Nombre de la obra: Del día en que nos jodimos y no nos dimos cuenta/Autor: un desacreditado
Una señora gorda y tranquila es A otra señora gorda y tranquila es B, ambas morenas y sociólogas viven en Patanemo. C es un joven que cree que estudiando Arte se convertirá en artista.
A: Si gana el si nos jodimos, si gana el no, también. Desarrollemos esta idea prosaica pero reveladora: si gana el si el gobierno que en este país es el estado no dejará de trabajar con la metodología –lo de metodología es un sarcasmo lógicamente- que ha venido utilizando, si es que sembrar discordia e inestabilidad en el país es una metodología, aunque no podemos olvidar la autopista de oriente.
B: si gana el no nos jodimos, porque al que manda sienta el rechazo del país estaremos todos expuestos a que él quiera por la fuerza recobrar los espacios que siente perdidos –claro que hablamos de los espacios sociales porque los espacios mentales ya son inútiles- y esto se puede traducir en nuevas elecciones o quien sabe cuantos nuevos artilugios. Esto sin sumarle a los del bando de “La oposición” que no se oponen sino a una actuación digna e inteligente, que más que ser de un bando no son oponentes sino gente que reacciona frente a las agresiones del apoderado o de quien ostenta el poder. Sin embargo no hay que olvidar a los estudiantes.
C: ¿ósea que no tendremos país durante cuanto?
A y B en coro: ¿Cómo que no tenemos país? Claro que siempre tendremos país, lo que si es que quizás no tengamos gente para rellenar el país, porque puede que a todos nos consuma el tema político y nos termine matando o terminemos huyendo porque como todo el mundo los venezolanos lo que queremos es ser felices y tener calidad de vida
C: ¿ósea que el problema no es ganar o no el referéndum?
A y B en coro: no chico! Eso es otra distracción, el problema es que los venezolanos elegimos siempre lo mismo, porque no conocemos otra cosa, nuestro problema no es cultural porque seamos incultos, tenemos un problema cultural porque no queremos aceptar que existen otras posibilidades más allá de un estado centralizado y autócrata y unos jóvenes marchando con las manos pintadas que almuerzan con altos dirigentes políticos en grandes restaurantes cuando el país duerme.
De repente la obra se detiene, abren las puertas del teatro de golpe, son militares quienes piden que desalojen la sala. Es día de asueto nacional, lo dijo ayer el presidente. Sobreviene el Fin.