La ascensión al poder en Re Mayor
Negro, humano, terrestre. Así le nace la responsabilidad al líder de una nación que maneja el destino mundial nos guste o no. Cómo podría ser la música que lo ascienda al poder, quién podría hacerla, lógicamente John Willians, no hay otro que sepa más de momentos de película, no hay nadie que sepa mejor cómo expresar en menor aires del himno de un país que sueña con volverse el primero en todo, nosotros los segundos, los del después miramos cómo se mueven los arcos, cómo camina el tiempo en las notas y pensamos en que ese piano en cuatro minutos veintiséis segundos que comienza en La menor y termina en Re mayor, que comienza con desacierto e incertidumbre pero que evoluciona hacia una alegría, hacia la esperanza y la fe. El golpe del Cello de un japonés, la madera de un afro americano, la tecla de Latinoamérica y el chillido en los sin tierra históricos, así vemos pasar lo que será nuestro futuro, lleno de movimientos audaces de acordes que se ligan con nuestros mayores y menores recuerdos, la melodía llenando valles, gritos desde todos los lados, incendios y apocalípticos momentos de rapidez y felicidad. El ser humano viviendo 100 años y comprando cada vez más cremas para la belleza como si la crema fuera a penetrar hasta lo más profundo de las entrañas del alma, como si la cara fuera lo único que existe para ver al otro, un mundo ágil, biónico, con sueños biónicos, con una Caracas caliente que tiene abastos donde venden diablitos que por supuesto es una cosa que desconoce absolutamente el tema para la ascensión al poder de Obama. ¿Por qué ellos se toman tan en serio el poder? Hacía donde vamos unos y hacia donde van otros nos propone un dilema cultural o una oportunidad cultural. La cultura es un protocolo donde uno lee y es leído, ser culturalmente mundial es imposible, solo puedes en ultima instancia volverte conocedor porque solo eres tú la experiencia y la que cuenta el otro que ha tenido, uno es dos veces a través del otro y a través de uno mismo, lo que pasa arriba es lo que pasa abajo, si estados unidos es un imperio entonces tiene su napoleón negro pero en contra cara nosotros tenemos a nuestro bolivar proletariado y así el equilibrio del principio de este himno: negro, humano, terrestre o la canción de John Willians hace que ex profeso uno escriba en minúscula ciertas palabras y se quede con las fundamentales para el final: la música por encargo tiene su público y hace su historia, toca y no toca en algunos corazones, por eso hay que detenerse siempre en esas cosas que no parecen trascendente y ver más allá de la comunicación y entender el código que tiene el espacio de la inter- racialidad y el arte, hacia allá apuntan todos, a prostituir el espacio anarquista del arte, a corromperlo a desaparecerle, entonces no será el arte desde donde gritemos algunos, quizás desde la casa, el hogar, la posada, el invento, el beso, la distancia o la guerra, solo hay que decidirlo. Recomiendo hacerlo mientras se oye esta pieza.
Aquí puedes bajar la pieza:
http://www.mediafire.com/download.php?j4ygymokjmo