Quería decirle a todo el mundo:
‘La historia de The Rolling Stones está ahí mismo,
en el escenario, en sus caras,
en la manera en que Mick se mueve,
en la manera en que Keith empuña a guitarra,
en la manera en que Charlie Watts toca la batería,
en el trabajo de Ronnie Wood.
Así que, ¿por qué no los vemos actuar en el escenario?
Tal vez quedemos atrapados en esa primitiva euforia”
MMartín Scorsese, explicando,
en una entrevista para la revista
Rolling Stone Latinoamérica (Nº51),
por qué en su documental Shine a Light (2008),
sólo hay música y material de archivo,
y no entrevistas hechas por él.
Michael Jackson y una de sus coristas ensayan I Just Can’t Stop Loving You, los bailarines que en ese momento descansan hacen de público, Michael no hace mayores alardes vocales, pero al rato, al escuchar de fondo como los bailarines disfrutan de la canción, Michael se emociona, empieza a subir el tono y casi al final se arrepiente, la cámara lo capta avergonzado, él se disculpa y justifica aduciendo que debe guardar su voz, que debe cuidar su garganta, el cuadro lentamente funde a negro. Es de las secuencias más poderosas del film.
This is It goza de una gran sobriedad, es una cinta que bien pudo convertirse en un aburrido epitafio a la carrera de un icono que, como todo icono que se respete, se convertirá en leyenda exagerada de la que pronto no se podrán desdibujar cuales son las historias reales que lo constituyen y cuales son exageraciones, tanto positivas como negativas.
Afortunadamente, Kenny Ortega, al prescindir de cualquier recurso manipulador y de los enjuiciamientos morales, tanto inculpatorios como expiatorios, nos entrega una película honesta y poderosa.
Habrá quien le reproche la ausencia de material ‘controversial’, habrá quien la acuse de ‘edulcorada’, y no faltará quien la vea como una mera operación mercadotécnica. Las primeras dos críticas no las entiendo, no sé que puede ser controversial en torno a un hombre cuya vida fue un escándalo permanente, tampoco entiendo como algunos esperan ver un amarillista retrato, similar a los que se transmitieron durante años en E Entertainment, en los que ya se dijo todo lo que se podía decir (maltrato de su papá, supuesta pedofilia, cámaras hiperbálicas, cirugías plásticas, tratamientos para aclararse la piel, etc). Menos se puede acusar a éste ponderado filme de ser edulcorado, al contrario, un tanto cercano al ejercicio que ejecutara James Marsh en Man on Wire (2008), cuando evadía los atentados del 11 de septiembre de 2001, aquí la muerte de Jackson no se menciona, sólo se deja traslucir con sutileza, evitando así cualquier sentimentalismo innecesario. En lo que sí coincido es en que obviamente se trata de una operación financiera redonda, la cinta tuvo una recaudación insólita para ser un documental, dejando al gordito ex-bolivariano de Michael Moore como un tonto con sus, hasta ahora, imbatibles records de recaudación en el género de no-ficción. This is It está a poco de convertirse, en sólo una semana, en el documental más taquillero de todos los tiempos. Esto, por cierto, no se debe exclusivamente al interés que despierta la figura del recién desaparecido Rey del Pop, sino a la trampa publicitaria de afirmar que la película sólo estará dos semanas en cartelera.
Más allá de esa consideración, que no puede obviarse, la cinta de Ortega merece ser vista, por su enorme poder de decir mucho con muy pocas palabras. En las casi dos horas de metraje no existen voces en off que nos digan nada, siendo un documental, tampoco abundan las entrevistas a cámara, éstas sólo aparecen por poco tiempo y no pretenden aportar gran cosa, sólo contextualizar algunas momentos, y en breves ocasiones, agregar algo de sentimiento a una película cuyo 90 % de metraje lo constituyen los ensayos del cantante y su equipo en preparación de los conciertos This is It, que se supone serían los últimos que Jackson ofrecería. No hay más nada, y no se extraña ni se añora, todo lo que hay que decir está allí, sin palabras, para que el público lo entienda y lo asimile a su manera.
Un detalle, las cámaras que graban los ensayos, casi siempre, están abajo del escenario, cómo si un fan se hubiese colado en el recinto a grabar lo que ocurría. Esto le confiere a la película un tono intimista; hay escenas desenfocadas (especialmente cuando ensayan The Way You Make Me Feel), y otras en las que el teleobjetivo de la cámara se mueve desprolijamente, y eso, en vez de ser negativo, termina por darle a la película un tono personal, un carácter que yo no esperaba porque honestamente pensé que This is It sería una mierda sentimentaloide, como la saga de grotescos homenajes que le rindieron a Jackson después de muerto, como el que le hicieron en los Mtv Video Music Awards.
Cuando se trata de la música, Michael Jackson puede tomar el control de la situación perfectamente: corrige irritantemente a su tecladista para que le dé el tempo que desea en The Way You Make Me Feel, “hay que dejarlo cocer”, le dice, y el tecladista no puede ocultar la incomodidad. Lo mismo pasa cuando interactúa con los guitarristas en Black or White, convirtiéndose en el número más poderoso, musicalmente hablando, de toda la película. O cuando, luego de resolver algunos inconvenientes con su ear monitor, ejecuta un set de canciones de Los Jackson 5. El Michael músico es incuestionable, y por eso, los músicos y bailarines le tratan con reverencia, a algunos les cuesta creer que están trabajando con Jackson, quien luce enorme, vital e imponente cuando está interpretando su papel de ídolo pop.
Pero cuando se trata de lo personal, Jackson luce muy mal. Casi ni se toca con el crew que está reunido, todos tomados de las manos, haciendo una suerte de oración, y en vez de decirles algo hermoso, les suelta un discurso políticamente correcto sobre el ‘mensaje’ que están llevándole al mundo. Jackson casi no sonríe, le cuesta ser natural, y no es soberbia sino una indescriptible timidez la que lo domina en todos los espacios. Sólo en algunos momentos, destellos realmente, se le nota natural, por ejemplo cuando sube al escenario-plataforma que lo eleva por los aires en Earth Song, o cuando termina el memorable ensayo de Billy Jean. De resto, es ver a un tipo tímido pero exigente, humildísimo pero al mismo tiempo incapaz de integrarse completamente con su equipo al cual siempre trata con distancia rara, pero no la distancia de la soberbia de un tipo inalcanzable, sino por el contrario, la distancia de un pana al que se le dibuja en el rostro una obvia incapacidad para relacionarse con los demás.
Gabriel Wrye realiza un trabajo de edición encomiable, aunque para algunos será efectista. En Smooth Criminal las imágenes del ensayo se mezclan con las de un cortometraje en que Jackson se mimetiza con el pietaje del clásico Gilda (1946), interactuando con Rita Hayworth y con Humphrey Bogart. Algo similar ocurre en Thriller, cuando a las tomas de los monigotes que vuelan por el escenario y alrededor de él, se sobreimponen las tomas de otro corto que pretendía renovar el concepto original del videoclip con imágenes creadas tridimensionalmente y con los ensayos de la clásica coreografía. Adicionalmente, este editor usa un recurso sencillo pero efectivo: a cada tema, sigue un fundido a negro; es el único momento en que la muerte del cantante se hace presente, en ese apagar de la pantalla que termina resultando más contundente y dramático que cualquier plañidera narración en off.
No tengo más nada que decir. This is It es mucho más de lo uno espera, y aunque obviamente no llega a ser tan demoledor como Living With Michael Jackson (2003) de Julie Shaw y Martin Bashir, ni tan increíble como Cocksucker Blues brutal película sobre los Rolling Stones hecha por Robert Frank, que aunque se mantiene inédita, circula en copias de baja calidad desde hace mucho, y si tienen paciencia lo consiguen para descargar por ahí, merece verse.
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Sabes???? cuando supe de esta pelicula, no tenia la mas minima intencion de verla…
pero en estos dias, no se me han dado como ganas de ir, a lo mejor me animo el sabado, cuando libre del trabajo…
saludos men… buena reseña
«un cortometraje en que Jackson se mimetiza con el pietaje del clásico Gilda»
¿qué quiere decir «pietaje»?
Criticar que algo de Michael Jackson es pop y para ganar plata me parece que no tiene mucho sentido. La escena en que el MJ hace el «duelo» vocal en I just can’t stop loving you, paga la entrada a la película. Igual le faltó mostrar un poco más del proceso creativo de MJ, eso me hubiera gustado verlo. Además aprecié mucho que no tuviera narración y que no hablaran ni de su muerte ni de escándalos, en esa materia me parece que ya todo está dicho.
Oro2. Las películas (es decir, la cinta de película) no se mide en centímetros, sino en pies. El pietaje, es el cuerpo de la peli. Pero, ahora que lo leo en frío, me pregunto si esa expresión estará bien escrita, es probable que no :)
Ares. Sí, yo también resiento que no hayan mostrado más del proceso creativo. Y la ausencia de narración es, de hecho, el mayor acierto de la película.
Creo haber entendido, gracias. Y con respecto al «clásico Gilda» (la vi, pero no sé quién la dirige) ¿a qué segmentación te refieres exactamente?
Es de Charles Vidor (busca en imdb) Y la secuencia es donde Gilda canta y arroja su guante a los que la escuchan, sentados en las mesas del frente, Jackson agarra el guante y luego huye de Humpfrey que lo persigue a balazos :)
En youtube hay una partecita:http://www.youtube.com/watch?v=W4j3UjYeSns Vela rápido, antes de que la quiten por copyright. ADemás, no es muy buenas, el tipo que lo colgó le puso unas letras encima y se ve mal, pero bueh…
Ah bueno, claro esa es «la» escena de Gilda. Vamos bien entonces.