De lejos, el eslabón más débil de la cadena. De cerca, se extraña la presencia de Sir Anthony Hopkins. Sin él la franquicia corre el riesgo de perecer.Ojalá regrese para la próxima, porque el joven encargado de sustituirlo no le llega ni por los talones. En honor a la verdad, el pobre Gaspard Ulliel hace lo posible por resucitar el espíritu maligno de su veterano predecesor, pero el intento apenas si alcanza para considerase una simple imitación.
De igual manera, la dirección jamás logra deslastrarse del impacto de la puesta en escena original. Así, “Hannibal Rising” adopta el enfoque esteticista del creador de “La Joven del Arete de Perla”, Peter Weber, según el argumento de la novela de Thomas Harris, estirado hasta la nausea por el productor Dino de Laurentis, cuyo canibalismo nos trae ahora la precuela de la serie. A su favor, cuenta con la intervención de Gong Li. En su contra, el argumento peca de subrayado, al querer justificar cada acción del personaje a la luz de una psicología de manual.