El problema de derribar molinos creyendo que se derrumban gigantes (polémica en torno a la Semana de la Narrativa Urbana)

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Una tormenta atraviesa Panfletonegro: El supuesto nuevo sacudón que acaba de dar el Sr. Cobranza al establishment literario a través de su venenosa diatriba en contra de la Semana de la Nueva Narrativa Urbana. Como creo que existen una serie de argumentos confusos en su texto y ya que no puedo desarrollarlos en los comentarios, me permito precisar ciertas cosas.

¿Qué es el Statu Quo?

Para los lectores de Panfleto ya es habitual el estilo periodístico de Sr. Cobranza, dedicado como pocos en este país a mostrar que el ídolo tiene pies de barro. Sus ataques a la gestión de Farruco Sesto o sus críticas a Oliver Stone dejan entrever un inconformismo poco habitual en la nación del cambur y el amiguismo.

Entonces, acostumbrado como estoy a leer apostasías culturales de la parte de Cobranza, decepciona un poco que omita o detenga su análisis en la simple queja criterial sobre la forma en la cual los organizadores de las Semanas de Narrativa escogen realizarlas. El autor parece no entender el objeto estudiado: ¿Qué son las Semanas de Narrativa Urbana, cuál es su función y por qué se despierta toda esta polémica en torno a ellas?

Eutanasia cultural

Para nadie será revelador el constatar que, en lo que a cultura se refiere, la gestión de Chávez ha seguido brillantemente las líneas culturales del camarada Mao y su revolución cultural: La nada. La política es matar a la cultura, o reducirla a manifestaciones antropológicas aburridas que supuestamente reivindican algún tipo de explotación. El gobierno no fomenta la escritura, no se preocupa ni siquiera de que la gente lea más allá de la conductista repartidera de novelas gratis en la feria del libro.

Por otro lado, el sector privado no tiene nada que buscar en literatura. Seamos sinceros: Estamos en Venezuela, país de los bestsellers de 5 mil ejemplares. Aquí ni García Márquez vende 10 mil libros. Quién entonces, en su sano juicio, invertiría en literatura (aparte del lavado de dólares que deben tener montado con ciertas editoriales).

Todo esto nos lleva a constatar que las manifestaciones marginales como la Semana de la Narrativa Urbana o la página de Letralia, cuya existencia y función es girar en torno al centro cultural promovido institucionalmente y por los medios privados, se vuelve centro, cultura, lo único e imprescindible.

De allí que la acusación de cuarto-republicanismo o reciclaje de los peores valores de la quinta que hace Cobranza levanten la indignación general: Cobranza no ataca una manifestación marginal, ataca la literatura en pleno en Venezuela ya que Las jornadas de Narrativa Urbana son lo que queda.

Allí nace la incomunicación: Mientras Cobranza acusa y se pelea con las S.N.U. creyendo que ataca la literatura venezolana contemporánea y el estamento del Statu Quo tradicional, los organizadores y participantes arguyen que las S.N.U. no son sino una manifestación marginal y que la gente es libre de crear su propio evento. ¿Quién tiene razón?

Repito que me parece un grave error endilgarle a esta pequeña manifestación convertida, malgré elle, en los Oscar de la literatura venezolana, toda la responsabilidad de lo que está mal con la literatura venezolana. De allí el título de este artículo. Me parece que cuando entendemos este proceso de transformación de margen a centro, que no es un movimiento exclusivo de la literatura del país, podremos actuar para abrir espacios y entender cómo funcionan las redes sociales literarias en Venezuela.

Esto me parece más productivo desde cualquier punto de vista ya que sería una grave confusión creer que las Jornadas de la Narrativa Urbana son un centro cultural oligopólico y malvado motorizado por seres egoístas que acabaron con la variedad en el panorama literario venezolano, cuando lo que sucede es exactamente lo contrario.

El hecho de que la SNU sobreviva en la vapuleada y reaguetonera Caracas actual es un punto de honor a su favor, no una prueba de mezquindad y monopolio cultural. Entendámonos: Estamos ante unos organizadores que han logrado hacer cuatro reuniones hasta ahora, imponer una fecha referencial para los escritores venezolanos, crear convocatoria y difusión, ¡todo esto en medio de un Estado de valores petro-bananeros! ¿No debería la SNU ser un modelo a seguir en vez de una manifestación a destruir?

Este texto es entonces un llamado a colocar las cosas en perspectiva y entender el mérito que tiene el lograr hacer esta convocatoria, con sus fallas, impericias e imperfecciones, por encima de la acusación facilista de reciclar o prolongar valores del Estado. Me pregunto por qué, si la crítica a todo es que recicla y prolonga los valores [podridos] del Estado no desarrollamos entones herramientas intelectuales orientadas a entender por qué en Venezuela todo se mimetiza con estos valores estadales. Se me hace más productivo e interesante entender este proceso en vez de simplemente hacer de policía miope que da el garrotazo cada vez que alguien propone algo, acusándolo de ser más de lo mismo pero sin la más mínima idea sobre por qué todo es más de lo mismo, de dónde viene ese todo y cómo podemos crear alternativas.

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Barman, guía turístico, sirviente y amo de casa, traductor, profesor de lenguas, niñero, encuestador en la calle, extra de películas, vigilante nocturno, obrero de mudanzas, editor de películas, músico de Metro; eso hasta ahora. Aparte de sus incursiones en el mundo laboral, escribió y publicó novelas (https://www.panfletonegro.com/v/2010/11/22/yo-mate-a-simon-bolivar/), colaboró con periódicos y revistas electrónicas y participó en debates y mesas redondas. Hoy en día, colabora con oscuros y desconocidos artistas de todo tipo y añora realizar su sueño, ser dueño de un circo. Por las noches lleva a cabo audiciones para el puesto de “tragadora de espadas” con mujeres de todo tipo. Jamás ha practicado patinaje artístico.

19 Comentarios

  1. Pues bien, estimado Krisis, yo nunca he abogado por la destrucción de la Semana. Únicamente discuto las bases de su convocatoria. Estoy de acuerdo contigo en varios puntos, pero en otros sencillamente no coincidimos. De cualquier manera, celebro la posibilidad de dialogar en paz y sin matarnos en panfleto. Muchos saludos de nuevo y suerte en la semana.

  2. Sí, ya era hora de que le hicieramos justicia a Panfleto con una discusión civilizada.
    Entiendo tu punto y creo que radica en torno a la definición de «escritor» que se está manejando. Ojo, no que me competa a mí defender las bases de la convocatoria, simplemente en un ejercicio de racionalización, se me ocurre que las «bases» siguen la línea de muchas conferencias o ponencias internacionales.
    Es decir, si usted va a un Congreso de Filosofía, por más brillante que sea su ponencia, el C.V. y la trayectoria prelan en la selección.
    Si hacemos la comparación, veremos entonces que más que «amañado» parece prevalecer una idea según la cual lo que se promociona no es «el escritor venezolano» in abstractum, sino una especie de *escritor venezolano que viene/puede hacer carrera*.
    En cuáles términos se plantea dicha *carrera*, qué concepción de *carrera literaria* se maneja y demás es una discusión que me parece legítima (aunque vuelvo y repito que sólo me incumbe tangencialmente).
    Sin embargo, puedo entender perfectamente el sentimiento de las Jornadas de querer separarse del one-hit-wonder; la persona que escribe, del *escritor*. La idea no es promocionar textos inconsecuentes de parte de contadores que escriben en sus ratos libres sino empujar gente que son escritores o están tratando serlo. Supongo que es allí donde el «C.V.» toma sentido.
    Todas estas son elucubraciones mías con poco fundamento, aunque me parece que la clave de todo el debate es eso: *la definición de escritor* (o nueva voz, es lo mismo) que ellos manejaron y que excluyó arbitrariamente a alguien talentoso como John Manuel.
    Saludos y seguimos conversando…

  3. Yo no creo que el problema sea el evento como tal. El problema según mi pensar es la falta de espacios alternos y/o paralelos en los que la producción literaria se discuta y promueva. La gran molestia que causa es que el evento se autodefine 9 por carencia de competencia) como la mas alta tarima de discusión literaria y quienes de el forman parte asumen posturas muy arrogantes, como en toda esfera venezolana. Lamentándolo mucho, cultura que no se reproduce, es cultura que por selección natural esta destinada a su extinción, y en Venezuela no hay dicha producción, solo versiones.

  4. Exactamente, X. A eso me refería:
    La falta de competencia obliga a lo que hay a asumir responsabilidades que no le compete, y luego vertimos nuestra frustración de que «sólo hay eso», sobre el único evento existente.
    Saludos.

  5. Buena por el manual del buen Panfletero:

    Trata de ser civilizado. No digas cosas que no dirías cara a cara.
    Cuando estés en desacuerdo, trata de argumentar en vez de atacar. Por ejemplo, «No seas imbécil, 1+1 es 2, no 3», puede ser acortado a «1+1 es 2, no 3».
    Trata de no firmar los comentarios. Ya están firmados con tu nombre de usuario.
    Trata de usar *, en vez de MAYUSCULAS, si quieres **enfatizar** tus palabras
    Trata de no quejarte si eres votado como irrelevante. No tiene sentido.
    Si tienes un argumento muy largo, ¡regístrate y publica tu propio artículo!

  6. Estimados: el futuro ya nos alcanzó. Con la entrada en vigencia de la Ley Orgánica de Cultura (que se encuentra en segunda discusión en la Asamblea Nacional, sin haber hecho las consultas pertinentes con todos los sectores del país involucrados en ella), organizaciones como el Pen de Venezuela o Cultura Chacao, perderán su independencia y su posiblidad de manejar sus recursos financieros según sus propios criterios. Luego de la promulgación de esta ley, toda institución cultural privada deberá adaptarse a los lineamientos emanados del ministerio de la cultura.
    Por lo que es muy probable que la SNNU se encuentre en su última edición, antes de convertirse en un evento demagógico para que todo el que quiera decir algo tome el micrófono, a la manera de las megaexposiciones de pintura donde todo el mundo se sintió feliz porque le admitieron su cuadrito y lo empotraron apretado entre cientos de otros cuadros, lo cual conspiró contra la obra en sí, y acaso sirvió para insuflar un poco la vanidad de un artista sin calidad alguna. Es decir, repitiendo lo que dice el autor del post, la semana de la narrativa pasará a formar parte de esa nada que fomenta el gobierno, y quizá hasta recordaremos con nostalgia cuando estas discusiones tenían cabida.

  7. ¿La ley de la anti-cultura, de la cultura vertical decidida por el politburó? Qué buena idea. Es la peor noticia que he leído en tiempo.
    Espero que los venezolanos tengamos todos alpargatas, porque lo que viene es joropo del bueno…

  8. Así es, estimado Krisis. Algunas perlitas de la misma (tomadas de un artícul o de Tal Cual):
    E l Ministerio de Cultura podría tener control total sobre las instituciones culturales del país de aprobarse el proyecto de Ley Orgánica de Cultura elaborado por ese despacho.

    La propuesta de ley, redactada bajo la mirada del ministro Héctor Soto, contempla la regulación de las instituciones culturales, sean públicas o privadas, por parte del ente gubernamental.

    El proyecto de ley manifiesta desde sus primeras disposiciones la intención del Ministerio de Cultura de convertirse en el único ente rector de las actividades artísticas que se desarrollen en el país.

    Esta intención está expresada inicialmente en el numeral 7 del artículo 2, que establece que «…nadie puede ser excluido de las políticas culturales que emprenda el Estado venezolano».

    La propuesta legislativa también pretende que todas las instituciones culturales adapten su actividad a las políticas públicas y acepten la rectoría del Ministerio de la Cultura, por encima de su propia reglamentación.

    «Todas las empresas, fundaciones, asociaciones civiles u otras instituciones de carácter privado, que participan directa o indirectamente en la actividad cultural, deben adaptar su actividad a las políticas públicas emanadas del Ministerio de la Cultura. Asimismo, deben conocer y tomar en cuenta en su lugar de actuación, las políticas estadales y municipales emanadas de las distintas autoridades del gobierno», establece el proyecto de la Ley Orgánica de la Cultura en su artículo 22.

    Esta disposición jurídica es reafirmada en el artículo 47, el cual afirma que el Ministerio de la Cultura es el órgano rector de toda actividad cultural de carácter público y, por tanto, todas las organizaciones culturales deben aceptar dicha dirección.

    Otro de los artículos que resulta polémico de este proyecto de ley es el que supedita los convenios y los financiamientos otorgados a las instituciones culturales a la complacencia que muestren los mismos ante las directrices del Ministerio de la Cultura. El Estado, en sus distintos niveles de gobierno, podrá establecer convenios de cooperación cultural con las instituciones privadas que hagan actividad cultural, siempre y cuando dichos convenios beneficien a la comunidad y contribuyan con las políticas emanadas de los organismos rectores de la gestión pública de la cultura», dice el artículo 48 del proyecto jurídico.

    Igualmente, el artículo 49 de la propuesta legislativa ministerial asegura que el Estado podrá establecer por ley estímulos o incentivos para apoyar la actividad cultural de las instituciones privadas, siempre y cuando dicha actividad contribuya con las políticas emanadas de los «organismos rectores de la gestión pública de la cultura».

  9. Sin nombrar esta otra:

    Artículo 60 del proyecto jurídico. «El manejo público de la economía generada por las manifestaciones culturales, en sus distintos niveles, se hará siempre bajo las concepciones de economía social, como contribución a la construcción colectiva de una sociedad socialista», dice el documento oficial.

  10. monte una guillotina en uno de los barrios mas pobres de venezuela, de primero estaba la semana de la narrativa urbana, y de segundo: panfletonegro. la gente no quizo que guillotinaran a ninguno de los dos xq desconocian a los condenados…
    nota: si la gente en los barrios prefiere ver television por cable, algo estaran haciendo mal los intelectos superiores, y sesudos analistas…

  11. Lo más cómico de toda esta controversia, es que el año pasado los críticos con la dureza que los caracteriza, se preguntaban sobre los criterios de selección utilizados por los dos Torres. Algunos no podían creer que los cuentos leídos fueron los más legibles (no aspiraban a que fueran los mejores, tan solo legibles) e insinuaban que Héctor había escogido los textos por currículum. Supongo que este año se preguntarán si los Torres no revisaron los soportes de los currículum o si escogieron a los participantes por la foto. Somos tan duros que ni siquiera damos el beneficio de la duda, ya sentenciamos, si se cambió el método de selección es porque los Torres quieren amañar el evento que crearon. No esperamos a ver el resultado, a escuchar los cuentos y discutir si el método de convocatoria fue acertado o no o si los cuentos son valiosos o descartables. De lo duro que somos nos volvemos muy mezquinos y nos olvidamos que hay quince panas seleccionados por la vía que sea pero que estarán solos con sus cuentos leyendo y esperando que sus cuentos agraden o siquiera ablanden a tantos duros. Mis mejores deseos para esos quince panas, que lo disfruten y le saquen provecho.

  12. Bueno Krisis, no creo que venga ningún joropo porque a la gente eso de «cultura» les suena muy lejano.

    Estamos claros en que esa ley es una muestra más de la triste realidad en que estamos inmersos y de que el estado venezolano es un estado totalitario como los de Europa del Este, Cuba, la Italia fascista y la Alemania nazi, donde todo debe estar bajo control del Estado y en función de los objetivos que éste trace.

    Claro que seguimos viviendo en una ficción de democracia cada vez más endeble y por eso muchos siguen dormidos.

    Por otra parte ¿acaso hay algo que podamos hacer? Creo que ya es demasiado tarde, ya nos tragó el monstruo. Los sobrevivientes, si alguno sobrevive, tendrán que afrontar la tarea de reconstruir la convivencia civilizada en el país.

  13. Amigo Krisis: Una pequeña contribución con tu post, que me ha parecido muy enriquecedor en toda esta discusión. Tú dices, en respuesta a Cobranza lo siguiente:
    «Todas estas son elucubraciones mías con poco fundamento, aunque me parece que la clave de todo el debate es eso: *la definición de escritor* (o nueva voz, es lo mismo) que ellos manejaron y que excluyó arbitrariamente a alguien talentoso como John Manuel.»
    Ahora bien, yo leí en el post que inició todo esto, que JM Silva dice:
    «De hecho, ni me molesté en enviar el mencionado “curriculum”, porque sería participar de algo con lo que no estaba de acuerdo. »

    Es decir, jamás fue excluído. Él se autoexcluyó.

  14. Buena acotación, Chiqui. Supongo que correspondería a John Ma aclarar su postura personal. En el fondo, el problema es el mismo: Cualquier criterio va a ser excluyente y se barajará en torno a las definiciones de la cosa que se quiera «limitar». Cuando se trata de «escritores» los criterios subjetivos suelen herir susceptibilidades, especialmente cuando el evento es lo único que queda.
    ¿Qué hacer?
    He allí un verdadero dilema, por eso es que yo nunca organizo eventos o encuentros… Sigo pensando que alguien que organiza un evento como este y se enfrenta a la retahíla de pedantes pseudo-anarcos que se la dan de Rimbaud, cuatro años seguidos, y consigue convocatoria, pues es algo digno de mi admiración. Porque es eso también: No hay escritor, pintor o cineasta, que lo echen de algún lado y admita que no es bueno, el consuelo siempre viene por el lado de, «Rimbaud/Monet/David Lynch eran genios que los exluían de los círculos artísticos, yo fui excluído, ergo yo soy un genio».
    En fin. Son patrones que se van repitiendo de generación en generación, supongo, cada vez con menos originalidad.

  15. Chiqui. De bolas que me excluyeron. Cuando pregunté, si podía participar, me dijeron «No, no puedes. Este es un evento para escritores que ya tengan un camino andado.» Fue por eso que no envié el currículum, porque de antemano, me dijeron que no.

    Vinz: Pues acabo de postear para aclarar, si es que acaso algo estaba oscuro.

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