Mi hermano uruguayo escribió una de sus genialidades con este nombre “Padrenuestro Latinoamericano”, el cual descubrí hace pocos días, gracias a una persona especial. Pues ¿Por qué este nombre para el articulo? Simple, cuando nos referimos a lo cotidiano en nuestro sub-continente, en nuestra gran Latinoamérica, lo que se nos viene a la mente, además de las gestas libertarias y revolucionarias de magnos hombres como Bolívar, Marti, Artigas, Ernesto Guevara, Zapata y todos los demás que dieron su vida a la defensa de los pueblos, también viene a su lado la triste realidad de la ingerencia Imperial en nuestra tierra.
Comenzó cuando Europa se le ocurrió, por error como muchos de los grandes acontecimientos, “descubrir” América y entre sus barbaries obligar al indio, ese antepasado y hermano de sangre de todo venezolano, a obedecer una cultura distinta a la nuestra, conoció de la manera mas trágica el olor de la pólvora cuando las balas atravesaban sus cuerpos que se resistían a ser dominados. Cuando culturas de la grandeza de Mayas, Aztecas, Timoto-Cuicas, Incas fueron obligados a extinguirse para que amos y señores de las coronas europeas pudieran aprovecharse de las riquezas minerales y desangrar nuestra tierra. Bueno, todos sabemos que bastantes años pasaron y vino nuestra lucha libertaria, la cual no entremos en detalles por ahora. Pero la cuestión de la invasión y el dominio imperial no termino allí, lamentablemente no. Bolívar en una de sus tantas frases para la eternidad dijo “Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miseria a nombre de la libertad.” No podías tener más razón Libertador.
Los Estados Unidos de Norteamérica (USA) se han dado a la tarea de flagelar a los pueblos de nuestra América latina, nuestra América mestiza, de mulato, de indio, de blanco; se han encargado de engordar sus arcas a costas de la materia prima con la que hemos sido privilegiados (oro, petróleo, hierro, bauxita, cobre, etc.). El nivel de ingerencia ha sido monstruoso y despiadado, colocando gobiernos a su antojo, sacando igualmente a quien moleste a sus intereses, y ejemplos sobran, el asesinato en Chile del camarada Allende y el secuestro del compañero Jean-Bertrand Aristide en Haití, son solo dos de ellos en tiempos separados por medio siglo.
USA se ha convertido en la “bestia negra” de los latinoamericanos que luchamos por nuestra segunda independencia, esa que nos libre del rigor impuesto por las transnacionales, esa que evite el cúmulo de deudas a los Estados pobres que sufren pagando día tras día el error de sus gobiernos títeres.
Mi América, esta donde vivo, esta que se encuentra al sur, pero al norte de mis sueños, sufre, no por tristeza, no por soledad, no por falta de amor, sufre por el látigo imperial, por ese criminal depredador de mundos que se hace llamar Gobierno de Los Estados Unidos. Es allí la lucha de todos los que creemos en ese mundo necesario, es esa la lucha que debemos seguir dando de la mano de todos los pueblos Latinoamericanos.
Nosotros no buscamos condolencia ni perdones divinos de los imperialistas, buscamos libertad y dignidad en nuestras naciones, porque “poco importa que nuestros acreedores perdonen así como nosotros una vez por error perdonamos a nuestros deudores, todavía nos deben como un siglo de insomnios y garrote, como tres mil kilómetros de injurias, como veinte medallas a Somoza, como una sola Guatemala muerta”
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