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3×1: Fast Food, Los Productores, Concierto Movistar

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Eventos culturales. Me fastidian. Siempre lo mismo. La misma gente, el mismo público, el mismo estilo, la misma idea, la misma dirección. Todo está sectorizado, por aquí van unos y por allá van otros. Esto es para tales y aquello para cuales. Segmentación del gusto y también de las ideas. Esto está dirigido a un sector y allí no entran los demás. Toma lo que te toca y no te metas con lo de los otros. La inauguración de la exposición Fast Food en el Centro Cultural Chacao, estaba abarrotada de gente. Tres o cuatro piezas componen la expo. Eso es todo, unas foticos del papel con que se envuelven las hamburguesas y ya eso es toda una disertación acerca de las costumbres alimentarias de hoy en día. Wao! En la pequeña sala, solo había unas cuantas personas realmente interesadas en las piezas, o quizás no tanto. El resto se repartía por los espacios del CC Chacao con su copita de vino en mano o su coctelito femenino y rosado. Algunos echados en los cojines viendo-oyendo, que se yo, lo que hacia una Dj. Más tarde vinieron los pasapalos, Sushi, nada más antifast-food, o sea jelou! La gente ‘nice’ come sushi, la gente que se cuida come sushi, por supuesto que no comen esa comida basura de la que se supone “los artistas” querían hacer reflexión. No, el sushi, ¿quien dijo que eso era fast-food? Y la reflexión no la vimos por ningún lado. Mucha propaganda, mucho discurso en las promociones de la prensa. Tomarle fotos a una hamburguesa, eso si es arte reflexivo. La crisis alimentaria mundial, no paso por ahí. Escasea el arroz a nivel mundial, pero hay suficiente para hacer los rolls que se comerán todos en esa expo, que trata de hacernos pensar concienzudamente en lo que comemos. Que bien, sabemos muy bien donde estamos parados, lo tenemos todo clarito. Que nos promocionen todos los medios privados para que venga un montón de gente a comerse un pescado crudo envuelto en arroz mazaclotudo, mientras se supone que queremos hablar de la comida chatarra. Tres cuadras mas abajo, alguien registraba un basurero quizás para encontrar algo de “comida basura”. No me malinterpreten, igual prefiero terminar cenando en Mc’Donalds, soy menos hipócrita. Y hablando de hipócritas. Es que si no les dices que todo lo que hacen es una absoluta maravilla, te miran de arriba a abajo como si fueras la peor lacra, o el enemigo mismo. Ah, ¿y quién será ese enemigo? Pues quien más sino Hitler, o sea nuestro propio y tropical Hitler mesmo! Con sus esvásticas rojas rojitas y todo el mundo muerto de la risa! Esos son Los Productores, o nuestros productores, o esos productores, los únicos que hay pues. El esfuerzo nunca visto, hay que reconocerlo. Los actores en un trabajo que en sus vidas soñaron hacer en un país como este, un musical de Broadway, “el musical”. Para eso viven algunos actores, para lograr ese sueño. Pero como hay que venezolanizar la cosa, eso significa, meterle la cizañita política de siempre, claro para hacer reír no más, no creas que estoy tratando de decirte que Chávez es un Hitler maricón, no, no, por favor, yo lo que quiero es que tú te diviertas con el arte del teatro musical mundial, pero no hay mensajitos subliminales, como vas a creer! Mientras tanto el Aula Magna sufre horrores en su estructura porque no soporta los cambios escenográficos, a los grupos culturales de la UCV se les niega el espacio que les pertenece, y Los Productores pagan una miseria por el alquiler. Byalistock y Bloom se llevaron sus dos millones de dólares al final, eso no lo duden! Porque si de dólares hablamos eso es lo que tiene parejo la gente de Movistar para embelezar a los incautos de siempre. El fantabuloso Festival Movistar trajo unos cantantes que a nadie le interesan, que no mueven masas en este país, que no venden discos porque aquí ya nadie compra discos y que ni siquiera tienen canciones pegadas en la radio, pero que importa, Pan y circo y todos contentos como siempre. Te regalo una entrada si me compras un montón de tarjetas para que hables pendejadas con esta línea que no sirve y con la que te cobro cada vez que piensas en el teléfono. Pero además, se me ocurrió una idea brillante para desmerecer el trabajo de los artistas nacionales: ponerlos a todos a cantar las canciones de los artistas extranjeros en nuestros comerciales, porque ni de vaina pongo a Bisbal a que cante a Vos Veis. Aunque a Los Amigos, ellos se hicieron los locos, no los pude convencer, por eso tú no los ves en mis comerciales, porque son invisibles. Y por eso los tuve que poner temprano a cantar, cuando todavía faltaba mucha gente por entrar. En cambio mis caramelitos, tan bellos, a cerrar el espectáculo, porque ellos sí que son amigos. Y aquí te tengo a la primera dama de Chacao para que te diga que le encanta el regueton de Chino y Nacho, después sube un cerro con su marido, y listo! Todos felices. ¿Verdad que la pasaste del carajo en mi concierto?

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