Está allá afuera esperándote. Toma un número y haz la cola. ¿A quien le importa? A mi ya no. Todo tu esfuerzo se esfuma cada dia. Aquel porque tiene una linda carita se lo merece más que tú. Sal y exponte al sol, mira a las otras personas, que te importan tanto como tú les importas a ellos, sube en la lata que te espera cada dia, para cocinarte en tu jugo. Espera la muerte. Está a cien metros más adelante o la pasaste hace dos cuadras.
Él también queria llegar, era su deber, lo esperaba el señor de corbata y estrellas en el hombro. Se quedó dormido. Ellos sólo querían llegar y llegaron, llegaron juntos como siempre lo habian soñado. Que romántico! Lástima que a ella no le interesaba el niño, no le tocaba.
Espero para llegar pero tu propia llegada no me deja. ¿Por qué tienes tanto apuro? ¿Quién te espera si ella está aquí mismo ligando que tú te desesperes? No era tan importante, estoy segura. Tampoco lo era para mi. Pero aguanté a pesar de mi desesperacion.
Ellos nos hicieron esperar por su fechoría. Apártate que ellos vienen rodando desde muy lejos y allá los esperan para atraparlos. Si tú quieres vivir, espera que ellos pasen y tú serás libre para hacer lo que quieras. Esta vez ella los perdonó, pero sabe que la desearán más que nunca. Por eso ella se ríe y te dice que pases sin mirarla, ni se te ocurra!
Siéntate y espera. Los desesperados llegan primero. A ella le gustan particularmente esos. Incluso los que ni siquiera se preguntan si ella estará alli hoy, porque ella esta allí todos los dias, es puntual y no se distrae. Tiene artilugios, le gusta divertirse con tu cordura, te manda un enjambre de abejas para que te asombres de su poder y se muere de la risa de tu cara de idiota.
Crees que hoy la esquivaste. Tal vez. Puede que tu lugar lo haya tomado aquella que creía que necesitaba llegar primero que tú. Pero no te preocupes, estas en lista. A ellos no les importa. Y a ti tampoco.