Tácticas de guerrilla intelectual: Un ejemplo concreto

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Nota: Este artículo es una aplicación práctica/prolongación de las consideraciones publicadas en «Política, pragmática discursiva y poder constituido». Sin embargo, dado el tono y las referencias de ese texto, preferí no colgarlo en Panfleto para evitar alienar y aburrir a los lectores. Si desean precisiones sobre la naturaleza y los orígenes de una propuesta de Guerrilla intelectual, sírvanse pinchar el vínculo más arriba.

Mover las fronteras. Cuestionar los límites. Obligarlos a pensar. Tenemos la ocasión perfecta para hacer explotar los márgenes y portar un atentado semiótico al corazón de este sistema. Abramos los espacios. Resistencia desde los pequeños focos que nos deja el sistema neo-autocrático.

Ya hemos subrayado cómo su táctica es validar discusiones ilegítimas a través de sofismas que buscan imponer retóricamente temas en la esfera pública. Destruir los acuerdos intersubjetivos (bedrock beliefs, Wittgenstein), cuestionarlo todo, la duda sistemática: «La designación de J. Farías no es anti-democrática y nada tiene que ver con Ledezma». Llegó la hora de darles una cucharada de su propia medicina.

La gente de Relectura organiza una donación de libros para las bibliotecas de Miranda para paliar la desincorporación de 62 mil ejemplares. ¿Puede un guerrillero intelectual siquiera soñar con un escenario más propicio para plantar sus bombas de ideas, valores y ética?

Camaradas, llegó el momento de actuar. He aquí la situación. Por favor, lean toda la estrategia antes de gritar. Si lo hacen, prometo que los que gritarán serán los otros. Que los libros se hayan desincorporado por motivos ideológicos o por reemplazo sistemático (la tesis de los sofistas útiles) no importa. Una guerra por la libertad de ideas, un sacrificio para correr las fronteras de lo aceptado.

El guerrillero intelectual recoge los libros más detestables que pueda conseguir. Los más escandalosos. Los inaceptables. He aquí una pequeña lista:

Mein Kampf (A. Hitler), Manual del perfecto idiota latinoamericano (A. Vargas Llosa), Los versos satánicos (S. Rushdie), Fuck me! (V. Despentes), Del buen salvaje al buen revolucionario (C. Rangel), La vida sexual de Catherine M. (C. Millet), La Biblia satánica, Capitalismo y libertad (M. Friedman), Los diarios de Anais Nin, Memorias de mis putas tristes (G. Márquez), Trópico de Cáncer (H. Miller), Última salida a Brooklyn (Selby Jr.), Rose Bonbon (N. Jones-Gorlin), Los fundamentos de la libertad (Hayek), La rebelión del Atlas (Ayn Rand), el Kama Sutra y Justine (Marqués de Sade).

Un tsunami de libros que ahoga a los burócratas, una lluvia escandalosa lista para explotar con el más mínimo contacto. La bomba es arrojada al corazón de la bestia, sofisma invertido, discusión impuesta: ¿Qué hacer con los libros? ¿Prohibirlos? ¿No aceptarlos? ¿Incorporar esos panfletos a la biblioteca?

Si querían desincorporar libros por razones ideológicas, les daremos la razón, la excusa perfecta y nos sentaremos para verlos tratar de pensar. Tratar de resolver el sofisma. Un gobierno de izquierda que decreta ley seca en Semana Santa pero incorpora el Mein Kampf a la biblioteca estadal. Una exquisita bomba intelectual. El actual rey de Venezuela es calvo.

El comando guerrillero entiende lo que está en juego: Si los libros son incorporados, habremos ganado, habremos abierto espacios, habremos corrido las fronteras. Si son rechazados, deberán resolver el sofisma evidente entre libertad y censura. En ambos casos, deberán pensar. Claro que la respuesta correcta sería aceptar los libros, todos los libros, porque las ideas se combaten con ideas, no con censura.

Pero imaginen por un segundo la sutileza, el coup de grâce semiótico de llenarle la biblioteca con libros de Álvaro Vargas Llosa al gobierno que le regaló «Las venas abiertas…» a Obama.

La guerrilla intelectual ha comenzado.

9 Comentarios

  1. la idea me parece excelente. he querido encontrar el libro de Rangel, pero casi parece una mision imposible en las librerias de caracas.
    el gravisimo problema es que cada dia las personas leen menos. Por eso el exito del Twintter, 140 palbras y ya. El Numen en 140 palabras ¿para que mas?
    Y sobre el discurso chavista, yo le he encontrado muchas similitudes a lo que en ciencia se llama «logica patologica», algo que cada dia es mas frecuente de encontrar en ciencias, y tambien en boca de los politicos chavistas.

  2. Ya entiendo tu estrategia: tratando de pensar los bichos colapsan.

  3. Exacto. Paradojas intelectuales. Abrir brechas entre el discurso y la acción. Obligarlos a crear ese puente. Una guerra semántica: Poco importa que la gente lea o no. Nosotros somos aquellos tan democráticos y libres que *defenderemos el derecho de leer cosas que no nos gustan*, que nos parecen personalmente asquerosas, pero defendemos el acceso a esas ideas, para descubrir cuán absurdas son, en cada persona, en cada ciudadano.
    El sistema va a estallar, militar no piensa.

  4. Me parece excelente la idea. También podríamos incluir una copia del ensayo de Orwell titulado «Por qué los Socialistas no creen en la diversión»

  5. …Je. Ese «blog de Farruco» está demasiado bueno. Parece un europeo de la izquierda manu chauesca acercándose a «el pueblo» y disfrutando del desorden y la espontaneidad de nosotros, los de abajo:
    «Ahora me muevo en metro todos los días y, como es de suponer, en las horas de más afluencia. Me toca hacer transferencia en Plaza Venezuela donde confluyen tres líneas. Disfruto mucho sumergiéndome entre la gente. Pero cuando digo sumergiéndome, me refiero a que ocurre literalmente. A veces me veo atrapado en una gran corriente de varios centenares de personas que tardan algunos minutos en lograr llegar a la escalera».
    Wow. Qué experiencia. ¡Qué tripa! Qué fino. Doble waus. Igual que un sifrino agarrando autobús en la Bandera por primera vez. No, en serio. Él y Dayana Mendoza comentando Guantánamo. La misma vaina.

  6. Tal cual, Krisis. Un sifrinito que jamás se ha montado en el transporte público.

    Me gustaría verlo por un huequito yendo hacia El Valle en hora pico.

  7. De pana que si no supiera la clase de batracio que es el farruco hasta pensaría que todo el blog es una sátira.

    Oye Krisis, entre los objetivos «militares» habría que incluir la biblioteca de la universidad bolivariana, para comenzar a «contaminar» las mentecitas de los nuevos reclutas del rebaño.

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