“Hay algo en los ateos y los cineastas venezolanos que los une: su testarudez, y la poca capacidad que tienen para darse cuenta de que luchan por causas fracasadas. Ignorando esto, Pedro, el tipo con el nombre más normal y gris que se pueda tener, nos narra la historia de cómo se convirtió en guionista de la película venezolana más extraña y original de la historia de nuestro cine”
Dicen que la cultura debe ser gratis, aunque en un brillante artículo publicado ayer en Tal Cual, Ibsen Martínez señala que Shakespeare también cobraba entrada.
Sea como sea: Vamos a ver si esta mierda funciona.
Siguiendo esto, y copiándome de gente como Javier Miranda-Luque y Hernán Casciari. A partir de hoy, publicaré una novela (mala) a través de un blog. La novela se llama “La película del ateo” y la pueden leer aquí…
Por cierto, si pueden, y si quieren, divúlgenlo, en especial, mándenle el link a los dinosaurios: http://lapeliculadelateo.blogspot.com
¡Gracias!
Pedro narra muy ben la historia.
Gracias!