte
a ti observador permanente, policía,
paco, PM, guarda espalda, Chacíncito,
mi pecho y la bala, tú y el disparo,
ten, recibe mi planilla- palabra de dios-
te alabamos sueldo -terrateniente del bochinche –
qué tiene de malo el hip hop? -que rima plano con llano-
tus almohadas son distintas a las mías
-claro, porque tu haces sueños de oro muchacho necio-
País portátil chico, ahora gritado: ¡PAÍS PORTÁTIL!
para que las putas se acuerden de los buenos borrachos
y los buenos borrachos de las putas,
ese es el cielo en dónde entran los escritores y ellas,
gráciles pedacitos de aguacates en ensalada, dios las cuide de idiotas que no bailan,
porque le temen al brillo o porque son parlamentarios de oficio, que no aceptan la imagen pues,
que como mariquitas te preguntan
amiguito que te pasa que escribes así o asao?
porque les tiembla la palabra para defender lo indefendible,
que es como rimar luna desapercibida con prehistoria social,
esas esquinas maravillosas donde yo también vivo
porque soy humano, muy humano,
y me contradigo y me encierro y me salgo y me lleno y me vacío,
porque soy humano, muy humano,
y no puedo entender como alguien use el dinero de los otros
para sacarse su disquito de trescientos millones
o leer una hora sus poemitas incluso, viendo las caras de ladilla de la gente,
caramba vale, si, este soy yo el que escribe y al que se le salen las lágrimas,
este soy yo el que se irá, o al que lo van a ir, gracias a dios,
como pasará con todos los normales,
sin manager, sin ministerio, sin abuso de auditorio,
sin fan, -excepto, claro, por las migas del pan viejo que siempre esperan más de mí-
este que se irá sin preocuparse por el parecido,
yo el vigilado cuando se dice poesía, perdón, quise decir policía,
yo, el de poca plata, el cuenta en el banco vacía,
el tarjeta de crédito en deuda,
el de los poemitas malos y los comentarios que secundan sobre todo esta línea,
me iré pero eso si,
con esta mujer preciosa y bailarina que es mi escudo y mi casa,
que me protege de los malos y de los buenos y me acerca a los hombres
sin ponerles marca en la frente,
esta mujer que me hace libre,
disculpa, sé que no entiendes nada de lo que digo,
resumamos lo así, en la guía telefónica
uno puede encontrar al culpable, o no, es solo cuestión de suerte o tiempo.