¿Qué significa «No más Chávez»? No es una pregunta retórica. Son diez años bajo la presidencia de un hombre que ha sojuzgado este país como si fuera un cuartel y aun continuamos gritando «No más Chávez». Si todo lo que tenemos en común quienes nos oponemos a este régimen opresor es eyectar al inquilino de Miraflores estamos destinados a continuar dando tumbos por varios, quizás muchos, años más.
El objetivo de una manifestación mundial contra Chávez no puede ser lograr la atención de medios internacionales para gritar «que se vaya», «no lo queremos», «no más Chávez». Eso no transmite nada. Al escuchar la gente coreando en las concentraciones «no más Chávez», veo exactamente lo mismo que cuando veo por VTV otro grupo de venezolanos gritando «Viva Chávez» o «Uh ah, Chávez no se va». Es simple fanatismo y es muy triste. Que no se me mal entienda, ojalá hubieran manifestaciones todos los días alrededor del mundo para evidenciar la barbarie de gobierno que tenemos, pero no con ese mensaje.
Quien usa el corazón cuando debe usar la cabeza está indefectiblemente condenado a sufrir lo que los tres hermanos de la fábula de Silvio Rodríguez: caer, revolcarse, no poder ver el presente, el futuro o, en el mejor de los casos, estar extraviados cuando venga el tiempo de resumir. Es de capital importancia, comprender la necesidad de construir un mensaje más allá de «No más Chávez»; de presentar un proyecto de país distinto. Si somos liberales mientras ellos son colectivistas, si creemos en un modelo socio-económico que diste de la barbarie del comunismo aunque también lo haga de las perversiones del capitalismo salvaje, tenemos que decirlo. Es obligatorio plantearlo. La alternativa de Chávez no puede seguir siendo «cualquier otro» porque «cualquier otro es mejor». No.
Hay muchísimas razones para marchar y oponerse públicamente, y debemos continuar con las manifestaciones de calle: el autoritarismo, el cierre de medios, la inflación galopante, la inseguridad desbordada, el infausto estado en que se encuentran los hospitales, los constantes apagones, los asesinatos, los secuestros, la discriminación por razones políticas, la grosera corrupción, la impunidad sin límites, la regaladera de dinero a otros países son solo algunas de las razones que transmiten un verdadero mensaje más allá de «No más Chávez». Si deseamos ilustrar ante los no alineados políticamente y los propios chavistas, dentro y fuera de Venezuela, el desastre que ha sido y es este gobierno allí tenemos varios mensajes para escoger y para desarrollar.
Un viejo proverbio reza que si sigues haciendo lo que has venido haciendo, continuarás obteniendo los mismos resultados. ¿Continuaremos, luego de una década, vociferando el visceral grito «No más Chávez»?. Son diez años. Tiempo de reflexionar.