Hoy decidí que quiero ser artista.
Quiero escribir un libro para analfabetas. Será una novela romántica sobre un fiscal de tránsito llamado Betulio que se enamora de una cajera del Mc Donald que está al lado de Ferretotal que se llama Doris y tiene el culo más grade que la barriga.
Quiero hacer un disco para sordos. Será un disco con versiones de Nine Inch Nails interpretadas por Roque Valero y con temas de Nelly Furtado cantados por Mirla Castellanos.
Quiero pintar un cuadro de colores que no existen, colores oscuros que solo los ciegos pueden ver.
Quiero, también, tener el talento de hacer un verso para personas que no creen en el amor.
Quiero hacer arte conceptual. Me pararé en el medio de la caída de agua del Centro Comercial la Cascada y gritaré: “no hay nada más placentero que comer galletas de soda untadas con nucita”.
Quiero hacer graffitis. Pondré en las paredes frases como: “Siempre que una gallina cloquea, el diablo hace fiesta y espera que dios venga para besarlo en la boca”.
Quiero hacer un pegoste con chicle, plastilina, excrementos de palomas, gargajos de políticos mayores de sesenta años, semen de toro, flujo vaginal de mujer pre-menopáusica y un poco de sudor del que queda después de hacer el amor contigo y lo colocaré en una plancha de anime y lo exhibiré en la Panamericana cuando haya una cola enorme.
Quiero Filmar una película usando a la abuela y a la cuñada como actrices pornos. Una cinta de doce horas en el desierto, con escenas de quince minutos en las que no pase nada y, luego de dos horas de película, la abuela y la cuñada hagan el amor con los ojos cerrados y sin tocarse.
Hoy seré un artista y tú serás la única que lo entienda…
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Fade to black.
John Manuel Silva.
