Vivimos en un país tristemente infectado, digo esto porque cualquiera que sea el canal de televisión que veo, cualquier medio impreso que leo, hasta la radio que escucho viene plagada de mensajes virales, que mas que abrir los ojos y dejar que el usuario vea por cuenta propia la tendencia a la cual debe apelar, lo que hacen es contaminar estos canales de comunicación con adoctrinamiento, bien sea de una o de otra tendencia.
Como es posible que se le tome al venezolano por semejante “borrego”, y peor aun, como dejamos que nos controlen tales “pastores”, aquí no falta desinformación, aquí no falta adoctrinamiento, aquí no falta repetir en un tono monocromático consignas que pretendan hacer cambiar de opinión a algún cohabitante de este pequeño pedazo de tierra donde nos tocó nacer. ¡Aquí hace falta sentido común!.
Que clase de dirigentes nos gastamos, demuestran que la fuerza de un ideal (bien sea errado, o correcto, bien sea por capricho o se sienta de corazón, bien sea propio, adquirido, aprendido o comprado), es mas poderoso que el pensar en el bien comun de sus dirigidos.
Aqui hace falta un giro radical en nuestra manera de pensar, damos por sentado la benevolencia de nuestros lideres, nos decimos a nosotros mismo “Si tal o cual lo dice es el camino a seguir” nos hemos vuelto confiados, confiamos en todo aquello que nos indican que es bueno para tal proceso o para tal anti-proceso. Nos hace falta adoptar una postura desconfiada, “Desconfía y acertaras” esa seria mi consigna si de crear un partido político se tratara, no puede ser que absorbamos por ósmosis todo aquel aire que se respira en el ambiente inmediato.
Hay epidemias de violencia, catástrofes con miles de infectados de fanatismo, millones de enfermos de tanto ver este teje y maneje en el cual se ha convertido el futuro de Venezuela, hay unos que no escuchan nada lo que tenga que decir el otro pero a la vez lo contradicen en todo lo que diga, hay epidemias de piromaniacos, cabilleros, golpistas, fascistas, anarquistas, ocupistas, comunistas, tomistas, ¡Carajo! ¿¡Por que coño no les da por dar culo!?. ¡En esta verga lo que hace falta es un brote de cordura!
No soy rojo, ni azul, ni blanco ni un carajo, soy negro, y con todo y eso ni tengo el machete grande ni se bailar tambores, así que no creo en colores, no creo ni en el mio propio, no creo en tendencias, no creo en discursos de 7 horas, tampoco en marchas sean de miles de personas que vienen en bus que corean llenos de ignorancia consignas llenas de nada, o cientos de sifrinos que no saben que el 23 de Enero no fue el natalicio de Bolívar, ¡Ni tampoco el día que sacamos a Castro de Miraflores!.
Si te sientes aludido por esto que digo pues enterate que va tanto para uno como para el otro, si piensas que no eres asi pues educa, necesitamos no unna oposicion ni un oficialismo ciego, necesitamos gente que cuestione, dude, analise y ponga bajo el microscopio a todas y cada una de las deciciones que se tomen en este pais.