Estreno de Zamora en el Teresa Carreño: una telenovela personal( ahora por tiempo indefinido)

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Décimo capítulo: a diez años de panfletonegro

Lee la primera parte aquí

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Antes de proseguir con el relato de cómo entré al Teresa Carreño, me gustaría tomar un desvío, me gustar tomar otro atajo, para hablar de literatura e Internet, a propósito del evento de panfleto.

Casualmente, el estreno de Zamora y mi proyecto se enmarcan en el mismo contexto de la celebración de los diez años de nuestra página, junto con la gente de Ficción Breve, dos sitios hermanados al nacer, pero separados por cuestiones de formato, postura y definición ante la vida.

Es decir, ellos son ortodoxos, en buena regla, nosotros somos heterodoxos. Ellos informan al calor de la publicidad encubierta disfrazada de comunicación abierta, nosotros matizamos y deconstruímos a rabiar.

Ellos son iconofílicos, nosotros somos iconoclastas. Ellos defienden sus referentes de pasado y presente.Para nosotros la historia es un espacio de transgresión permanente.

Ellos cultivan la nostalgia, nosotros la desmitificación del vano ayer. Ellos hacen la semana de la nueva narrativa urbana, nosotros discutimos el procedimiento para la convocatoria de la semana de la nueva narrativa urbana. Ellos son insiders, nosotros outsiders. Ellos manejan el lenguaje de la diplomacia de altura con “El Salmón”, “Relectura” y “Platanoverde”.

Nosotros hemos escrito contra “El Salmón”, “Relectura” y “Platanoverde”, en infinidad de ocasiones. Pocas veces conseguimos interlocución y respuesta de ellos, salvo el caso de Leo Felipe Campos, quien responsablemente da la cara y participa de la discusión en nuestros foros.

Por eso, si me disculpan la intromisión subjetiva, la convocatoria para el evento “10-10” luce más “Ficción Breve” que “panfletaria”. Será cuestión de equilibrarla para el próximo año, inclinando la balanza hacia lado oscuro de la fuerza. Menos corrección política o menos concesiones con el establishment, deberían ser las premisas. De lo contrario, corremos el riesgo de perder identidad, y de convertirnos en otra replicante subsidiaria de la Bienal Picón Salas o de la nueva semana de la narrativa urbana, al servicio de la rosquilla de costumbre, glorificada por la prensa maistream, con fotos, columnas y demás.

La intención, insisto, es buena. Lo malo radica en afianzar una perspectiva elitista de la blogoesfera, donde sólo se toman en cuenta “experiencias de éxito” consagradas al cuidado de la calidad, la ortografía y la palabra, en menoscabo de la informalidad, el desenfado,  la ruptura y la experimentación con el lenguaje.

A mi forma de ver, el camino no es renegar de nuestra naturaleza salvaje, para mejorar la raza y buscar la senda de la domesticación, entre la vía de las relaciones públicas y la vereda de la filosofía Facebook, en pos de consolidar una red social de “amigos virtuales”, a riesgo de excluir.

Así, parecemos condenados a reincidir en un esquema superado de adocenamiento y aburguesamiento, propio de las fundaciones culturales de nuevo cuño, asentadas en la arena movediza del conflicto de interés, cuando la demagogia se confunde con el arte de la acción perfomativa, cuando la visión corporativa acaba por arropar el incentivo de los creadores, para corromperlo y encasillarlo en la programación de una institución partidista.

Escoger el centro de Cultura Chacao es una declaración de principios en la actualidad, en nuestros tiempos polarizados. De igual modo ocurre al momento de seleccionar al Teresa como locación. Consciente o inconsciente, terminamos por discriminar.

De tal manera,los alternativos son cooptados y asimilados por la voluntad de poder, para su beneficio. Pasa con Luis Britto García y Román Chalbaud. Pasa con muchos de los invitados al evento “10-10”. Es una realidad imposible de ocultar.

El fantasma de “Zamora, La Película” sobrevuela por la gran Caracas, desde el helicóptero de Traffic Center. Por allá, asoma la cabeza alrededor de la Plaza de los Museos. Por acá, se ríe como espíritu burlón de las pretensiones del este y de nosotros, por reafirmarnos como jóvenes independientes, más allá del bien y del mal.

Aclarados los puntos y declaradas nuestras diferencias, podemos proceder entonces a discurrir sobre el tema de la semana: la literatura y el internet.

En principio, lo recomendable es abandonar cualquier enfoque dogmático y monolítico a la hora de analizar el asunto. Hasta luego Talibanes del papel impreso. Good bye mis Leninista de la galaxia de Gutenberg. Díganle adiós , también, a las lecciones aprendidas en las cavernas de la escuela de letras, al resguardo de categorías dicotómicas y maniqueas al borde de su fecha de caducidad.Por ende, es hora de despedirnos de las simplificaciones al uso.

Para empezar, vale la pena hacer el ejercicio de resumir la mayoría de las tesis apocalípticas e integradas, al respecto de los encuentros y desencuentros de los herederos del Quijote con los molinos de viento de la esfera digital. Desde una mirada sanchesca, meros gigantes con pies de barro.

En principio, comencemos por recapitular el catecismo de los fanáticos y de los idealistas de la web, cuyas doctrinas proceden, voluntaria o involuntariamente, de las viejas teorías de la modernidad.

En pocas palabras, su predica y su evangelio recuperan, sin querer queriendo, conceptos y fundamentos antagónicos, extraídos de la sabia o del tronco epistemológico de la modernidad. Obvia e irónicamente, es un árbol de tres raíces: el utopismo comunista del marxismo, la redención tecnocrática e industrial del positivismo, y la mitología del “hazlo tu mismo” del capitalismo, en plena fase de expansión consumista y globolizadora. Tres proyectos aislada y respectivamente desechados, desacralizados y denostados por sus sucesivas crisis de credibilidad. Todos fueron probados en el campo de la realidad, y todos fracasaron en el intento de llevarnos al reino de los cielos, como sucedáneos ilustrados de la religión. No por casualidad, resucitan ahora, pero con un rostro diferente, a la retaguardia y a la vanguardia del colapso y del fin de las ideologías duras.

En dicho espacio de desilusión y disolución colectiva, irrumpe el fenómeno de la Internet, como tabla de salvación de la humanidad, y por extensión, de la literatura, otro relato en crisis. En crisis de producción, de recepción, de distribución y de significado para el público ante el avance indetenible de la cultura de la imagen para las masas, según un paradigma de aceptación y convalidación postfranfurktiana.

Nada extraño resulta, como consecuencia de lo anterior, el renacimiento de la pasión por la literatura desde la plataforma de lo mediático, a través de internet.

Acto seguido, surgen los blogs( panfletonegro)como antídoto a la censura y a la carencia de lugares para ejercer el derecho a la libertad de expresión; afloran las páginas(Ficción Breve) con vocación de biblioteca para contrarrestar el hundimiento burocrático del sistema público de archivología; brotan como hongos los portales de recuperación de la literatura del pasado(Relectura y El Salmón), para responder a la mecánica del olvido de la memoria impulsada por el engranaje de la estructura oficial; emerge Facebook para “democratizar” las herramientas de la publicidad y ayudar a la promoción de los escritores vedados, inéditos y desconocidos de nuestra pequeña Venecia; cunden los chats y los buzones de correo para rescatar una antigua tradición epistolar de la era romántica; y sale Twitter para llenar vacíos informativos, y al mismo tiempo, reencarnar el estilo del cuento breve perfeccionado por Monterroso. “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”. Por desgracia, nuestro dinosaurio sigue aquí, dando quizás sus últimas brazadas de ahogado ,antes de perecer en el mar de la felicidad.

En paralelo, los escritores se cansan de esperar por la respuesta de las editoriales privadas y públicas, y deciden emprender la aventura solitaria de abrir su tienda editorial aparte, gracias a las ventajas y facilidades de la red de redes. Desde ahí construyen sus bases de operaciones, en función de seis perfiles bien definidos.

Primero,el escritor multitasking, multimedia y multidisciplinario, preocupado por diversas ramas de estudio. Es el caso del nerd o del freaky de la tecnología, amante del animé, de la poesía, de la música y del cine a partes iguales. Cultiva diferentes géneros y practica la híbridez conceptual, con un gusto por la fusión gastronómica a lo Sumito. Un día comenta un libro, el otro desglosa la oferta defectuosa de un disco compacto. Sus post, en suma, desarrollan y articulan un discurso arborescente, aparentemente inconexo, de fuerte raigambre hipertextual.Sin duda, es una neoliteratura y una neoescritura(automática) a considerar.

Segundo, cabe destacar a la figura del novelista, del cuentista y del periodista 2.0, quien pretende barrer con la mesa y fundar un nuevo género, con los últimos adelantos de la tecnología a su disposición. Escribe deprisa, casi como reportero de la realidad, y gusta combinar la ficción con la no ficción, en la creencia de descubrir el agua tibia.Su imaginación desborda las fronteras de la objetividad y de la subjetividad, al precio de ahuyentar a la lectoría provisoria y autoexiliarse del mundo en el equivalente de una cabaña de cyber café, donde todos le aplauden y le celebran sus gracias. Por lo general, es intolerante a las críticas y se reserva el derecho de admisión en sus foros. Abomina del anonimato, sin reconocerle mérito para destapar ollas podridas. Su exilio, dice él, es voluntario porque nadie lo entiende , y seguramente dure, hasta cuando tire la toalla o sea reconocido por las “mejores editoriales del ramo”. En ambos casos, sería interesante hacer un inventario de cuantos blogs de literatura y afines, cierran por año en Venezuela o de cuantos trascienden la barrera infantil del tercer aniversario. Sea como sea, una cosa es segura: muchos escritores de novelas y cuentos por Internet, fallecen casi al nacer, por agotamiento y cansancio prematuro. Por eso, yo saludo a quienes siguen en la lucha a pesar de las adversidades del entorno. Paz a los restos de los colegas en vías de extinción.

Tercero, los retroprogres de izquierda y derecha. Son conservadores y puristas de la palabra. Publican muy de vez en cuando, y apenas salen de su zona de confort, para rendir homenajes, elevar estatuas, firmar notas necrológicas y redactar elegías pavosisímas en tributo de sus desaparecidos. Les encanta citar fuentes ajenas, y darse palmaditas de autoayuda en la espalda, al recomendar la lectura de tal artículo avalado por el sello de algún venerable. Su sueño reprimido es ocupar un lugar en la academia de la lengua, al lado de Rafael Arraíz Lucca, o codearse con los maestros del Techo de la Ballena. Son escritores con un peligroso complejo de edipo, incapaces de romper con las reglas de sus padres.

Cuarto, el rebelde con o sin causa. Es, como dirían los Salmoneros, un parricida por excelencia abocado a la siembra de la discordia, el desconcierto y el “panic show”. Dice tener un plan entre manos como el Guasón, y se burla a diestra y siniestra de sus congéneres. Sus días son misántropos, como los de Leonardo Henríquez, y sus chorros de baba huelen a envidias y vendettas personales. Grita sus verdades al mundo, le fascina administrar el recurso demagógico de la acusación en clave de denuncia, y no tiene límites para invocar o reformular los códigos de la crónica roja. Reinventa el amarillismo y el sensacionalismo a cada minuto. Es la fotocopia de Bin Laden en la literatura, y por consiguiente, capitaliza la tecnología a la mano en nombre de su cruzada moral. Como diría Baudrillard, es todo un fenómeno extremo de la posmodernidad por internet, amén de su ausencia de normas. Una excusa y una justificación para la censura.

Quinto, el escritor frustrado metido a editor. Arma un portal exclusivo para “big names” y notables de oposición, a costa de prescindir de un gentío. Se muestra restrictivo con la participación y considera el anonimato “un refugio para los cobardes y los pobres de espíritu”. Su mayor reto es conseguir un paquete de anunciantes y alcanzar el ansiado paraíso de la economía autosustentable. Está cuadrado con El Pen Club. Le hace la reverencia a Antonio López Ortega. Se cree la tapa del frasco. Añora editar su revista en físico. Es reaccionario de bola.

Sexto, el escritor de la bitácora viajera, desde el exilio. Publica testimonios a modo de diario, se siente más allá que de acá, y conjuga la mirada etnocéntrica con la óptica neoloconial del trotamundos corpoturístico. Está a un paso de Valentina Quintero.

En la esquina de enfrente, los apocalípticos enuncian sus sentencias lapidarias contra la red, en nombre del “valor simbólico” de la literatura impresa. Para sustentar sus teorías, esbozan un promedio de siete argumentos:

1) La red tiende a banalizar los contenidos. Le resta gravedad y solemnidad a la escritura( como si eso fuese culpabilidad exclusiva de Internet).

2) La red todavía tiene un alcance limitado( como si el papel impreso no lo tuviese).

3) Nadie aguanta la lectura de más de dos cuartillas en la pantalla de la computadora(Pamplinas).

4) Promueve el egocentrismo, la entropía, la competencia y la atomización del gremio(palabra cierta, aunque la fragmentación ya existía).

5) Desvirtúa el trabajo del corrector de estilo(buuuUUUU).

6) La sobreabundancia de potarles deviene en deslegitimación y devaluación.

7) Al carecer de filtros, impulsa la piratería en todo sentido. La piratería al escribir, al publicar y al editar. Su aspiración incluyente e inclusiva peca de paternalista, y desemboca en la complacencia posmoderna del todo vale, porque nada vale.

Por lo visto, los dos bandos se complementan en sus aciertos y en sus desatinos. Ergo, el futuro de la literatura reside en unificar ambos criterios, sabiendo distinguir el grano de la paja. Ni el uno ni el otro son la tierra prometida o el infierno. Forman parte del mismo caos y del mismo conflicto. Después de todo, el papel debe aprender a convivir con la pantalla en blanco, y viceversa. De su coexistencia pacifica o no, dependerá el mañana de la escritura. Igual sucederá, tarde o temprano, con el país, cuando asumamos el compromiso de bajar la guardia, como diría Lorena González, para estrecharnos la mano sincera con el otro, a quien tanto rechazamos y negamos. Es una tarea difícil, pero si me permiten el lugar común, no es imposible.

Para variar, no estaría mal que los escritores comencemos por dar el ejemplo, abriéndonos al diálogo con la alteridad, sin dejar de reconocer nuestras abismales diferencias.

Creo que es el mensaje más positivo que le puedo desear a panfletonegro y a Ficción Breve, en sus diez años.

Felicitaciones a Daniel, a Héctor, y a todos quienes, de una u otra forma, contribuyeron a consolidar sus proyectos.

La semana que viene, se los prometo, continúo con mi relato Zamorano, intentando cumplir con mi compromiso de escribir una novela negra por entregas, para el aniversario.

Muchos saludos, cariños y abrazos para todos, sin excepción.

A propósito del capítulo diez, me despido con la Renga. Espero que disfruten, tanto como yo, de su “Panic Show”. Atención porque estos Pibes son lo máximo. Son los Boca Juniors del Heavy Metal.

http://www.youtube.com/watch?v=sMMNuUadf_c

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23 Comentarios

  1. Resumiendo en una frase que se me acaba de ocurrir «Solo el tiempo dirá». El triunfo o reemplazo de un medio de comunicación/expresión depende, en última instancia, de su accesibilidad. Quienes no hacen trabajo de oficina permanentemente frente a un computador con internet, no dan una locha partida por la mitad por las ventajas de los medios digitales. En ese sentido, son más útiles los SMS enviados por un amigo «conectado», o incluso las llamadas directas.

    Por otro lado, y algo apartado del tema de tu magnífico post, el mayor peligro contra la difusión digital son los derechos de autor y las leyes contra injurias (o similares), que terminarán sometiendo el orden espontáneo de internet a la petrificación del legalismo. Pero como digo, esto es casi tema aparte, porque tú te refieres a portales de difusión mayormente con contenidos originales o creados para difundirse primeramente por la red, no sobre sitios «piratas» o foros que pueden «ofender» a algunos. Sin embargo la tentación por usar la legislación vigente en contra de internet es una de las causas que puede truncar la competencia entre tecnologías de difusión, alejando del legítimo juez (los lectores y usuarios) la decisión final sobre cuál formato quedará en pie al final. Saludos y por favor, acelera lo de Zamora ;-)

  2. Gracias Corbu, intentaremos imprimirme la chola, pelo a pelo.
    Muchos saludos,men.
    Por cierto, me parece estupendo tu comentario.

  3. Creo que el tono positivista y arrimado a los poderes del evento 1010 tiene que ver con un deseo de impulsar/promover experiencias digitales exitosas que tengan potencial para alcanzar a un gran público que –digámoslo de una vez– es medio conservador e institucionalista. Por eso quizás el déficit de iconoclastas. Por eso muy probablemente caeremos en la exclusión.

    Pero también, creo que potencialmente de ahí puede salir una red de un amplio espectro ideológico. Desde Ficción Breve y Prodavinci, hasta Libreros y Hermanos Chang, hay un rango en el que cabe un montón de gente.

    Yo en lo particular hubiese disfrutado tener a alguien que negara completamente la existencia de la literatura en Internet. Hubiese estado divertido. Lo hablamos Héctor y yo y decidimos que la idea de esto era promover o destacar experiencias que hubiesen sido exitosas.

    Hay algunos por ahí que invitamos y no pudieron asistir, o de plano no respondieron. Lamentable, porque eran personas que tenían algo que aportar a la mesa. Entendemos que no era fácil estar ahí y en los casos en los que hubo silencio, respetamos la auto-exclusión.

    ¿Quizás la altisonancia tendrá un lugar más relevante en 1111? :)

    De igual forma, creo que fuiste muy generoso. Eso te lo agradezco –o no.

    Me gustaron tus seis perfiles. Un comentario agudo y honesto. Me parece que luego de que termines tu novela, podrías re-publicarlos como un artículo aparte para usarlo como referencia. Igualmente los 7 comentarios apocalípticos. Podríamos hacer juntos un desmontaje de esos argumentos.

    Un abrazo.

  4. A tí hermano, creo que tu respuesta es el mejor contrapunto a mi tesis, y me parece que aporta una lectura diferente y necesaria a mi interpretación del tema. Gracias,como siempre, por tu paciencia, por tu honestidad, por tu apoyo y por tu apertura al diálogo.
    Un abrazo,men.
    Y nos vemos mañana en el brindis, porque hoy me voy temprano a ver la de Tarantino.

  5. uhm vaya vaya…
    un poco largo tu articulo, pero me ha gustado mucho…
    tu sabes en estas cosas del uso de internet, hay tantas variables como personas enfrente de una pantalla y un teclado, muchos dicen tener la razon… pero no tienen el derecho de descalificar lo que no comparten, pero bueno es como mas facil descalificar que debatir… ni modo.
    pero como lei un comentario por alli, el tiempo dira, y las herramientas de internet a veces parecen el viejo filtro de bachillerato, poco a poco se van quedando en lo mas facil…
    saludos, yo tambien espero ver a los Bastardos si el tiempo me lo permite, ah y muy buen articulo

  6. Gracias por comentar, Goodman.
    Veremos qué nos depara la suerte de Tarantino.
    Muchos saludos.

  7. Felicitaciones por el cumpleaños, ya son 10 años demostrando que el miedo, la ignorancia y sobre todo, vuestras frustaciones como escritores, son libres…
    Men, per natura non da, Panfleto non presta, sorry bro.

  8. Brutal, viejo. Nos vemos mañana.

    Y que arrechera lo que dices: «Escoger el centro de Cultura Chacao es una declaración de principios en la actualidad, en nuestros tiempos polarizados. De igual modo ocurre al momento de seleccionar al Teresa como locación. Consciente o inconsciente, terminamos por discriminar.»

    Totalmente cierto.

  9. Sí va, JM, nos vemos mañana en la noche para echarnos unas birras.
    Un abrazo, pana.

    Xluis, men, no faltes.
    Y los demás tampoco.

    Muchos saludos.

  10. Toda esa categorías están bien, el problema que le vi a esos conversatorios, es que la mayoría de los ponentes tenían a los medios electrónicos como algo de segunda, algo para pasar “al papel” es un fetichismo con el papel que aun no comprendo.
    Ellos consideran al medio electrónico, su peor es nada, una estación antes de pasar a lo importante, a lo inmortal; “el papel”.
    Hasta ahora no se han dado cuenta que es un medio diferente, con sus posibilidades y limitaciones, la falsa creencia que lo van a leer mas con papel es falaz, ya que los lectores encontraran la información donde puedan,, el universo de lectores en nuestro pais es limitado, muy, muy limitado, esas mismas personas que entran a sus paginas, seran las mismas que lo leeran en papel, o en piedra, no van a venir nuevos lectores de los formados, los niños claro que crecerán y un pequeño grupo de ellos se convertirá en lector, pero estos estarán formados para obtener la información de los medios electrónicos mas que del papel.
    No se han dado cuenta que existen los lectores de libros electrónicos, aun es una novedad y pocas personas los tienen, pero se ira masificando cada dia mas, y la única ventaja del papel, el baño, se perderá, ya que con ese lector se podrá ir a la poceta y disfrutar de una novela, o ver fotos pornos con al misma facilidad que si fuese en papel.
    La mayoria de los expositores creen que al respetabilidad la da el papel, cuando es un medio caduco, ya dio lo que tenia que dar, pero aun los escritores no están preparados (pero los lectores si están preparados)para enfrentar este nuevo reto, el de escribir para un medio electrónico, no han explorado todas sus ventajas, se mantienen inamovibles en el recuerdo de otro medio.
    Quizás una situación similar se presento en el antiguo Egipto; la respetabilidad lo daba la piedra, es dura y aun sus escritos en piedras perviven, pero inventaron el papel, seguramente era el vulgo quien lo utilizaba, por lo barato, pero no tenia la respetabilidad de la piedra, y por esos siguieron durante siglos escribiendo en las piedras en vez de hacerlo sobre papel.
    Creo que algún farón se dio cuenta de lo engorroso que era pasar piedras y piedras en al poceta y se dio cuenta que no se podía concentrar en el asunto, que promovió la escritura en papel. Y creo la biblioteca de Alejandría.
    El papel tenia ventajas sobre la piedra, pero mas que todo era un nuevo medio, que se podían hacer cosas impensables con al piedra.
    Estamos en esa época gozne, donde las cosas tienen que cambiar pero una gran mayoría aun se aferra a la piedra, ya que es “respetable” se le puede guardar en bibliotecas, elegantes, no se convierten en 1 y 0.
    Ese es el verdadero problema, que los escritores y editores se aferran a la piedra y evitan de esta manera la exploración de un nuevo medio.
    Y no serta fácil, aun existe problemas entre el medio cinematográfico y las novelas en papel, son, por desgracia, pocas las películas que no tratan de narrar una historia como si fuese una novela de papel, aun son pocos los directores que buscan explorar el medio cinematográfico para crear un nuevo lenguaje, una nueva vision, que es solo traducible a la vision cinematográfica.
    Y el cine tiene mas de 100 años ¿Cuánto tendremos que esperar para la novela interactiva?

  11. Eres tan valiente que me llamas «menso» desde un alias?Así cualquiera, Italo. Para la próxima, intenta, si quiera, articular un discurso coherente, al margen de descalificaciones y reduccionismos.
    Te invito a debatir como siempre. Pero, por favor, ahórrate tus insultos. Sólo te descalifican como escritor.
    Vaya.
    Gracias, de nuevo, por comentar.
    Y antes no me lo tomé como un cumplido. Sencillamente quería evitar una discusión innecesaria, y no prestarte la menor atención.
    El único miedo aquí es el tuyo, Italo. Miedo a dar la cara. Miedo a firmar con tu propio nombre. Sorry bro. La ignorancia de tus propias carencias, también es libre.

  12. Disculpa la ofensa. Es verdad, no tengo derecho a mi seudónimo, soy una chica mala, deleznable (trata de respetar el derecho que tiene cada quien de revelar -o no- su identidad, dicen vuestras sugerencias para comentar). En lo que a mi respecta, también eres un ilustre desconocido, pues no tengo idea quien eres, de modo sería una exageración decir que das la cara.
    Ciertamente no era mi intención debatir, sólo provocar (¿te suena, te sirve?), y enterarme de cuan delicada tienen la epidermis los bárbaros. Muy elegante aquello de mis descalificaciones y reduccionismos, probablemente los tuyos son más valederos.
    Pero para concluir este breve encuentro, que prometo, será el último (ayer estaba ociosa), te concedo que algunas de las verdades que expresas son irrefutables. Lo tétrico es que te hayas convertido en un comisario, en un periodista 2.0, en un purista, en un provocador sin obra, en un francotirador con la pólvora mojada, en un agitador sin humor, en una tía cotillera. Se me hace, güey, que eres el sumario de todas las cosas que criticas… Por eso lo haces tan bien (esto no es un plátano, es un cumplido).

  13. Tranquilo, mi Italo del Valle Aliegro, que no Italo Calvino. Tu eres el que pareces tomarte todo muy en serio. Pero no te culpo, el complejo de solemnidad también es libre, como tu derecho a ocultarte con un seudonómino. Sólo quería comprobar la inconsistencia de tu discurso, porque hablas para atrás y para adelante. Y de paso mientes de una forma bastante descarada,por demás. Y crees que tus interlocutores somos estúpidos, como para creer y caer en tus falacias ad hominem.
    Dices que no doy la cara, porque no me conoces, y después rematas con que soy un provocador sin obra. Luego te contradices, demostrando que sí me has leído, al escribir: lo tétrico es que te hayas convertido en un comisario, en un periodista 2.0 y bla bla bla. Quiere decir esto que ya me habías leído, y que seguramente me conoces. El problema es que eres mezquino o mezquina, y te cuesta reconocer errores.Sólo espero que no seas algún hipócrita disfrazado de avatar.
    Tengo sospechas y todo de quien eres. Pero me las reservo, para no incomodarte en público. Ojalá que rectifiques pronto porque puedes perder una bonita amistad, por el chiste sin gracia.Saludos y gracias, de nuevo, por comentar.

  14. Bueno, a mí humildemente Plátanoverde y el Salmón me parecen muy buenas revistas: tienen buen papel, buena impresión, buena diagramación. Lo único malo es el contenido.

    Me gusta especialmente el Salmón, por ser el trabajo de unos pícaros que, advertidos del atraso y la ignorancia del público, han logrado sus aplausos. Son como esos especuladores inmobiliarios que venden casas en ruinas y botadas como si fueran nuevas y céntricas. No sé qué nombre pueda tener esto, pero para hacerlo se requiere talento. Nadie fuera los salmoneros ha entendido tan bien a nuestros aficionados a las letras. Por eso pueden seguir robando la atención de todos, por lo menos dentro de los límites de su parroquia.

  15. El Salmón era originalmente una revista de cocina: el título le viene de la canción «El Salmón» de Andrés Calamaro, y uno de sus artífices escribió un libro llamado «Detrás de los erizos». Así, con el salmón, los calamares y los erizos, iban a cocinar un plato que terminó siendo revista de poesía.

    Combinan muy bien la literatura y la publicidad. Con este fin han hecho unos pendones que cuelgan de un palo cada vez que sale la revista. Promotoras todavía no tienen, pero ellos solos se bastan. El de los erizos es muy bello, tanto que una falda no le vendría mal. Malas lenguas dicen que «Detrás de los erizos» es metáfora de ser puyado por detrás. Quienes eso aseveran insisten en que la obra no es culinaria sino autobiográfica.

    Se cuenta que también el otro tiene libro, igualmente de poemas. Según me lo han descrito (yo ni siquiera lo he visto), está, como decimos coloquialmente, pagando, al alcance de cualquiera, como mango bajito: al parecer no soporta una crítica medianamente seria, al punto de que en un solo párrafo se le puede despachar, con poeta incluido. ¿Alguien que lo tenga querrá darnos el gusto? Sería una contribución y un aporte y una ayuda y un rescate de la po-e-sí-a-ve-ne-zo-la-na…

    Saludos

  16. Yo en este debate no se que en que «bando» anotarme, porque yo como estudiante universitario nacido en la transición del medio papel al internet, aun uso y leo obras digitales y en papel. Generalmente las digitales son las que no puedo conseguir, gracias al control de cambio de tu ya sabes quien, en las librerias y si las consigo por culpa de lo mismo estan a precios impagables.

    No entiendo ¿»como» el internet puede «banalizar» la lectura y la literatura? Mas considero que es tremendo medio que evita el monopolio de saberes y la ignorancia obligada (claro, para quien lo sepa usar y va mas alla de Wikipiedra y el rincon del Vago).

    Pero por otro lado, internet tampoco es la panacea, es mas agradable leer las cosas en papel para la vista (claro, cuando las obras gozan de buena edición, buena impresion, estilo y fuentes y el contenido no es una mierda ilegible).

    Por tanto la vaina esta en un punto medio. Ni estamos en el apocalipsis literario ni el paraiso cibernetico.

    PD: Cobra, primera vez que escucho a la renga. Creia yo que todo el Heavy argentino terminaba en los pavosos Rata Blanca. Gracias.

  17. Aquí en el Panfleto nos hemos dejado ripio del Salmón ni de Plátanoverde en más de un banquete de pescado con tostón. Y Ficciónbreve también ha recibido, por supuesto en breve, en lo que concierne a la narrativa urbana. Desde el último episodio, al pobre de Héctor Torres le ha quedado peor su inconfundible mueca de susto en la cara, con todo y ojos brotados, como si hubiese salido de una película de terror.

    Es falso el debate entre lo impreso y lo electrónico: casi todos los cuentos de Ficciónbreve son igual de malos en papel y en libro. Impriman mierda o cuelguen mierda, leerán siempre la misma mierda. El Salmón es lo mismo en revista y en blog. Donde sí es distinto es a la plancha o a la parrilla. Si todos los Plátanosverdes estuviesen colgados en la red, no serían más que un racimo suspendido.

  18. Aunque pensándolo bien, sí varían los textos de libro a internet: cierta novela de cierta señora que no voy a mencionar (líbreme Dios) me pareció algo aburrida cuando me tomé el trabajo de leerla en libro. Ahora, leyendo pedazos de la pedazo de novela en internet, me parece aburridísima, pésima para no quedarme corto… Es decir, ocurrió un cambio de mala para peor. Es algo importante, creo, que los señores ponentes deberían tener en cuenta para sus próximos encuentros y exitosas discusiones legitimadoras, democratizadoras, inclusivas, donde se arregla el futuro de todos nosotros, simples gobernados, simples pendejos, resentidos que somos con el chou ajeno, etc

  19. Bien, pero me gustaría preguntarle a Sergio en qué «perfil» se incluye él, o si considera que está más allá de su propia taxonomía imaginaria.

    Por cierto, en realidad el cuento de Monterroso dice «Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí».

  20. No, Yamay, sí me considero dentro de mi propia taxonomía imaginaria. Soy una mezcla de todos los tipos. Tengo un poco de todos, pues. Y para complacerte, ya hice la corrección de Monterroso. Lástima, porque era parte del juego. A lo mejor, mañana lo vuelvo a cambiar para seguir con la chanza. Saludos.

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