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Sean Penn descubre el reggaetón.

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“Yo era de un barrio pobre, del centro de la ciudad
Ella de clase alta, para decir verdad.
Montada en un Mercedes, automático dos puertas.
Yo montado en una traca con un pie adentro otro afuera… ”

Juan Luis Guerra – Me enamoro de ella.

De las cosas que más detesto de la Biblia es la imagen que da de la mujer. Según la Biblia, las mujeres son unas bichas que con su poder de seducción logran rendir a los hombres y los hacen presas de su voluntad. La vagina femenina pasa a ser el señuelo que lleva a los hombres (destinados estos a gobernar el mundo) a tomar decisiones erróneas: Desde que Adán cedió ante la tentación de (j)eva y se comió la manzana, pasando por la jeva de Job que casi lo convence de no resistir la “justa” prueba que Dios le envió, siguiendo con la malvada Dalila que le corta la melena a Sansón y le hace perder la fuerza, etc. Todas las mujeres de la Biblia son unas zorras maléficas que desvían al hombre utilizando su sexo como arma. Las que no son putas son vírgenes y por eso son buenas, incluso María Magdalena que era puta pero se redimió.

Sin embargo, luego de devorarme el artículo que Sean Penn ha escrito sobre su visita a Venezuela, y de alguna manera sobre su visita a Cuba, no dejo de pensar que Penn fue seducido y que el terrorífico poder de seducción femenina que nos ha legado la mitología cristiana ha cambiado de mano a los “líderes” que con su verbo, humanidad, falsa camaradería, egocentrismo desmedido y personalidad prefabricada han seducido a los que creen que hablar un ratito con un dictador es conocer la realidad de un país.

Antes de que sigan leyendo, les invito a que revisen la traducción realizada por la periodista venezolana Paula Andrea Jiménez del artículo “montaña de víboras” escrito por Sean Penn y publicado el pasado 3 de diciembre en el diario estadounidense The Nation. Luego de leerlo, pueden seguir leyendo mis comentarios respecto a ese artículo. El link es: http://www.radiomundial.com.ve/yvke/noticia.php?t=15673

Bueno y ya que están en la página de YVKE Mundial, pueden leerse la lista de lamentables comentarios.

Si ya leyeron hay que destacar el tono de crónica de fan enamorado que contiene el texto. Sean Penn escribe como si fuera un adolescente de 13 años que se va de gira con su artista favorito, solo que a diferencia de Almost Famous aquella cinta de Cameron Crowe, Sean, no se enamora de una de las grupies sino del vocalista de la banda.

Comienza el señor Sean hablando mal de la fama y la fortuna y aquí sería bueno darle a Penn un librito de autoayuda que lo autoayude a tomar decisiones. Me explico: Tanto Penn como Chávez odian la vida que les tocó vivir, Chávez no quiere gobernar eternamente, pero fue atrapado por la historia, Sean, no quiere ser famoso, solo quiere ser un escritor anónimo para así no enfrentar a los “mentirosos, imprudentes y satanizadores” medios de comunicación que inventan falacias como aquella de que se llevó su propio fotógrafo para promocionar su visita a New Orleáns. Sean quiere ser anónimo para viajar por el mundo, conociendo las realidades del tercer mundo (así nos llama) sin tener que calarse el ojo escrutador de la prensa que lo difama. En este punto (y me perdonan el golpe bajo) uno entiende por qué este pana le entró a golpes a los fotógrafos que espiaban su boda con Madonna. A ambos, Chávez y Penn, les recomiendo que empiecen a leer algunos de los libros que se titulan “Como tomar decisiones firmes y no arrepentirse en el camino”, si están tan descontentos con sus vidas, pues cámbienla, no se frustren. Sean deja de actuar, cómprate un taxi y conviértete en el anónimo que quieres ser y Chávez, deja de gobernar, anda a montar la escuelita de béisbol en Barinas. No renuncien a sus sueños que la vida es una sola!!!!!!

Pasado el drama personal Penn comienza a hablar de las reticencias que tenía su hija respecto al dictador cubano Fidel Castro. Al parecer la chamita de catorce años tiene más lucidez que su papá y luego de ver un documental sobre la revolución cubana, la chama se indignó porque en Cuba se perseguía a los gays. Al encontrarse Fidel, Sean y la hija de éste en la casa de García Márquez, la adolescente increpa al viejo dictador y éste le responde que en Cuba no se inventó la homofobia, que es cierto que la revolución había cometido algunos “errores” pero que estos ya estaban siendo enmendados, pronto se aprobarían en Cuba las uniones de personas de un mismo sexo y en el sistema de salud cubano ya se permitían los cambios de sexo. Y con eso, dice Penn, la chica quedó desarmada, al igual que su padre que culmina la entrevista abrazando a Fidel para una foto y recibiendo un sabio consejo de éste, parafraseando: lo mejor que puedes hacer con tus hijos es criarlos para que sean doctores o revolucionarios.

Basta ese pedazo del texto para saber en que tono están escritas las once cuartillas restantes.

Luego sigue un análisis sobre la realidad norteamericana y mundial. Lo hace a través del prisma de Raúl Castro y blandiendo sus dudas: Sean es medio socialista, pero es medio capitalista, cree en el esfuerzo personal pero si es para beneficio del colectivo, se siente un bateador de béisbol que debe hacer un jonrón pero para que el equipo gane y no por la gloria personal. Aunque, como debe ser, el pana dice que Obama acabará con la era de Reagan. Agrega que los gringos le tiene miedo al socialismo y por eso es que lo critican.

Luego “fildea” las especificidades latinoamericanas para presentarnos una estereotipada visión de nuestra historia en la que todo lo malo que nos ha pasado a los latinoamericanos es porque los gringos nos lo han hecho. Dice Sean que cuando nosotros elegimos líderes incómodos Estados Unidos los tumba y se roba nuestros recursos, vale decir que aquí el señor Sean puede que tenga algo de razón, es cierto que Estados Unidos ha derrocado a Presidentes democráticamente electos y que se ha esforzado por tener en nuestro continente a gobernantes genuflexos dispuestos a respetar los intereses gringos, a mí no me acompleja admitir que eso es verdad. Pero a Sean no debería acomplejarlos decir que eso lo hacen muchos países, no solo la malvada USA, también sus admirados europeos, y de hecho, el actual gobierno de Venezuela usa los recursos petroleros a su disposición para intervenir en los asuntos internos de otros países (Bolivia, Nicaragua, casi toda Centroamérica) y chatajear así a los gobernantes de esos países con no darles petróleos si afectan los intereses venezolanos, o bueno, debería decir los intereses de la élite venezolana. También se le olvida a Sean que muchos de esos “pitiyankis” fueron elegidos por los pueblos de esos países, que el populismo tiene mucho que ver con los triunfos de la derecha centroamericana. Se le olvida también citar casos como el del General Noriega que fue fiel a Estados Unidos y fue derrocado luego de desobedecer los lineamientos de quienes lo pusieron en el poder. También se le olvida que el conflicto EE.UU – Venezuela solo ha ocurrido en las cámaras de televisión porque la realidad es que las relaciones petroleras con EE.UU. están mejor que nunca. Sería bueno que Sean se leyera los contratos de concesión de la faja petrolífera del Orinoco o alguno de los artículos de Domingo Alberto Rángel antes de presentar esa simplista caricatura de la realidad pasada y presente de Latinoamérica.
Pero bueno, no se le pueden pedir peras al horno, como dice el filósofo.

Luego de esta introducción de cinco cuartillas viene el filete, la visita de Sean a Venezuela. Lo primero que hace Penn es recordarnos que Chávez ha sido democráticamente electo. Ya sabemos que para estos señores la democracia no es un sistema completo sino un trámite, ir a votar es signo de democracia y haber sido electo te legitima como gobernante. Para Penn, asumo, no deberían existir problemas con la administración Bush puesto que aquel presidente fue tan democráticamente electo como el nuestro. Pero no, resulta que para Sean Penn los norteamericanos tienen derecho de protestar contra un Presidente democráticamente electo, cuestionando su legitimidad, no por su origen sino por su desempeño. Pero los tercermundistas debemos calarnos cualquier engendro, solo porque este salió de las urnas de votaciones.

Luego Penn nos cuenta como el diligente Andrés Izarra dejó RCTV y pasó a ser Ministro de Chávez, como perdió el ministerio por amor y como lo recuperó luego del escándalo por haberse casado con la hijastra de Ledezma, es decir con la hijastra del actual Alcalde Mayor.

Acto seguido Penn ejerce un clásico acto de manipulación emocional y política cuando dice que lo primero que le impresionó fue llegar a la Plaza Altamira y encontrarse con un grupo de furibundos opositores que protestaban por el cierre de RCTV y como éstos hijos de “!”•$%&/% le decían “cerdo” al Presidente de Venezuela. “ Vaya… creí que Chávez censuraba este tipo de cosas” dice el hipócrita Penn. Y esa será la primera de muchas estereotipaciones (ya sé que esa palabra no existe) de los opositores que hará don Sean.

Luego Penn nos ilustra, nos recuerda que RCTV no fue cerrado sino que, como todos los canales del mundo, tiene una concesión limitada, aduce el autor que RCTV era un canal que participó en el golpe de estado del 11 de Abril y que incluso llamaban a asesinar al Presidente. Mire, señor Sean, déjeme echarle el cuento como es:

El golpe de estado del 11 de abril ocurrió, ocurrió y la culpa no la tienen quienes legítimamente se oponen (nos oponemos) a este gobierno. Los que participaron en el golpe fueron, en su gran mayoría, funcionarios militares designados por el propio Chávez en sus puestos, comenzando por los Generales del alto mando y terminando por Lucas Rincón. Sin olvidar que Francisco Arias Cárdenas, amigo personal del Presidente y candidato opositor a éste en el año 2000, también fue activo agente de dicho golpe. Te dejo, Seancito, este video donde el Cárdenas, llama “asesino” (con toda la extensión de la palabra), “enfermo” y “paranóico”, entre otras bellezas a su amigo e invita a los oficiales de la Fuerza Armada venezolana a derrocarlo.

Sobre la participación mediática del golpe: Sí Sean, bienvenido a la realidad, resulta que los medios venezolanos y los de todo el mundo participan de la política, no por nada los llaman el cuarto poder y no faltará quien diga que son, en la práctica, el primer poder. Sean, en Venezuela los medios participaron de la campaña electoral del 98, convirtieron a Chávez en un héroe, en un Mesías, le jalaban, Oscar Yánez le regalaba sillas calientes, Maytte Delgado se desvivía por su esposa, Napoleón Bravo le llevaba serenatas en su programa de televisión y le regalaba cuatros, José Domingo Blanco lo sentaba a su lado y lo ponía a leer periódicos, etc. Luego, cuando Chávez ganó la presidencia los medios y Chávez rompieron, por razones políticas y económicas y los medios que endiosaron a Chávez empezaron a atacarlo. Sí Sean, ¡sorpresa!, los medios participaron del derrocamiento de Chávez y también participaron del enjuiciamiento de Carlos Andrés Pérez (por razones similares y con el mismo señor por detrás), eso es verdad. Lo que tú no dices chinvergüenchón es que el medio que dio el golpe no fue RCTV, ni siquiera Globovisión, fue Venevisión. Y esto no lo digo yo, Seancito, lo dicen los propios chavistas. Según los militantes y defensores del gobierno en Venevisión se “Fabricó” el video de Puente Llaguno, fue en Venevisión donde vimos al periodista Luis Alfonso Fernández, y oíamos a Manuel Sanz diciendo “miren como descargan sus armas sobre la población indefensa”. También fue Venevisión el punto de encuentro de los golpistas, fue desde allí que Luis Miquilena se dirigió al país y celebró el golpe, fue desde allí que Rafael Poleo y Pedro Carmona discutieron sobre la transición, fue desde el canal cuatro, Sean, desde donde se dirigieron las transmisiones del paro, tanto el que existió entre el 9 y el 11 de abril, como el que se dio en diciembre de 2002, ¿no lo sabías, Seancito? Mira Sean, Venevisión puso a disposición de Pedro Carmona, Carlos Fernández, Carlos Ortega, y toda la cúpula de la CTV y Fedecámaras todos sus equipos técnicos y todos sus arrastrados periodistas para permitirle a esos irresponsables dirigentes parar el país y causar una crisis bestial que llevó a Venezuela a una paranoia y extremismo que hasta hoy parece no haberse detenido. Fue Venevisión, y si no me crees búscate los documentales que los chavistas hicieron, de los que me acuerdo ahorita: “Puente llaguno, claves de una masacre”, “Rescate del hilo constitucional”, “Claves de un golpe de estado I-IV”, y tengo entendido que ya viste “La revolución no será televisada”. No sé cual versión viste, si la versión etnocéntrica que lanzaron en Europa, o la versión que vimos nosotros con Chávez paseando en su limosina y hablando quedito quedito a la cámara. No sé si en la versión para extranjeros aparece editada la parte en que las documentalistas “aclaran”, que Venevisión hizo un montaje, o si en la versión que viste aparece cortada la parte en la que Napoleón Bravo dice: “buenos días, tenemos nuevo Presidente”. Lo que pasa Sean es que en Venezuela la historia ha sido rescrita y los dirigentes del gobierno han reescrito hasta la historia oficial que ellos habían creado. Te explico, Sean: El dueño de Venevisión es un tipo llamado Gustavo Cisneros, ¿lo conoces? Este tipo es aliado y socio de Ruper Murdoch, ¿sabes?, el magnate de medios que es dueño de Fox News, canal que odias con toda tu alma; aún así, Cisneros pactó con Chávez, se reunieron, se abrazaron, se dieron un besito y todo quedó zanjado, Venevisión se transformó en un canal mediocre (digo, más mediocre de lo que era) y sus arrastrados periodistas pasaron de ser furibundos antichavistas a ser patéticos propagandistas, y a los que no les gustó el cambio, gente como Napoleón o el propio Luis Alfonso Fernández, pues los mandaron al demonio.

Claro Sean, ahora esto no puede decirse porque la historia oficial que se había escrito antes de la reunión Chávez-Cisneros decía que era el empresario Gustavo el que había dado el golpe de estado contra tu adorado Comandante. Esa historia ahora ha sido rescrita, se exagera el papel de RCTV y Globovisión y se minimiza hasta desaparecer el papel del canal 4, porque a tipos como tú no les gustaría saber que el gobierno pactó con el hombre más rico de Venezuela y uno de los más ricos del mundo. Al gobierno le conviene el estereotipo, ese que tú realzas cuando dices que Chávez es negro y que los opositores son irracionales blanco que luchan para que no les quiten sus privilegios y poderes. Tú Sean, a lo mejor no sabes lo que ocurrió entre Cisneros y Chávez y como paradójicamente Fox News y Venezolana de Televisión están más cerca de lo que imaginaría cualquiera de nosotros. Para justificar el cierre de RCTV el gobierno ha inventado que RCTV lideró el golpe del 11 de abril, cuando eso no es verdad, RCTV, al igual que Televén y Globovisión solo retransmitió la señal matriz del golpe que se generó gracias a Gustavo Cisneros, quien es, por si no lo sabes, Seancito, el verdadero dueño de Venezuela y el verdadero golpista y no los humildes venezolanos que estamos en contra del gobierno y que no nos merecemos tu desprecio y tu estereotipadera con insultos como “ el 20%, representado por la adinerada oligarquía, había cocinado el mismo guiso de capitalismo y codicia que experimentaríamos este año en manos de Wall Street”.

Sean, RCTV fue uno de los que menos hizo para que Chávez cayera, lo que pasa es que cuando Chávez pactó con Televén y Venevisión, se vio imposibilitado de hacerlo con RCTV y por eso lo cerró. Claro que tú en tu cronicucha no puedes decir eso, porque al decir eso Chávez dejaría de ser el acosado líder tercermundista que dibujas en tus patéticas líneas y pasaría a ser un simple, calculador y oportunista político y ni a ti ni a la izquierda divina les conviene esa imagen del Presidente venezolano, ¿verdad, Sean?.

Otra cosita: dices que el golpe fue planeado por los magnates petroleros, ¿cuáles magnates, Sean?, ¿Rafael Ramírez?, ¿los de BP?, ¿los de Chevron Texaco?, ¿los de Exxon Mobil?, ¿los de statoil?, ¿los de Conocophillips?, ¿los que trajeron los taladros chinos?, ¿Antonini Wilson?, ¿Wilmer Ruperti? ¡No seas tu tan ridículo, muchacho!

Luego describes tu pasada frente al Cardiológico Infantil, haces un paralelismo entre las desaforadas y absurdas declaraciones de un pobre neoconservador al que nadie se toma en serio llamado Pat Robertson y las curas que reciben los niños en ese hospital, vale decir que creo que el Cardiológico es la única obra realmente plausible del gobierno de Chávez. Fuiste a Caruao y te echaste un chapuzón en una cascada que te pareció un beso de dios, te metiste un plátano con ron cubano (por supuesto, a Sean no le den la basura de Pampero [mi licor favorito, si a alguien le interesa saberlo]), saliste a trotar y percibiste que había mucha inseguridad y que todos andaban armados (coño, la única observación lúcida de tu articulucho), pero en líneas generales, te pareció que Caracas es igual a Los Ángeles, y supongo que crees que La Villa del Cine es igualita a la Twenty Century Fox, bueno, aunque pensándolo bien, quizás, de alguna sádica manera, tengas razón.

En la noche cenaste con Andrés Izarra, lástima que no especificas dónde, lo que si especificas es que después, Seancito, te fuiste a 360º un local donde rumbean los ricos, por eso me pregunto: ¿dónde cenaste con Andrés Izarra?, ¿en calle El Hambre?, ¿en una arepera? ¿Y qué comieron?, lo digo porque señalas que Izarra pidió una comida “deleitable”, pero no especificas que comida era. ¿Perros Calientes?, ¿arepas con queso y mantequilla?, ¿una cervecita? Digo, si vas a hacer una diferencia entre los placeres de los ricos que van a 360º y los pobres que gobiernan a Venezuela, debería especificar que tan humilde fue la cena con Izarra. Algo me dice, Sean, que no comieron espaguetis con quesito rayado, ni bebieron cerveza. Me late, Sean, que bebieron y comieron lo mismo que los ricos de 360º.

En los apuntes de tu recorrido haces observaciones como: “Un enorme porcentaje de la población de Venezuela vive por debajo de la línea de la pobreza, y la esperanza, salud, educación e inspiración de activismo brindados por la Presidencia de Chávez no tenía precedentes en la mayoría de sus vidas. Para ellos, él era un héroe. Era amado. Pero para la mayoría de las personas en 360°, era un socialista peligroso; o peor; un tirano militarista. No era extraño que una persona rica en Venezuela dijera en voz alta que deberían asesinar a Chávez. En todas estas conversaciones, le pregunté a cada persona por la fuente de sus improperios. En cada caso, las respuestas eran regurgitaciones de los ataques de descrédito de los medios estadounidenses, o generalizaciones reducidas como «dictador», «totalitario», o «autoritario»”. Sí Sean, eso es, técnicamente cierto. Pero no es menos cierto que Venezuela no nació hace diez años. En Venezuela buena parte de los problemas que acontecieron y que germinaron el terreno para la llegada de Chávez al poder tienen que ver con nosotros mismos los venezolanos, con una clase media insensible que se hizo la sueca ante los problemas del país, una sociedad que no quiso ver la corrupción política de los líderes que ellos mismos habían elegido, una burguesía que prefirió la vía fácil de enriquecimiento rápido gracias al petróleo, antes que convertir los fondos petroleros en gasolina para la producción, la burguesía venezolana decidió crear un montón de empresas cuyo fin era la importación de la basura que producen en tu país y nos convertimos en un país que consumía mucho (tá barato, dame dos) y que no producía nada, ni se formaba. Del otro lado estuvieron unos políticos que generaron populismo y más populismo para las clases populares (políticas de consolidación de cerros, bolsas de comida, planchas de zinc, vasos de leche intercambiados por votos, a cambio de que en esos sectores populares se instauraran los comités de barrio de AD y mantuvieran a la gente tranquilita). Sean, reducir la situación de Venezuela a: Pueblo Oprimido y Pobre + Caudillo Necesario = Felicidad, es razonar como un imbécil, mi pana. Venezuela tiene que asumir, como sociedad, como colectivo, las responsabilidades de los desmanes ocurridos en el pasado y en el presente, ya basta Sean, de meter la cabeza en la tierra y echarle la culpa a otros. Aquí todos somos culpables del enriquecimiento de la minoría de la población y el empobrecimiento de la mayoría, todos, Sean: los intelectuales que vivieron de prebendas y regalitos y carguitos en el estado, las clases medias y altas que se cuadraron con las élites gobernantes a cambio de algunas monedas para comparar la basura de ropa que producen en tu país, la clase media por andar viajando al culo cultural del mundo (léase, Miami) a visitar al ratón Mickey y a embrutecerse, los canales de televisión por haber producido telebasura que embrutecía a la personas, los cineastas venezolanos que no quisieron desarrollar una industria cinematográfica medianamente decente sino que prefirieron vivir de los subsidios del estado y producir sus cagadas que solo son admiradas por un grupito de personas que no saben nada de cine, los escritores venezolanos por haberse negado a alzar su voz y a convertirse en una referencia crítica y contundente de la realidad venezolana y en lugar de eso se quedaron bebiendo caña en su República del Este que hoy solo es añorada por Rodrigo Blanco Calderón y otros aspirantes a ocupar el espacio dejado por aquellos lamentables caballeros cuyo único legado fue el daño a sus respectivos hígados, las clases populares por haber votado mayoritariamente por Acción Democrática y COPEI, los periodista, yo, TODOS, Sean. No vengas con reduccionismos absurdos y a justificar mesianismos, estúdiate nuestra historia antes de escribir gafedades como: “Asamblea Constitucional fue formada en todo el país, y elegida, no solo por los partidos, sino por todos los sectores. La Constitución fue, en efecto, redactada por un foro público. En la siguiente fase, informaron a todas las personas sobre su contenido. Se celebró una elección y entró en vigencia. Chávez es un hombre que, entre sus primeras acciones como Presidente, retiró a todo el personal venezolano de la Escuela de las Américas, el campo de entrenamiento en tortura y asesinatos (creada por el Departamento de Defensa de Estados Unidos)” MENTIROSO la constitución no fue redactada por ningún foro público, fue redactada por Luis Miquilena, operador político de Chávez y por Hermán Escarrá, el gordo sin retorno, el que le construyó todo el entramado jurídico que le permitió a Chávez tener esa constitución que ahora quiere cambiar para perpetuarse en el poder, Sean.

Otro detallito Sean, Chávez no mandó a sacar a los militares de la Escuela de las Américas de inmediato, esto ocurrió muchos años después, cuando a Chávez le picó el zancudo antiimperialista. Y mira Sean, nuestro militares aprendieron muy bien las lecciones de la Escuela de las Américas, si no me crees, panita, puede pedirle a alguien que te muestre como reprimieron las manifestaciones contra el cierre de RCTV. Yo estuve ahí, Sean, aquí en San Antonio, mi ciudad, unos militares, seguramente formados en esa escuela que tanto te asquea, reventaron a coñazos a unos chamitos de 14 años que estaban trancando la redoma de la ciudad, y los metieron presos, Sean. Si tu quieres saber como la Escuela de las Américas ha influido a nuestra Fuerza Armada, basta que te echen el cuento de cómo luego del asesinato de Danilo Anderson fueron ejecutados de manera sumaria unos cinco ciudadanos sin que hasta ahora se hayan esclarecido las circunstancias de sus muertes.

“Pero al final de la noche, ya había juntado la esencia de las tres principales quejas contra Chávez. Primero, estaba el asunto de la reasignación de tierras. Segundo, la nacionalización del petróleo. Y tercero, bajo la forma de ataques a la libertad de expresión, estaba la gran decepción de que con la caída de RCTV, las novelas de la noche también iban a terminar.” Sí Sean, las tierras han sido reasignadas a los pobres, a los pobres como Adán Chávez, Argenis Chávez, Hugo de los Reyes Chávez, Jorge Luis García Carneiro, Diosdado Cabello, Pedro Carreño, Raúl Isaías Baduel (ahora se las quitan con todo y vacas), etc. Esos campesinos pobres ahora viven muy bien y por eso es que estamos contra Chávez, cómete tu propio cuento Sean.

La nacionalización del petróleo, ¿qué?, ¿no lo sabían? Chávez nacionalizó el petróleo. Lo que pasa es que la falsa historia que habíamos estudiado nos hizo creer que el petróleo había sido nacionalizado en 1973. ¡Que gafos fuimos! Y que gafos somos al creer que el petróleo ahora no está en Venezuela. ¿Ustedes como que son idiotas? ¡Claro que está aquí! En las manos del venezolano Rafael Ramírez y su modesto salario, en manos del venezolano Antonini Wilson y sus maletines comprados en el mercado de la Hoyada, en las manos de empresarios honestos como Wilmer Ruperti y Franklin Durán, y en manos de venezolanos como Evo Morales y Daniel Ortega. Gracias a la nacionalización del petróleo llevada adelante por el izquierdista Chávez los contratos petroleros que estaban en manos de empresas gringas han pasado a manos de empresas venezolanas como Chevron Texaco, Exxon Mobil, BP, Statoil, entre otras empresas criollitas.

“Todavía ni siquiera había conocido a Chávez y estos ataques vacíos me estaban enfureciendo. ¡Maldita sea, quería ser Al Capone! Estas expresiones abusivas eran el eco del lobby derechista cubano en Florida, que se había convertido en una militancia tan infundada que los hace separar a Elian González de su padre biológico, participar con la Administración Bush en el encubrimiento de terroristas como Posada Carriles, implicado en el bombardeo de un avión civil, arrestado bajo cargos de inmigración, metido a hurtadillas en Estados Unidos, y quien admitió su papel en el bombardeo de un hotel en La Habana en 1997 que dejó a un turista italiano muerto. Estados Unidos levantó los cargos en su contra, y hoy, se sienta en el restaurante Versailles de Miami, bebe café expreso cubano e intenta ligar con mujeres vestidas con pieles y diamantes. Es como una mala película de Andy García con una canción de Gloria Estefan mientras pasan los títulos. (Me gusta la actuación de Andy García, y es un hombre agradable en persona; y Estefan parece ser una dama fenomenal. ¿Pero que estos dos profesionales cubano-estadounidenses se sumen para separar a un niño de su padre? La política jode incluso las cabezas de buenos seres humanos).” ¡Maldita sea, Sean! No te conozco y tus ataques vacíos me están enfureciendo. Me está enfureciendo que creas que todos los opositores que conociste sean, según tú, un montón de reaccionarios que, al igual que tú, no pueden ver más allá de sus narices. Me enfurece Sean y quiero ser Tony Montana (Al Capone, no me gusta) para explicarte Sean, que la oposición es más que el grupo de señores y señoras reaccionarias de Altamira, que si te hubieras tomado la molestia de recorrer el país sabrías que en Venezuela habemos opositores dispuestos a argumentarte con claridad diáfana que las razones por las que nos oponemos a Chávez no son ni la supuesta nacionalización del petróleo, ni la supuesta reasignación de tierras, sino razones más profundas: el autoritarismo, la división entre venezolanos, los abusos de poder, la corrupción, el aumento de la pobreza y de las condiciones adversas de los pobres, la mediocridad, el clintelismo, la exclusión, la violencia, etc, etc, etc, etc, etc,. Eso es lo que pasa, Sean, cuando uno va a un país y se echa un paseito esperando ver lo que de antemano ya uno quiere ver.

Luego Sean, volvamos a la tercera persona y discúlpame lo confianzúo de los párrafos anteriores, nos dice como conoció a Chávez; mejor dicho, Penn nos da una introducción de fan enamorada de Servando y Florentino. Dice Sean: “Se paró de la mesa [Izarra] y conversó en privado por unos minutos, luego me llamó. Sabía quien estaba en el teléfono. Sabía que solo podía ser el presidente Chávez [Siiiiiiiii, era él, chama, era Servando y es bellísimo]. Odio hablar por celular. Siempre me toca recibir una llamada con estática. En este caso, la estática sería las limitaciones de mi mal español y su inglés chapurreado: «Hola», dije. Pausa. «Hola, Sin». Su voz era alta y cálida [y sensual y sexy y excitante y bella y ahhhhhhhhh].”. Nota: los corchetes son míos, por si acaso.

Describe, Sean: “Caminamos hacia su oficina externa, las paredes estaban llenas de pinturas impresionistas. Había un retrato de Fidel Castro y otro de la vista de la ventana del palacio mostrando al Cuartel San Carlos, la prisión militar en la cual había sido detenido, luego de la intentona de golpe en 1992 para derrocar al presidente Carlos Andrés Pérez. Mi vista se fue a la firma del artista de la pintura. Una palabra: Chávez. No sabía que pintara y nunca supondría que un político pudiese hacerlo tan bien. Los hombres de razón pocas veces son hombres de romance, así como los hombres de religión (tal como lo es Chávez) pocas veces son hombres de dicha razón. Un acertijo de su personalidad que será explotado por muchos años.” Bueno, Sean. Si supieras algo de historia sabrías que Hitler también pintaba, mira:

Lo de arriba lo pintó Hitler, lo de abajo lo pintó Chávez:

Como verás, Sean, Hitler pintaba mucho mejor que Chávez y sin embargo eso no legitima sus crímenes. No seas gafo, tú lo que hiciste fue caer en el típico culto a la personalidad en el que caen las personas acomplejadas y mediocres que se deshacen cuando alguien les presta atención. Sean, Chávez es un ser humano y como tal tiene la misma sensibilidad tuya y mía, yo no dudo que personalmente Chávez debe tener los claros y los oscuros de cualquier ser humano, nuestro problema con el Presidente no es personal, es político, tiene que ver con la forma en que ha gobernado a Venezuela y como pretende seguirla gobernando. No personalices esto, como en una mala película de Hollywood, diciendo que esto es un problema simple: Chávez es buena gente y los que nos oponemos a él somos monstruos insensibles.

Más jaladas: “Era un oso de hombre (los osos marrones y los pardos son idénticos en cuanto a género y especies; los marrones son un poco más pequeños. Chávez es un oso marrón)” ¡Ay papá, se perdió esa cosecha, Sean!

“Resulta irónico que la administración Bush y gran parte de los medios estadounidenses identifiquen este hecho como la amenaza y el lado oscuro del socialismo, o el totalitarismo, mientras que nuestro propio país mantiene los derechos de gobierno de un vasto imperio. Y mientras es fácil citar la imposición de un dominio eminente a través de la ampliación de las autopistas, o en numerosos casos que muestran los abusos, no pude encontrar un solo caso en el que su intención en EEUU fuera la de alimentar a los hambrientos o la de tratar a los enfermos. Chávez también ha extendido los intereses del Estado en financiar la revolución con el dinero del petróleo, mientras que aquí en casa, Exxon alimenta sus beneficios desde las afueras de las costas de Louisiana. Va dejando atrás un medio ambiente taladrado y al Estado no le deja nada a cambio”¿Perdón????????, ¿la acumulación de poder se justifica si es en bien del pueblo? O sea, ¿qué si Bush hubiera hecho la guerra en Iraq para beneficiar al “pueblo” norteamericano, esa guerra habría sido justificada? ¿Tú como que te fumaste una vaina rara, Sean? Hay que ser un tarado para decir semejante cosa.

Lo que sigue no merece mayor comentario: cifras oficiales, visitas guiadas a laboratorios inaugurados por el Comandante. Lástima que en las doce cuartillas que Penn le dedica a su ídolo no mencione a La Villa del Cine, es una pena, me encantaría leer la mirada etnocéntrica y epidérmica de Penn sobre nuestro Chavezwood.

Termina su texto el señor Penn, con una observación antropológica: “Abajo la música estaba alta, era una combinación de música house y salsa. ¡Pum! ¡Pum! ¡Pum! El rimo estremecía el piso y me producía cosquilleo en los pies.” Ladies and Gettlemans, SEAN PENN DESCUBRIÓ EL REGGAETÓN.

Que bueno, por lo menos descubriste algo nuevo en tu visita a Venezuela. Supongo que es mejor que hables de reggaetón en tu artículo en vez de decirnos que Chávez se puso a cantar durante la entrevista que sostuvieron. Hasta Wisin y Yandel son más pasables que Chávez cantando “Linda Barinas”.

Gracias por la visita Sean, esperamos que cuando vuelvas en vez de terminar bebiendo Johnny Walker te vayas a tomar una polar, cerveza ésta que también tiene un oso estampado en la botella, solo que es un osito blanco, Sean, y no marrón, panita.

Hay una segunda parte, pero francamente no quise seguir leyendo, ni escribiendo.

El Nerd Iconoclasta.

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