Es de mañana, bien de mañana. Estoy haciendo lo mismo que hago desde que mi mamá se fue de la casa, lo mismo que hago todos los días desde antes de que me salieran pelos debajo del brazo. Estoy fumándome un Belmont© Suave, colando un café, asando una arepa y evaluando qué es lo que voy a hacer durante el día. Esa es mi rutina desde los nueve años.
Estoy de buen humor, o digamos en un no-estado humorístico; es decir, no me siento nada mal pero tampoco bien. Al ver que la olla de agua ha hervido, le agrego café y la vierto sobre el colador; cuando lo hago, noto que desde hace un buen rato no escucho radio en las mañanas. Dejo la ollita en el fregadero y coloco el cursor de la radio en el 107.3 es Chataing.
El programa de Chataing es el mismo, solo que ya no está Erika de la Vega. Los chistes son buenos e ingeniosos, como siempre, pero ya no me hace reír. No sé cuando pasó, pero sé que desde hace un tiempo Luís Chataing no me hace reír nadita con sus chistes; lo agregué al Facebook, me gustó su trabajo en Al Borde de la Línea pero hay algo en Chataing que ya no me gusta. La culpa no es suya, de eso estoy seguro, pero mía tampoco.
Es viernes y voy a comprar Urbe. Es la tercera edición del rediseño, en portada está Rosalinda Serfatti. El nuevo Urbe es una cagada, el diseño está fino, el trabajo gráfico es inmejorable, pero el contenido una basura. Urbe fue mi periódico en la adolescencia, era el semanario que leía escondido en las gradas del Liceo Luís Eduardo Egui Arocha. La primera edición de Urbe que cayó en mis manos tenía a Enrique Enriquez en portada y hablaba sobre la zoofilia. Desde que lo leí me hice fanático y discípulo de éste semanario, así como Sr. Cobranza se la pasa citando a Cahiers Du Cinema y los libros de Baudrillard, para mí Urbe y Adriana Lozada eran mi religión, yo podía quedarme sin real para los cigarros que me encaletaba el Portugués de la Panadería El Picacho, pero JAMÁS, me quedaba sin real para comprar Urbe. Urbe era un semanario subversivo y desencantado “construyan ustedes su país que nosotros construiremos el nuestro. Un país que desde hace rato tiene sus propias disqueras, sus propios eventos, su propia estética y, a partir de ahora, su propio periódico”. Rezaba la primera edición de Urbe que conseguí comprándosela a un lector que me dijo, cuando me la vendió, que algún día iba a aburrirme de Urbe. Pero yo entendí que Urbe era un semanario y que como tal tendría sus épocas buenas y malas. Pero leía y leía y más me gustaba; que gran semanario y lo mejor era que en el Liceo el único que lo leía era yo, siempre escondido de algunos profesores que decían que era un diario inmoral, siempre escondido de mi papá que una vez se horrorizó con una edición especial dedicada a las orgías. Lo mejor de Urbe era el espíritu insurreccional de sus páginas. La reseña que hizo Gabriel Torreles de un concierto de Lenny Kravitz en Miami, el corazón de la estupidez humana, es de antología. Sexo Hablado con Luís Delgado, no joda, aprendí mil veces más con esa columna que con cualquier otro tratado sobre el sexo. Los reportajes, siempre duros y demoledores, la arrechera e inconformismo que se exhalaban aquellas hojas… Pero sobre todo, los editoriales de Adriana Lozada, la forma en que esa chica escribía… …fue mi primer encuentro con esa forma ruda y miserable de escribir, era cuando yo no me había leído ningún libro y mi visión del mundo era tan obvia y superficial como una canción enaltecedora del espíritu humano entonada por Ricky Martin. Ah y hablando de Ricky Martin a Henrique Do Couto le debo el haberme enseñado como y con qué se comía el rock made in Venezuela. Se fue Adriana y yo lloré su ausencia, se los juro. Rebolledo hizo el esfuerzo, pero eran los días del paro, del golpe, de Carmona y de este país de mierda hedionda y putrefacta en que vivimos hoy. Estuve un rato descansando de Urbe. Lo empecé a comprar de nuevo a finales de 2003. Torrelles me re-enamoró de Urbe (adelante, llámenme jalador de bolas. Ya sé que esta frasecita es una jaladora de bolas, pero este artículo es un desahogo y cuando uno se desahoga y suelta lo que lleva por dentro pues las posturas se van al coño). Incluso con Urbe Bikini llegué a ser tolerante, a pesar de que la fórmula Maxim me parece sumamente aburrida, he de reconocer que Urbe Bikini fue entretenida y divertida a ratos y creo que siempre caminaron sobre la delgada línea que separa la basura comercial del material que vale la pena leer (también comercial, sin duda). Vino Giselle aunque su estadía en Urbe no le dio nada nuevo al diario; pero Giselle era disfrutable, al menos conservó lo mejor que tenía el semanario: Los reportajes de Ambar, los relatos de Wolf, Sabrina Villegas una digna sucesora de Luís Delgado, los extraordinarios artículos de Juan Pablo y su muy desmitificadora columna “Quiero ser” y hasta la chica tropicaliente con sus burlas a las especies masculinas venezolanas, en fin, no fue una mala etapa. Pero Giselle se fue y no estoy seguro de en que punto, pero Urbe dejó de ser independiente y pasó a ser el semanario de la malparida Cadena Carriles, llegaron Gerald y Lizandro y eso se terminó de desbaratar. Hace tres ediciones vengo leyendo comentarios de gente descontenta por el nuevo Urbe y las respuestas que le dan los editores son “vete al carajo, me importa un pito, Urbe es nuestro y se vende, se vende, se vende” incluso, en uno de los comentarios el señor Lizandro el tipo se regodea en que Urbe ahora vende 75.000 copias, que se vende más que nuca y por eso estos pajúos creen que son la gran vaina. ¿Cuándo fue que Urbe dejó de ser la Brújula de la Ciudad y un semanario arrecho y alternativo y se convirtió en una porquería editorial que se preocupa por la caja y por las ventas? No se, debe ser igual a cuando dejé de divertirme oyendo a Chataing. El Urbe de hoy no le hace daño a nadie, nadie lo odia porque es un semanario inofensivo y tonto y egocéntrico y ladillúo y mediocre y comercial. Por eso ahora optan por la corrección política, por eso sus reseñas musicales son tan vacuas, por eso sus reportajes no producen un coño, ni risa ni nada, por eso ahora el reportero principal es un pobre tipo llamado Carlos Piña cuyos reportajes son de un simplismo vergonzoso. Por eso es que Urbe se vende más que nunca, así como Sábado Sensacional y su Bailando Con Los Gorditos se ve más que nunca, porque Urbe pasó de hacer unos subversivos reportajes sobre el Miss Venezuela a cederle sus portadas a las chicas de Osmel, porque Urbe pasó de ser el semanario de pinga que leía escondido a ser el semanario mediocre que todos quieren comprar porque es COOL. De hecho a Urbe le pasó lo mismo que a Carla Tofano, se sifrineo; así como Tofano escribía unos deliciosos textos en Urbe donde disparaba contra todo el mundo y ahora es la pésima conductora de Ciudad Glam y la reaccionaria mediocre que determina lo que es in y lo que es out, lo que es cool y lo que es fu, lo que es fashion y lo que está fuera de onda, Urbe pasó de ser el vocero de tendencias subversivas y discordantes a ser el reflejo del fashion, de la crónica al estilo de boca en boca y del faranduleo. Urbe es hoy una oda a la corrección política, al sexo calenturiento pero en el fondo poco atrevido y conservador, al danielsarquismo, solo falta que les hagan un Reality Show.
El día sigue, y yo solo veo gente asqueante a mí alrededor y me asqueo de que me asquee. ¿En que punto la mayoría de la gente empezó a parecerme tan desagradable? Un pavo habla con otro pavo de los carros que nunca podrá comprarse y de las mujeres que nunca se ha cogido y nunca se cogerá. Una sifrina habla con otra de nada, llevan media hora hablando y no se han dicho nada. Todos en San Antonio de los altos son víctimas del fashion, víctimas de la moda punk, de las crestas y cadenas de perro, todos son dizque emos pero tienen una enorme sonrisa en el maldito rostro, todos se las tiran de arrecho: un motorizado lanza su motocicleta sobre la acera y una señora debe alzar a su niño para que no se lo arrollen. Uno de los pseudopunk arroja una lata de refresco en la acera mientras una chica del Bosque Tamanaco sale con su Puddle a caminar la Perimetral y deja las plastitas de mierda del perro en toda la acera. Vamos por ti, me dice Pablito Medina, Somos garantía democrática me escupe un adeco, Un sanantoñero para San Antonio me espeta el cinta negra que cree que por ser karateka puede ser un buen Alcalde, Por un municipio Rojo-Rojito susurra una tímida pinta sobre el elevado.
Esta generación, la mía, la de los que nacimos entre 1980 y 1985 no tiene nada que hacer. Sus héroes se institucionalizaron y se volvieron basura, se vendieron. Nadie vale nada. Esta generación habla mucho, sí, bastante, pero no tienen nada que decir. Esta generación anda en grupo al punto de que andar solo se considera una raya, pero es incapaz de tener algún sentido de solidaridad con el colectivo, es una generación individualista que se destruye a si misma, una generación de seres que se pisotean para alcanzar algún puesto en la empresa o para surgir entre el grupo, para ser el lider, es la generación del chisme para destruir, de la amistad como compromiso social, pero no como sentimiento real, es el individualismo como pesadilla evolucionista, es la supervivencia del más fuerte, es la idea de que todos no podemos surgir sino unos pocos que solo lo harán si pisotean a los demás. Esta es una generación que se jura lealtad y que dice la palabra amor con más fruición y constancia que las generaciones anteriores pero al mismo tiempo es una generación que vive en la traición, en la puñalada trapera, en la zancadilla a traición, en la competitividad sucia. Somos una generación que prodiga la verdad como un valor, pero no podemos parar de mentir y de fingir y de aparentar y de disfrazarnos. Somos disfraces en un carnaval de hipócritas.
Yo no creo en nada ni en nadie, este mundo es una mierda, yo soy una mierda y este manifiesto no quiere cambiar al mundo ni mucho menos, solo quejarse de los locutores que ya no dan risa porque son tan o hasta más prefabricados que los que critican y de los semanarios que solo piensan en vender y sacrifican así su espíritu libre y subversivo a cambio de unos reales, es un manifiesto contra una ciudad de hipócritas engreídos que han construido un pantano cubierto de casas bonitas y edificios que solo caben en la imaginería clasista de Elías Santana y de la Sociedad Sambil. Los chavistas aquí, de fans enamorados, celebrando las bravuconadas del payaso que nos gobierna; del otro lado los opositores, que le hacen el coro a López y Rosales, por mí que se los cojan por el culo a todos…
Mientras, yo, como siempre, tengo ganas de morirme, nada me gusta ni me atrae, todo me sabe a, y me importa, una mierda.
Mientras uno sigue sobreviviendo, porque sí, porque en el fondo uno es un pobre pajúo sin esperanzas para soñar, pero sin la desilusión suficiente para un suicidio o para hacer algo realmente trascendente. Vengo a Panfleto Negro , un refugio Web que me gusta y me encuentro con una ladilla de que a Panfleto Negro hay que blanquearlo y ponerlo bonito y políticamente correcto, que aquí no debemos criticar a nadie y que se supone que Panfleto Negro debe morir y conformarse. Que va señores, esta página, con sus defectos, es una de las pocas cosas realmente coño e madres que hay en Venezuela, me gusta entrar aquí y leer cosas escritas con ingenio deflector. En lo personal, no sé que carajo le pasa con esos peluches y peluchas que vienen a ladillar con sus objeciones de doñita y sus espantos de Martha Colomina. Váyanse al diablo; este mundo se acaba, mi generación se está encorbatando y todos mis amigos ahora solo quieres ser: alguien en la vida, así que solo nos queda este inconformismo y la malasangre que vertemos en este sitio.
Hace poco vi un cortometraje del Krisis, que espero que el mismo se encargue de publicar para que todos lo aprecien. El corto es la historia de un joven artista anti-sistema que se ve confrontando a sus amigos cuando estos empiezan a “madurar” y a querer ser alguien en la vida y toda esa mierda. Me sentí identificado con el corto, porque yo estoy viviendo lo mismo. Todo se va o quizás nunca existió, todo se pierde, todos maduran, todos crecen. Urbe quiere vender, Chataing se engoló y acartonó y ahora es tan popular e inofensivo como Daniel Sarcos, San Antonio está en las garras del conservadurismo doñil, los comentarista de Panfleto lloran porque les duele un piche articulito y piden corrección. Bah. Este mundo, mi mundo y mi generación, se volvieron mierda.
Por eso soy y siempre seré un desadaptado.
Me siento como Jeremy(Por cierto; esto, también es comercial y parte del sistema y blah, blah, blah, soy un pajúo)
John Manuel Silva.
Vaya JM , lo que tienes es una mezcla de guayabo con adolecencia tardia, eso se cura tranquilo. Tengo mis diferencias con Urbe…nunca me gusto, pero ahora no solo no me gusta si no que da pena. Lozada descubrio la miel de los $$, en la burbuja .com y fue tras ellos con loquesea.com, despues, en su inconformismo pequeno burgues se fue a pasear por el mundo en velero, site sirve de Consuelo. A todos los pilla la maquina tarde o temprano, todos aflojan el cuero cuando les untan una pomade de billete. No es esta genracion, que si bien es mas pragmatica no es mas que la la misma gente.
Hay que tomar en cuenta los cambios que ha tenido el país y el mundo desde ese Urbe celebrado de Lozada. En primer lugar, no se puede comparar la libertad e inmediatez que permite el internet, con el control inherente de los medios impresos. Un escrito como el tuyo tendría que ser revisado por varios editores antes de publicarse en un medio impreso. IIncluso tendría que ser revisado por ti días después de haberlo escrito… y posiblemente tú mismo le bajarías el tono porque ya no estás dentro del ánimo que te hizo escribirlo. En el internet lo escribes y lo publicas de manera instantánea. Y esa inmediatez hace polvo cualquier tipo de vanguardia que pretenda tener un semanario impreso. (por esto es fundamental tu llamado a alejar la corrección política de Panfleto, eso es vital).
Por otra parte, la rebeldía de la generación anterior comienza a ser establishment de la nueva. Chataign es un pure divorciado, Adriana también (Carla ni hablar), nada que venga de ellos puede expresar el descontento de los jóvenes y adolescentes. Es otro tipo de descontento, el de ellos. Y no es mejor ni peor, forma parte de otra etapa de sus vidas, con otras frustraciones y otras necesidades. Pero ninguno de ellos nació en los 80. Aunque su primer público natural haya sido de esa generación, ellos son de otra.
Y por último no subestimes el hecho de que el actual presidente de la república se apropió el papel de desadaptado. Es muy duro para los jóvenes ser desadaptados cuando el cargo más formal de la nación está ocupado por nuestro Jim Morrison… el hombre que promueve el perico, que se caga en el establishment, que insulta a todo el mundo en tarima, que se caga en la ONU en su plena sede, que le dice NAZIS a los alemanes más tolerantes de la historia, que pone a payasos a burlarse de la mitad de la nación en vivo en la tele, qué insulta a los votantes de mierda cuando lo rechazan, que rechaza todos los valores tradicionales y cuyo tren ministerial está comformado por todo tipo de vividores que en nuestras naricez se rumbean nuestros reales a la Calígula.
Es difícil rebelarse ante la rebeldía, aunque esta rebeldía sea una simple fachada para disfrazar al más conservador de nuestros gobiernos. Es un disfraz efectivo y ruidoso… mucho más ruidoso que toda la rebeldía junta de la generación de Lozada. He aquí el dilema.
Coco: “A todos los pilla la maquina tarde o temprano, todos aflojan el cuero cuando les untan una pomade de billete.” Entonces tendré que esperar a hacerme rico y famoso.
JJ entiendo lo que dices; pero de ahí a que Urbe se haya convertido en esa cagada, es otra cosa. Fíjate, por ejemplo, en la Revista Exceso de éste mes, un número grandioso. Pilla iniciativas como el semanario CCS o la lamentablemente fallecida Zero Magazine (aunque hay rumores de que vuelve). He ahí tres buenos ejemplos de que más allá de la inmediatez de Internet, (que ciertamente acaba con cualquier ánimo transgresor en un medio impreso ya que cada persona se convierte en su propio autor y con la inmediatez que una revista o periódico jamás tendrá puede publicar lo que le venga en gana) se puede hacer un producto editorial que sin recurrir a falsas posturas transgresoras, haga un periodismo distinto, que era lo que Urbe hacía cuando yo era más chamo y lo leía con avidez. Ahora Urbe es una cagada horrible y lo peor es que es una cagada horrible con puros poser alrededor, que si Ortkele, que si Karne Frezka, los dizque punks de Sónica, que fastidio, prefiero ver RBD o escuchar un disco de Good Charlotte antes que sentarme a leer un semanario que bajo el camuflaje de transgresión me vende algo más institucionalizado que los folletines del IESA.
Lo que dices del gobierno si que es un dilema, ha de ser por eso que los opositores siempre quedan como un grupo de ultraconservadores que se oponen a los cambios.
bueno papi, si tanto te duele lo de chataing y estás tan deprimido pégate un plomazo y se acabó todo… dime qué hay más rebelde que eso…
es cierto lo q dice JJ de ver las cosas con la óptica de las etapas q se van quemando y tal, pero también desde la perspectiva de MTV que es como el centro gravitacional del tono editorial de URBE.
no solo los emisores van quemando etapas, sino tambien los receptores, si ya X no le parece gracioso a Y, es porque no solo X ha cambiado sino tambien Y.
URBE se fue convirtiendo en lo que MTV se fue convirtiendo: un solo queso adolescente y ya, lo q sea q venda hecho de la forma mas gafa posible. es cierto que ambos siempre han tenido el elemento sexual bien erecto, pero antes había cierta sustancia, cierto contenido que le daba base a esa cuestión rebelde que reclama jonhmanuel q ahora prefiere rbd.
no se si será falta de talento o fríbolo estudio mercadotécnico, o una combinación de ambos, falta de talento escudado por el estudio de mercado de la etapa de tu vida en la que deberías estar haciendo dinero irreverentemente.
recuerdo un semanario q se llamaba hoy domingo, existe una propuesta editorial como esa???
Vale Pedro. De eso se trata, de seguir viviendo con una piña enorme bajo el brazo, de quejarse y de lo intrascendente que es hacerlo. Ese es el post y eso es lo que trato de decir. Más que un tiro me gustaría mudarme a otro planeta, a veces claro…
Modo: Lo de MTV es peor. Verga puro reality Show balurdo, pura impostura de mierda. Es buena la analogía entre ambos. Lo de RBD era una ironía y nunca conocí Hoy Domingo. O no me acuerdo… Gracias por comentar.
Sin mucha paja… no sirvo pa’ eso.
Brutal…
Chataing y Lozada son cuarentones. ¿Que esperabas? La gente cuando alcanza la edad pierde la rebeldia, la creatividad o se cansa.
Testifico el cambio que dio Urbe y que relata John. El hoy no es ni la sombra del de que en 1998 empece a leer, que recuerdo era un peo comprarlo porque se acababa rapido. En ese tiempo era independiente y de menos tirada que hoy. No habia internet, habia leido muy pocos libros, tenia 13 años y el urbe parecia lo mas irreverente. Claro, seguro si leyera aquellos viejos numeros quizas no me parecerian tan irreverentes hoy, debido a la experiencia y a haberlo visto casi todo.
Ese cambio que vivio urbe es el mismo que han vivido las otras cosas «rebeldes» de la epoca, como MTV, la 92.9 fm (en caracas), el nuevas bandas, etc, etc.. Todo cambia, todo perece
Esa es la clave, Urbe era independiente, ahora es del Bloque de Armas. Nada más que agregar.
Creo que hay que ver las cosas desde una perspectiva menos emocional. El primer punto es que todos nos hacemos viejos tarde o temprano. Los chistes de Chataing no dan risa porque utiliza los mismos chistes de hace diez años. El señor tiene tres divorcios y después de criticar tanto a Daniel Sarcos terminó por convertirse en él. Sin embargo, el caso de Urbe me parece todavía más grave. Puedo decir con toda propiedad que he atravesado todas las estapas del semanario. Desde las gloriosas hasta las oscuras. Por supuesto que el tema da para hacer una serie tipo Seven Ages Of Rock, pero el caso es que es evidente por muchísimos factores que el urbe actual es un sinsentido.
Adriana Lozada lo inventó en un momento histórico que ameritaba la creación de un periódico que reseñara lo que no se podía reseñar en ningún lado. De ahí que se convirtiera en un fenómeno cultural más que en un medio de comunicación. Obvio que la transición a Loquesea.com afectó sobremanera el producto. Para nadie es un secreto que entre 1999 y 2002 Urbe fue una publicación errática que no tenía un norte definido y se perdía en temas como «Ella es Opositora y Él un Chavista», o cosas por el estilo fomentadas por Rebolledo, que ya para aquel entonces tenía sus treinta y pico de años.
Es por eso que la llegada de Gabriel Torrelles fue crucial. A mí me pueden llamar jalabolas también, pero la conversión de un medio de comunicación en un culto se le debe a él y al desparpajo con el que se dedicó a utilizar para su favor la pérdida de indepencia que vino de la mano de pasar a formar parte de la Cadena Capriles.
En su momento fui resistente. Creo que en parte era (y aquí me volverán a decir jalabolas) porque Torrelles estaba haciendo todo lo que muchas personas, entre las que me incluyo, hubiesen querido hacer con el semanario para que se pareciera más a la realidad venezolana y no intentara emular las glorias de cuando los raves o cuando el FNB era un evento decente en lugar de una valla publicitaria gigante de Polar.
Pero el tipo escribía semana a semana unos editoriales en los que aseguraba que era un borracho que se parecía a nosotros y no un erudito que se las sabía todas. Claro que no se lo creía. Pero igual lo leía y me lo quería creer. Entonces pasó que un día vi al tipo en el Molino Rojo a principios del 2005. Lo evalué a ver que tal. Estos bichos que se creen estrellitas normalmente andan pavoneándose y tomándose fotos. Pero Torrelles en cambio estaba en una esquina viendo creo que a Billy Se Fue, y salvo el desfile de carajitas putas que se le acercaban para pedirle que les firmara en las nalgas o qué se yo, evitó en todo momento el faranduleo. Me sorprendió y decidí abordarlo y decirle que urbe ya no era el mismo, a ver si lo ponchaba y me salía con una de esas mariqueras políticas a las que nos tienen acostumbrados los bichitos semifamosos.
Pero él se me quedó mirando y me dijo una vaina como: «no lo es, Alejandro. Tú tampoco eres el mismo y yo mucho menos. ¿Estás viendo el caos que hay allá afuera? ¿Crees que vale la pena? Yo no. Solo puedo intentar hacer que crezca hasta que me dejen hacerlo y tratar de vivirlo hasta el culo».
Y por fin me convenció. El tipo que escribía era el tipo que me hablaba. Y casi un par de años después se despedía en un editorial incendiario dónde le mentaba la madre entre líneas a los dueños de la Cadena Capriles y a él mismo, tan sólo meses después de un discursito poco afortunado en el que se ganó de enemigo eterno al mismo Chataing.
Esa es la razón por la que el urbe de los muchachitos estos, Gerald y Lisandro, me parece tan vacuo. Porque es el claro ejemplo de la irreverencia sin sustancia, del ser malo por ser malo y no porque te estés rebelando en contra de algo. Osea, yo veo urbes guindados en los kioscos una semana después, por lo que eso de los 75 mil ejemplares no me lo creo. Tan desesperados están que viendo el éxito del libro de Torrelles lo volvieron a meter para que escribiera algo semanalmente. Una vulgar estrategia de mercadeo chimbo, pero ¿tú crees que después de vender completa la primera edición de su novela le importa un comino lo que pasa en ese periódico?
Me imagino que se reirá viendo como los lectores de su época (sus lectores, pues) celebran su regreso aunque todo el mundo sabe que no ha regresado a ningún lado.
Para mí que el tipo se lo vio venir, igual que el convertirse en treintón y decidió bajarse del barco antes que hundirse con él. A lo mejor y todo lo botaron por drogo y nos echan otro cuento para no afectar las ventas de su libro.
Pero yo si te digo algo. A él lo sigo viendo parte de nuestra generación de mierda. Voz, protagonista, paseante, algo. Mucho más digno que transformarse, no sé, en Roberto Giusti o uno de esos periodistas y escritores «serios» que tanto criticó, igual que Chataing dejó de ser irreverente hace tiempo para animar Sábado Sensacional.
Urbe con ese par de mariquitos se va a ir a la mierda. Todavía espero que Torrelles me decepcione, pero no lo hace. Y seguimos llorando para que alguien haga algo como lo que hizo urbe en vez de hacerlo nosotros mismos.
Gracias Juan.
Noo: Sí, la 92.9; ya lo había dicho hace rato; también se volvió ñoña. Ahora andan en una de modelitos tirándosela de locutores.
Claro Cantinflas. Solo que no es el bloque de armas, sino la cadena carriles, más o menos lo mismo jejeje : )
Alejandro Grandioso comentario. Gracias por comentar de esa forma. Tu encuentro con Torrelles es revelador. Yo también lo considero parte de esto. Peor Que Tú, aunque digan que se parece a los escritos de Thompson o de Palhaniuk o quien sabe, es un libro grandioso, yo me lo leí y me lo estoy releyendo y sigo creyendo que lo que allí dice es lo mismo que me hubiera gustado decir a mí.
Lo de la irreverencia sin sustancia no es tal; es la comercialización de una impostura, es como decir Ají Picante o Good Charlotte (aunque por lo menos lo de ají son graciosos).
Fíjate que mencionas Seven Ages Of Rock y ayer, mientras veía el capítulo dedicado al Rock Alternativo, se me quedó una frase pegada a la cabeza y lleva dando vueltas allí desde anoche, el narrador decía: “Cobain se enfrentó a un gran dilema, mientras el Rock Alternativo se hacía más popular más perdía su razón de ser”.
Por lo demás, yo tampoco me como lo de los 75000 periódicos; al contrario, Urbe se vende menos, hoy, en el Kiosco de la ops todavía está la edición con Rosalinda Serfatti. De nuevo, gracias por comentar de esa forma…
Cono Silva, a ver si te distancias de Cobra por que ya le tienes el estilo al pelo, que ahora te vas a cambiar en nombre >? a Cobrita o es que son la misma persona ??
¿Cual estilo al pelo? Dame ejemplos.
Y tu querida Adrianita Lozada tuvo un bebe y escribio un libro sobre la maternidad! No es una cagada??? Debe ser lo peor que le puede pasar a alguien en la vida, despues de pintarse el pelo todas las semanas de un color distinto, que terminara siendo una señora casada con hijos que escribe sobre la maravilla de tener un bebe. Que asco! Y sabes que Gabriel Torrelles en la presentacion de su libro, no solo fue con sus padres, sino que dijo que el ya habia hecho de todo y que ya se podia casar y tener hijos??? Todos van para alla papito, el aburguesamiento, la sedementacion que implica el madurar y querer trascender teniendo descendencia, a menos que prefieras tener 55 años y seguir con el pelo verde, a menos que quieras ser un pavosaurio. Son los unicos caminos que hay… bueno tambien esta el camino de Cobain. Aburguesate, vive en el pasado o pegate un tiro! Si, es una mierda tu generacion y la mia, y esta que viene es peor, no solo es estupida sino malvada! Estamos jodidos por donde lo veas. Una generacion que cree que lo peor que le puede pasar en la vida es que sus medios de entretenimiento desaparezcan, ni siquiera mereceria el privilegio de ser joven, pero estan aburguesados desde antes de nacer, ese es su destino, y aunque a ti no te guste ellos lo disfrutan que jode! Y que vas a hacer? A Yongo le importa un pito que analises su estupida sonrisa, el cree que ya te gano y de hecho lo hizo, cuando decidiste amargarte porque Chataing ya no te da risa. Esa es una gran tragedia, la gran tragedia de esta generacion que tiene como heroes a imbeciles bien vestidos. Tírate por un puente, esto se jodio…
urbe siempre fue igual, simpre quizo venver y utilizar como herramienta el sexo y la farándula, eso sí con alguna dosis de inteligencia y humor, que ahora creo tampoco le tendría que faltar. Lo que es increíble es que ustedes no son la primera generación que dice que urbe ha cambiado, creo que ya van dos. Quizás es un proceso natural, químico y orgánico que ocurre al mirar para atrás. En dado caso, ojalá que siga el experimento.
salud.
Epa mi joven amigo. Quiero, antes de dar cualquier opinión, apoyar toda tu catarsis. Siempre me pareció que Urbe era una gran cagada, incluso en sus tiempos más contestatarios. Sin embargo siempre fui lector de este pasquin. A veces, la gente rebelde adhiere a sí cierta terminología inmadura; esto les hace parecer pueriles. Sin duda alguna, tambien soy rebelde, pero estoy llegando a los cuarenta y me resisto a caer en la visceralidad de mi adolescencia. El contenido de tu descarga es honesto y totalmente veraz. Estamos viviendo una época de indigencia, en un lugar que siempre ha sido pobre y precario. Lo que sucede va más allá del Gobierno de turno, de aquellos que son la cara visible de nuestro colectivo. La bonanza mal digerida que nos embarga ha anestesiado a la gente, ha enraizado su miedo cómodo, su conformidad de vivir en la más absoluta estupidez y fatuidad. Padecemos los embates de un espacio hostil a la cultura, ciudades que parecen campamentos petroleros donde a cierta hora se debe retornar a casa para no sentir. El pueblo, la sociedad, el público, el televidente, o cualquier forma de aglutinamiento pasivo, son instrumentos de dominación. Si le echamos el ojo, aunque sea de manera somera, a la historia, nos encontraremos con que la mayoría de la gente es explotada y utilizada para el beneficio de unos pocos. Quizás hasta este beneficio particular ha perdido su sentido. No nos podemos ni dar el lujo de tener élites, éstas tambien están desapareciendo; todo ahora es una máquina absurda y perversa de autodestrución. Sí, me parece esperanzador que exista gente atormentada, que por allí estén, aunque impotentes y derrotados, seres que no le encuentran sentido a nada. Porque es verdad, nada tiene sentido.
Soy Carlos Piña.
Jajajaja sí, soy un pobre tipo.
Demasiado.
Y mis artículos son de un simplismo vergonzoso.
Te quiero.
Yo leí urbe desde el primer número, pero ya como por el número 60 me estaba dando ladilla leerlo. Me gustaba que hablaran: de música, de tatuajes, de películas, de sexo, de deportes, de jóvenes de verdad (y no de los que dejaron de ser niños al soltar el Meridianito) Pero luego se volvió: Música, sexo, tatuajes, sexo, películas, sexo, deportes, sexo, jóvenes (todo tipo, incluyendo los que no leían Urbe (como los Jordan), y sexo. Así llegué fastidiado de tanto sexo, el mismo repleto de tabús que encontraba en internet, hasta la edición número 100. y dejé de comprarlo. De allí todas las portadas que veía al pasar por los kioskos eran: Sexo, sexo, sexo, sexo, sexo, sexo. Yo también había madurado (o simplemente ya tenia suficiente de mi adolescencia, ya tenia más o menos 20). Hoy sólo me pregunto: ¿Aun venden esa vaina?
¿urbe? ¿en serio ? Si eso desde el primer momento siempre fue una mierda ¿y lo máximo que aquí le critican es que hablaba de sexo? Si urbe fue como el precursor en Venezuela de esta sociedad posmoderna de mierda, un crítico musical que no sabía ni mierda de música, una feminazi antes de que se pusieran de moda que destilaba todo su odio y resentimiento contra los hombres, un par de escritorsuchos frustados y lo peor, un montón de niñatos sifrinos frívolos que escribían para decir estupideces, no cabe duda quien leyó urbe hace 15 años sabe que la sociedad ha sido una mierda desde antes de que existieran las redes sociales.