Propongo una lista alternativa para leer el futuro de Obama como presidente.
Top Five de la próxima gestión demócrata:
5) La Guerra de Charlie Wilson conoce a Rambo 3.
Porque Barack va a seguir empantanado en Afganistán, pero ahora luchando contra “el Talibán” para proteger la tubería de Unocal, construida para llevar el gas del Mar Caspio al Océano Índico.
Todo un negocio protegido por tres grandes bases americanas, en nombre de la democracia, el combate al terrorismo y demás cortinas de humo.
No es la primera gestión de Obama, es el segundo período del ambiguo Jimmy Carter en su campaña de reconquista de Kabul.
4) Irak for Sale.
Porque Barack garantiza el éxito de la rapiña corporativa y colonial de Irak, al servicio de las compañías asociadas a Dick Cheney.
Ganó el cambio trascendente, pero los petroleros tejanos siguen mandando en Bagdad. Cuéntame una de vaqueros en la tradición de Bush.
3)Deep Impact.
Obama, como Morgan Freeman, se cree el presidente del mundo. Desde su búnker imparte órdenes al resto del globo. Nos enseña qué hacer y cómo hacerlo en tiempos de crisis, aunque su país también vive sumergido en el medio de una tormeta.
Pronto una ola gigante se lo llevará por delante y él ni se dará cuenta.
2) Primary Colors.
Los Clinton están de regreso con sus colores primarios, sin embargo, ahora gobiernan tras bambalinas, ocupando cargos importantes y puestos de influencia en la Casa Blanca. Sus fichas y sus testaferros son omnipresentes en el tablero de Obama, quien también sonríe y es carismático como el bueno de Bill.
Las dos caras de una misma moneda de hipocresía, culto a la personalidad y fascinación por el poder en alianza con las élites del consenso de Washington.
1) Endgame.
En realidad el presidente es un títere, una pantalla, una marioneta, una mascarada, un caballo de Troya, donde se ocultan los verdaderos señores de las sombras, quienes pretenden perpetuar sus planes hegemónicos por los siglos de los siglos, bajo el amparo del grupo Bilderbeg y el proyecto del nuevo orden mundial. En resumen, es el juego de Obama. Tu decides si acompañarlo hasta el final o no. El último que apague la luz.