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Con que sobrepasar las cosas.
Y el peyote nos dice donde esta.
Antonin Artaud, Mexico y viaje al pais de los tahumaras.
Hace unos tres año hable sobre las drogas (I y II), y en otros artículos he hablado sobre el consumo de las drogas sicotrópicas en otros animalesç
Tengo la fuerte impresión que las drogas han jugado un papel decisivo en convertirnos en lo que somos. Todas las culturas han tenido sus propias drogas, y cuando digo todas, son todas, eso nos debería de decir algo acerca del consumo de las drogas sicotrópicas por parte de los humanos.
De todas las culturas la única que lo ha prohibido es esta. En el articulo que aparece al principio narro algo de mis viajes al amazonas y otros lugares donde aun viven las culturas nativas en su ambiente, en esos lugares apenas uno camina 10 pasos y ya consigue un hongo o una planta que produce alucinaciones (incluso algunos insectos), en todos esos lugares que fui, nunca vi a un indígena drogadicto, pero si vi a muchos indígenas alcohólicos. Para ellos esas drogas son tabú, tabú significa que esta prohibido debido a que es sagrado, y por lo tanto solo las utilizan con carácter ceremonial. Un católico practicante, no se pone a desayunar con ostias, ni se las come en el cine, mientras ve una película, eso mismo tienen ellos.
El alcohol, por otra parte no esta imbuido en esa creencia y por lo tanto se puede abusar de el.
Cuando lo que propicia el narcotráfico es precisamente la prohibición.
En esos días salio precisamente un articulo, en extremo lucido en la revista The economists, revisando los blog encontré una traducción de ese articulo, que todos deberían de leer para desmitificar la «lucha contra las drogas», algo que esta plagado de hipocresía y de intereses económicos dudosos.
En el año de 1991 en el foro Americano sobre las drogas, Milton Friedman dijo «si se observa la guerra contra las drogas desde un punto de vista puramente económico, el papel del gobierno es proteger al cartel de las drogas. Esta es la realidad, literalmente». Ante esa afirmación tan tajante los periodistas los atosigaron a preguntas, uno de ellos realizo la pregunta pertinente
-¿lo hacen bien?»
A lo que respondio Friedmasn «»Excelentemente. ¿Qué quiero decir con esto? En un libre mercado normal hay miles de importadores y exportadores. Cualquiera puede entrar en el negocio. Pero es muy difícil que un pequeño empresario pueda dedicarse al negocio de importación de drogas, porque nuestros esfuerzos por impedirlo esencialmente lo hacen enormemente costoso. Así que la única gente que puede sobrevivir en ese negocio es ese tipo de gente como el cartel de Medellín, que tienen suficiente dinero como para tener flotas de aviones, métodos sofisticados y cosas así. Además de eso, al no permitir esos productores y arrestar, por ejemplo, a los cultivadores locales de marihuana, el Gobierno mantiene alto el precio de esos productos. ¿Qué más querría un monopolista? Tiene un gobierno que se lo pone muy difícil a todos sus competidores y mantiene alto el precio de sus productos. Es como estar en el cielo». Para ejemplificar la situación, Friedman afirmó que «ahora ocurre lo mismo que bajo la prohibición del alcohol». Y siguió hablando sobre la analogía con la prohibición del alcohol en USA en la decada de los 20, la que dio origen a Al Capone «»hay quienes dicen que cuando desapareció la prohibición, el consumo se incrementó enormemente y que eso sería…». Friedman interrumpe y dice que «eso sencillamente no es verdad. Las cosas no fueron así. Existen cifras estadísticas en publicaciones acerca de la cantidad de alcohol consumida. Esas cifras suben abruptamente inmediatamente después de la época de la prohibición, pero se refieren al consumo ‘ilegal’ de alcohol. Si tomamos, como he hecho, las tablas de consumo de alcohol antes y después de la época de la prohibición, dicho consumo vuelve más o menos adonde estaba y durante el período posterior si se ha movido ha sido disminuyendo, no en términos absolutos, sino en relación con la población y el crecimiento relativo de los ingresos».
La hipocresía es mejor vista. Freud consumió cocaína y luego de hacerlo publico una monografía sobre sus peligros, y el también estaba claro, no eran las drogas en si, las dañinas, sino su uso incontrolable, la adicción en si misma es la mala, y eso tiene que ver con la personalidad de cada persona.
Según la mayoría las drogas no traen nada bueno, sin embargo tengo un proyecto de hipótesis que gracias a ellas es que tenemos, arte, aun en épocas recientes los indios Zuni al sur de USA iban a unos acantilados para pintar sus visiones que tenían durante sus alucinaciones, esas pinturas tienen notables coincidencia con las realizadas en diferentes lugares del mundo, hace 35,000años y los petroglifos en todas partes. Esa coincidencia no puede pasarnos por alto, y también pasa algo que no queda en los registros fósiles, que muy posiblemente ellos narraban sus alucinaciones y por lo tanto el nacimiento de las mitologías y las narrativas posteriores.
Muchas personas piensan que los consumidores huyen de la realidad, cuando la mayoría de los casos es todo lo contrario. El mismo éxtasis fue utilizado por muchos años como una herramienta terapéutica por los sicoanalistas, con enorme éxito, hasta que paso a las calles. Es ver la otra cara de la realidad ¿Qué diferencia existe entre ir al cine y ver una película o verla por tv y una alucinación» lo que pasa es que la mayoría de las personas tienen la imaginación bloqueada, el mismo sistema educativo es creado para destruir cualquier vestigio de imaginación y por eso las personas necesitan los sueños de los otros en vez de crearse sus propios sueños, creo que fue Sábato quien lo dijo que el papel del artista es del vate, el que sueña por la comunidad. Añado yo que es por las limitaciones que nos impone la cultura predominante.
Pero ese no es el punto, el punto es que nuestros antecesores fueron consumidores de drogas, y nosotros también lo somos, no es necesario fumar, tomar o inhalar algo, también la vista o el oído o incluso la piel se pueden utilizar como métodos para consumir las drogas adictivas, puede ser sexo, el peligro, la tv, Internet, pornografía, juegos cualquier otra forma que provoque una adicción. Y por lo tanto somos consumidores de drogas, que sean legales o ilegales es otro asunto, ya que la legalidad la da la cultura especifica de un país, en el caso de las drogas ilegales en nuestra cultura eso se presta a negocios donde muchas personas se benefician, incluso los bancos y nadie quiere detener ese negocio, y menos legalizarlas, ya que eso acabaría el negocio. Si Al Caponne hubiese llegado a presidente de USA, seguro que el alcohol seguiría prohibido.
Lo mas grave es la manera como se ha creado una moral contra el consumo de las drogas, y muchas personas no se paran analizar cuales son las causas de ello, lo toman como un articulo de fe, en el norte de México, los huicholes uno de los pueblos que consumen peyote, llevan sus hijos de 12 y 13 años al desierto para que tengan su primera experiencia con esa droga, es tomada como un símbolo de iniciación a la madurez, ellos no son los únicos la gran mayoría de las culturas indígenas tenían algún tipo de iniciación con drogas, una de las mas espeluznantes que conozco era llevada a cabo por los iroqueses, que le daban a los adolescentes de 12 y 13 años un hongo que producía alucinaciones, luego lo metían en un hueco lleno de humo, mientras arriba el resto de los adultos proferían gritos aterradores. En lo personal, creo que en mi caso pasar por algo semejante me hubiese dejado turulato.
Pero la doble moral también funciona aquí, para las «culturas primitivas» eso vale, pero no para nosotros, los civilizados. Me imagino que cuando dicen eso no le dan carácter de seres humanos a los aborígenes, los niños de ellos si pueden consumir drogas alucinógenas, pero los nuestros no.
Es tanta la hipocresía que rodea este tema, que aun la legalización de las dosis personales en varios países, es hipócrita ya que ¿Dónde consiguen esas dosis personales?
El jibaro sigue su negocio, el traficante también, y también los bancos que lavan ese dinero, la infraestructura de violencia, continua, los delincuentes continuaran con sus aberraciones.
Al final estoy de acuerdo con Álvaro Uribe; la legalización de las dosis personales no resuelve nada, solo la legalización en términos similares dados por el articulo de periódico The economist puede hacer algo.
Incluso los mas recalcitrantes contra las drogas alucinógenas, suelen tener plantas alucinógenas en sus casas.
Por ejemplo
En Briofitas, el Polythichum commune
En las Angiosperma la lista es interminable, pero podemos poner en esta lista al lirio blanco común (lilium candidum) al Gladiolo dulce (Acorus calamos) y ¿Por qué no? la rosa escosesa (Rosa spinosisima) Seguro que tienen muchas de esas plantas en sus casas ¿también las prohibiran?
Pteridofitas; helecho macho, Drypteris filix-mas
Gimnosperma; pino blanco; Pinus strobus
Sin contar que nuestros parques están repletos de árboles arbustos y enredaderas que son alucinógenas, sin contar nuestros jardines ¿Se tienen que prohibir todas esas plantas? Hasta donde tiene que llegar el fanatismo por una lucha sin causa