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Top – 10 discos de la década.

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Editorial: Esta lista es una respuesta/complemento a esta otra, publicada por Daniel Pratt, mucho mejor argumentada y con mucho mejor gusto que esta. Lo que he intentado, y probablemente no logré, es hacer una lista alterna, tratando de poner discos y géneros que no aparecerían en otros conteos similares. Sin embargo, si no te gusta esta lista, regístrate y publica la tuya. Después de todo colectar inventarios de las cosas que te gustan siempre será mejor que quedarse en casa un día de fiesta viendo a un Presidente derrocado, que se parece al tipo de la avena Don Pancho, tratando de entrar a su país.

10. Franz Ferdinand (2003) — Franz Ferdinand.

Franz Ferdinand es la gran decepción del decenio, pero gracias a ellos llegué al rock indie. Take me out, vendría a ser el Seven Nation Army (ver el Nº1 de esta lista) de la bandas indie. Bastó ese riff de guitarra, ese genial videoclip y la imagen de bichos normales y hasta medio nerds que tenían estos tipos, para que de inmediato empezara a buscar todo lo que viniera de la escena indie-underground, mayormente del Reino Unido. Sin este disco tal vez nunca me hubiesen importado Kasabian, Arctic Monkeys, Modest Mouse, Bloc Party, y un larguísimo etcétera. Por eso es que aquí no están los discos de esas bandas, todos esos álbumes son mucho mejores que éste y sin embargo debo rendir tributo al disco que me enseñó como iba a sonar el rock en el futuro. Lástima que sus dos placas posteriores sean tan aburridas, repetitivas y mediocres. Aquí debería estar el homónimo de Kasabian (2003), el Whatever People Say I Am, That’s What I’m Not (2006) de Arctic Monkeys, el genial Dear Science (2008) de Tv On The Radio, y creo que la presencia de Franz Ferdinand termina por robarle un puesto a Yeah, Yeah, Yeahs, la banda que iba a abrir mi lista hasta que me acordé de The Dark of the Matinee, This Fire, Cheating on you, Jacqueline, Michael, 40’, y de cómo tripeé con ese sonido que no conocía hasta ese entonces. Fuck!!!

Tema: 40’

9. The Reminder — Feist.

Llegué a Feist en 2004, gracias a un periódico español. Mi tía acababa de llegar a visitarnos y traía un diario de la provincia de Vigo. El reportaje, se titulaba, “La chica cuyo camerino estuvo al lado del de The Ramones” (o algo así, boté el periódico y todavía me estoy arrepintiendo). Se refería al primer grupo de la inglesa Broken Social Scene, que actuó junto a The Ramones en un festival de música. Feist, hablaba sobre su Let It Die (2001) su debut solista, describía su estilo como ‘minimalista’ y decía también que se había fijado la meta de hacer temas en los que usara la menor cantidad posible de elementos. Con Let It Die, alcanzó un moderado éxito en Europa y los elogios de gente como Jack White. Pero fue con The Reminder, que llegó adonde tenía que llegar. Sin tantas restricciones como con su primer disco, Feist se relaja y nos da una placa que suena a simplicidad trabajada. Es música pop, sí, pero tocada con sutileza y buscando un sonido distinto a lo habitual. Al escuchar The Reminder la primera vez, la tendencia habitual es aburrirse, es un disco al que hay que darle varias oídas para comenzar a apreciar la alegría de 1234, Past In Present, o I Feel It All. El sublime intimismo de How My Heart Behaves, Brandy Alexander, Intuition, y The Park. Y temas inclasificables como My Moon My Man, Limit to Your Love, In Present, Sea Lion Woman, más la genial Honey Honey. Algunos acordes se repiten, como si evolucionaran de un tema a otro dentro del disco. 1 2 3 4, venía apadrinado por un original videoclip, que le terminó de abrir las puertas de MTV, y la llevó a los Grammy. Un disco encantador, como para oírlo un sábado por la tarde.

Temas (no pude evitarlo, tenía que colocarles dos): Honey Honey y See Lion Woman.

8. Si (2003) — Julieta Venegas.

Al ver la portada parecía que la Venegas estaba jugando. Con la portada de este disco me pasa lo mismo que con la portada de Miss Mujerzuela (1998), ¿se acuerdan? Aquel disco con el que Caramelos dijo, cual gurú de autoayuda, ¿y quien se ha llevado mi cianuro? Por fuera decía veneno y por dentro tenía algodón de azúcar. La diferencia es que en el disco de CdC, ese algodón estaba hecho con azúcar piche, en cambio en el disco que llevó a la Venegas al mainstream hay mucha calidad. No es tanto que Julieta Venegas haya ‘cambiado’ de estilo, porque tampoco es que tocaba Hardcore, es solo que el estilo sucio y pesimista de las baladas contenidas en sus dos primeros discos, dieron paso a un disco de alta factura y cuidada producción, con canciones más esperanzadas y optimistas. El talento de Julieta consiste en hacer letras simples basadas en sentimientos básicos: El amor: Lento, Andar conmigo, Lo que pidas. La melancolía: Mala memoria. Y la madurez: Algo está cambiando, Oleada. Se juntan en un disco que es ejemplo de cómo se puede llegar a ser popular sin traicionar los principios. Algo similar hizo Roby Draco Rosa con el brillante álbum de 2004 Mad Love. Limón y sal (2006) sí llega a ser un disco bajo, aunque con canciones notables. De las colaboraciones de la Venegas con Paulina Rubio y Daddy Yankee es mejor no hablar.

Tema: Andar conmigo.

7. The Eminem Show (2003) — Eminem.

El hip-hop me aburre, Eminem hizo del género algo divertido y original. The Eminem Show no es un disco, es una declaración egocéntrica, autorreferencial y visceral de un artista que no hace concesiones. Y no me refiero a la polémica que rodea a Marshall Matters, ya que esta polémica es falsa. Como dice Sergio M, la controversia en Eminem es la contracultura comercializada, rebelarse para vender. Dicho en criollo, eso de ser un ‘chico malo’ te pone a vender más disco que Roque Valero. Pero Eminem no es solo una impostura rebelde, en sus letras se respira una ira real, una decepción honesta del mundo, de la vida. Si no fuera por la musicalidad de sus canciones, los temas de Slim Shady podrían ser tan depresivos como las líricas de Trent Reznor o Thom Yorke. En The Eminem Show, como bien lo indica su título, Marshall Matters hace de su vida un espectáculo, cada canción es un relato autobiográfico sobre la relación con su madre: Cleaning out my closet. Lo que piensa sobre quienes reivindican su rebeldía: Without me. El patriotismo de la era Bush: White America y Square Dance. Y las mujeres en la ruda y a veces desagradable Superman. El sampleo de Dream On de Aerosmith en Sing for the moment es bestial, además junto a la letra, en que Eminem reivindica la música como salida a su rabia y odio, se conforma una canción sobrecogedora, la mejor del disco.

Tema: Sing for the moment.

6. Ahí vamos (2006) — Gustavo Ceratti.

Es fácil odiar a Ceratti, es como odiar a Almodóvar, pero de que el tipo es un gran músico no hay dudas. Ahí vamos es un viaje a lo mejor de Ceratti, tanto a lo que hizo con Soda: Uno entre 1000, La Excepción, Al Fin Sucede, Me Quedo Aquí. Su trabajo solista: Dios nos Libre, Adiós, Otra piel. Y una faceta intimista que desconocía en el ex-vocalista de Soda: Crimen, Médium, Bomba de tiempo. No es un disco que pretenda nada y ese puede que sea su valor, también su debilidad, ya que algunos acusan a Gustavo de haber hecho un remake de los temas de Soda Stereo. Casi todas las canciones son: coro, estrofa, coro, estrofa, solo de guitarra, coro, outro. Pero las composiciones de Ceratti son superiores en estos temas. Letras como: “Este amor es la mejor cara del poder/estás cansada de poner/el dedo en la llaga”, “Suspiraban lo mismo lo dos/y hoy son parte de una lluvia,lejos/no te confundas, no sirve el rencor/son espasmos después del adiós.”, “Todo se movió/y es mejor quedarse quieto/pronto saldrá el sol/y algún daño repondremos/terco como soy/me quedo aquí”, “La espera me agotó/no sé nada de vos/dejaste tanto en mí/ […] Una rápida traición/salimos del amor/tal vez me lo busqué […] Mi ego va a estallar/ahí donde no estás/oh los celos, otra vez […] Que otra cosa puedo hacer/sin olvido moriré/ y otro crimen quedará, otro crimen quedará, sin resolver” hacen de este disco una brillante simpleza.

Tema: Dios nos libre.


5.

4. Back to black (2006) — Amy Winehouse.

Una voz de fumadora en cadena, una pose de muñeca trágica y autodestructiva, que horroriza hasta a algunos metaleros, y como todo enfant terrible (real o impostado), debajo de todo eso un aire de genialidad, un llamado de auxilio y un talento indiscutible. Back to Black es un álbum arrechísimo, y eso lo sé yo que no se nada de música, al oír los primeros temas en el orden en que vienen en el disco: Rehab, You know I’m Not Good, Me & Mr. Jones, y uno siente que está escuchado un disco atípico, que a lo mejor lo que sí saben de música podrán descalificar al compararlo con yo no se cual tipa que cantaba igual hace chorrocientos años, pero que para uno, el melómano mediocre, le deja el sensación de estar oyendo algo sublime y único. El resto del disco es un viaje poderoso a la decadencia y al mismo tiempo la excelencia musical de una artista atípica. Ah, si ven The Secret Diary of a Call Girl, procuren verlo en la versión original (jamás en la horrenda versión en español) con You Know I’m Not Good, como tema recurrente en todos los capítulos.

Tema: Me & Mr. Jones.

3. In your honor (2005) — Foo Fighters.

Dave Grohl, luego de ser el baterista de la banda más influyente ¿y por qué no decirlo? sobrevalorada de la década pasada, el tipo bien pudo convertirse en un bufón como Ozzy Osbourne. Pero en vez de eso formó Foo Fighters, una banda que empezó con la brújula perdida. Su primer LP homónimo fue un desastre, pero The Colors and the Shape (1997), les permitió conseguir un sonido propio: hard rock, canciones redondas, casi todas con una estructura sencilla, pero con enorme potencia y pegada ¿powerpop? Luego del débil There is Nothing Left to Lose (2000), lanzaron en 2002 One by One. En el que aparece Times Like This, el tema que mejor resume lo que es Foo Fighters, y también su mayor éxito radial. A este punto FF tuvo dos caminos: 1)iniciar un ciclo de repeticiones y autoparodia, al estilo Metallica luego del Black Álbum (1991) o 2) arriesgarse a hacer un disco como el que nadie esperaba de ellos. Afortunadamente optaron por el segundo, In Your Honor (2005), es un disco poderoso, probablemente el mejor disco doble de la década. El primero es un trallazo de buen rock, diez temas brutales, desde la emblemática The Best of You, las pegajosas No Way Back, D.O.A., y The Last Song, hasta la bestial Free Me. El segundo, tiene soft-blues: Another Round, balada intimista: Friend of a friend, y hasta un bosanova con la voz de Norah Jones haciéndole background a Grohl: Virginia Moon. Echoes, Silence, Patience and Grace (2007), es ese típico álbum que termina por dejar sentadas las bases musicales de un grupo que acaba de pegarla del techo.

Tema: Free Me.

2. La realidad más real (2003) — Guerrilla Seca (GCK)

Por atreverse a cantar algo como: “Sí no hago dinero como sea me hundo,/porque el dinero no es todo en la vida,/pero si es todo en el mundo”. Por ser el único grupo de hip-hop que no se subió en el oportunista barco del reggaetón y la panchanga intrascendente. Porque no les tiembla el pulso para cantar de lo que les da la gana y hacerlo de manera explícita y ruda, aunque eso les signifique dejar de sonar en ciertas radios que ya no ponen su música. Por no ser parte de la impostación mediocre y cretina en la que se ha sumido la música urbana en Venezuela. Porque aunque lo que cantan en La realidad más real (2003) es bastante alejado de mi realidad más real, lo hacen con honestidad y eso no abunda. Porque las letras son salvajes, y en Venezuela nadie había hecho de la rabia líricas tan honestas como las de Quiero hacer plata, Mala conducta, Cuando hay droga y dinero, o La obra del terror. Y porque Golpe de estado es el único tema político escrito con sinceridad y sin culillo para hablar de lo que ocurre en la Venezuela de hoy sin hacerle el juego a ningún grupo o ser complacientes con nadie. A lo mejor, si me los encuentro un día me dan una coñaza por sifrino, pero… …mis respetos para el único grupo honesto del hip-hop venezolano.

Ah, y se me olvidaba, porque este es el videoclip más arrecho que se ha hecho en Venezuela.

GUERRILLA SECA – voy hacer plata
Cargado por moux10. – Explorar otros videos musicales.

Tema: Golpe de estado.

1. Elephant (2003) — The White Stripes.

Una oda a la simpleza, el minimalismo y la creatividad. Usando un estudio de ocho canales, instrumentos musicales anteriores a los 70’s y medios analógicos para la grabación, Jack y Meg White, consiguen un álbum que cambia como si estuvieras girando la perilla del dial de la radio; de una radio de los 60’s, claro está. Desde Seven Nation Army, un tema perfecto, pasando por los memorables sonidos garage de Black Math, Hypnotize, Girl you have no faith in medicine, y Little Acorns, transitando la genial simpleza de The hardest buttom to button, deleitándose en los temas suaves (sin ser cursis o aburridos): In the cold, cold night, I Want to Be the Boy to Warm Your Mother’s Heart, y sobre todo la memorable You’ve Got Her in Your Pocket, hasta llegar a ese épico-imponente blues que es Ball & Biscuit, y cerrando con la ironía de Well It’s True that We Love One Another (tema en el que juegan con el rumor que dice que son hermanos y andan juntos), Elephant es un disco memorable. Quizás no haya influenciado a nadie, y probablemente no aparezca en la lista de discos históricos de ninguna revista, pero es brillante. I Don’y Know What to do With Myself, tiene que estar entre los mejores corvers que se han hecho.

Creo que el mérito del álbum no está en su música, en lo que sea que haya logrado Jack White al resucitar sonidos y formas de grabar que se creían extintas. El verdadero mérito está en sonar como si fuera la grabación de dos pana que tomaron una guitarra y una batería y se instalaron en la sala de tu casa a tocar lo que les provocaba. Esto, a pesar de que luego de dos o tres escuchadas el disco se revela cuidado, producido y hasta exagerado en la corrección de cada detalle. Pero supongo que en hacer que algo complicado parezca sencillo también hay algo de mérito. El disco siguiente a este, Get behind me Satan (2005), es la cúspide de la experimentación de la banda; un disco oscuro e incomprensible la primera vez que lo escuchas. Mientras que Icky Thump (2007), la última placa del grupo hasta ahora, es ya la maduración musical, la combinación perfecta entre el experimento y el sonido clásico de TWS.

Elephant es un disco que ganará con los años, estoy seguro.

Tema: The Air Near My Fingers.

Descargar los temas y las portadas: http://www.megaupload.com/?d=5MW8SZJ0
Sin Pasword

Top-20 al 11

20. Thirteen Steps (2003) — A Perfect Circle. Un álbum para que pocos lo escuchen, y menos que pocos lo entiendan.

19. Song for the Deaf (2002) — Queens of the stone age.
El rock, así, sin más etiquetas, todavía tiene algunos cartuchos. Dave Grohl se tira una colaboración brillante, en No One Knows, una canción que hasta tiene un solo de bajo.

18. Papidandeando (2002) — Vagos y Maleantes. Casi podría pasar como un soundtrack de Caracas. Lo que vino después, cuando se convirtieron en Tres Dueños, no me interesa mucho.

17. Whatever People Say I Am, That’s What I’m Not (2006) — Arctic Monkeys. No sé si se puede decir que es la mejor banda indie, pero si es la que más me gusta.

16. Stankonia (2001) — Outkast.
El álbum doble The Speaker Box /The Love Below (2005) es el mejor trabajo de las dos unidades creativas que conforman Outkast, pero yo prefiero este, entre otras cosas por que tiene Ms. Jackson, el mejor tema de Outkast y Bombs over Baghdag, canción que comenzó siendo de protesta antibélica y terminó siendo utilizada por los Marines Norteamericanos en la guerra de Iraq.

15. St. Elsewhere (2005) — Gnarls Barkley. Crazy es un tema oscuro, aunque nadie se de cuenta en la primera oída. Y el disco completo, escuchado y deglutido con calma, se revela como un viaje nada agradable hacia las inquietudes de Cee-Lo Green, un tipo que ha tenido un comeback realmente increíble. The Odd Couple (2008), es aún más oscuro y las canciones son más tristes.

14. One on the boys (2008) — Katy Perry. Ella besó una chica y le gustó, a nosotros también.

13. Alright still (2007) — Lilly Allen. Pop divertido e irónico, precursor de la anterior posición.

12. Late registration (2006) — Kanye West. Este disco estuvo a punto de entrar en el Top-10 en lugar del de Eminem, finalmente me decanté por Marshall Matters, sin embargo, Kanye West es la revelación hiphopera del decenio. Igual que el blanquito, este pana le dio un aire de originalidad y frescura a un género que suele ser monocromático.

11. Fever to Tell (2003) — Yeah Yeah Yeahs. A esta banda le debo una reseña amplia, pronto…

Los mejores soundtrack:

Six feet under vol 1
(2001) vol 2 (2005) — Serie de television — Varios artistas (M.I.A., zero 7, Orlando ‘cachaito’ López, Phoenix, interpol, Bebel Gilberto, radiohead, Coldplay, P.J. Harvey, The dandy warhol).

The sopranos (2001) — Serie de televisión — Varios artistas (Alabama 3, Frank Sinatra, Elvis Costello, los lobos, cream).

Almost famous (2000) — Película — Varios artistas (The who, Jimmy Hendrix, Elton John, yes, led zeppelin, David Bowie).

There will be blood (2007) — Película — Johnny Greenwood.

Garden State (2005) — Película — Varios artistas (The dandy Warhol, coldplay, zero 7, the shins, frou frou).

Y tu mama también (2001) — Película — Varios artistas (Café Tacuba, Molotov, Marco Antonio Solis, Natalie Imbruglia)

Amores perros (2000) — Película — Varios artistas (Café Tacuba, Bersuit Bergarabat, Julieta Venegas, Control Machete, Celia Cruz, Gustavo Santaolalla, Illya Kuryaki & The Valderramas)

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