Tozudamente me creeré poeta
es mejor eso que creerse erudito
publicaré versitos para niños hasta que me muera
porque como raspado y juego al escondite
a los que me leen atosigaré con mis gafedades
total sino para qué me leen
si se me llega a pegar el sida de mi amigo, curándolo, atendiéndolo,
llevaré con cariño la enfermedad trascendente del cariño
gracias a la vida no soy homo – fóbico, ni excluyente, ni racista,
de allí que eche mano de panfletos y paredes para rayar mis poemitas juveniles
creo en los adolescentes y en su capacidad eterna de ser y hacer poesía
¿De quien sino del que adolece son las palabras?
no envidio el talento de nadie, tampoco me gustaría que nadie por su talento
atropellase a otro
si eso es lo que significa ser un gran prócer de la literatura de un país
o el mejor comunicador
prefiero ser guachimán, me parece más honorable vigilar las sombras que ser una de ellas,
insisto, no creo que sea justo utilizar la fama para confundir a los demás ni para permitir agresiones, eso es lo que hacen los terroristas, los verdaderos generadores de miedo,
prefiero quedarme entonces con un solo librito publicado,
seis libros robados de mi casa,
ocho veces preso por escribir pancartas con poemas en la calle,
miles de poemas regados en el destino de la gente haciéndola casarse y encontrarse y reírse,
miles de bares y tascas y burdeles y lupanares en donde he hecho feliz a una puta diciéndole lo importante que es ella para generarle esperanza a esos pobres hombres desahuciados que anónimamente escriben insultos contra otros para poder dormir un poco más tranquilos en sus pobres rencores y en los brazos de una mujer santa
si me fallara la poesía quisiera poder tener un grupito musical
uno que jamás fuera la primera opción para sábado sensacional
uno que le gustara a mis amigos y que de vez en cuando pudiera por’ai cantarle al buhonero, a un circo roto, a un beso,
pero si la vida no me da para eso
con ser un poeta de tasca y un cantante para sordos tengo
los de la tasca y los sordos también merece reírse conmigo de mí, canto a la vida de todo y yo si sé la canción de mi propia muerte.
Enio Escauriza S. -Hijo-