Asiduos son los ojos que te desvisten en las tardes, desnudando tu frente tus mejillas y tus labios
tu rostro contemplando al sol a la luna, a la luz del dia todos nos perdemos en tu mirada a la noche te rezamos veneramos y soñamos
a la noche las estrellas palpitan en el cielo terciopelo luchando por tu atención
a la noche fria de lloviznas con el crepusculo belicoso a tus pies
los murmullos de la naturaleza te acunan en tu cama de petalos grisaceos
de orquideas que se alimentan de tus manos, tu piel llana, rozagante inmaculada
saturada de besos de sonrisas y suspiros
de ideas erradas ante un angel caido
consigue la calma y se desarma de deseos ajenos
y construye los suyos propios y duerme en su propio sueño
descansan sus ojos claros sin antes derramar una lagrima que se vuelve un mar inmenso de desconciertos de dudad y misterios
que abruman
asiduos todos los visitantes etereos de su cuerpo que se mecen incansablemente rodeando su ser oxidando su piel, su lozania con roces inoportunos con llantos ajenos de realidades sin sueños
asiduos malditos cuerpo sin alma arrastrando religiones, violencia y libidos en descontrol
asiduos los imbeciles amantes ordinarios que esperan ansiosos con la boca entreabierta alguna gota de humanidad que les brinden con desden
se creen poseedores de virgenes en pedestales
perseguidores del perfume excelso que brota de tu piel
malgastadores de la luna imposible que creen tener debajo de sus pies
A ellos asiduos fraternos asiduos desconocidos que se revientan
los pulmones todas las noches al ahogar sus gritos en la almohada.